Escritor y periodista chileno-argentino gana el XXV Premio Alfaguara de Novela

Cristián Alarcón, bajo el seudónimo de Daniel Vitulich, recibió el galardón por unanimidad del jurado por su libro El Tercer Paraíso, un relato luminoso sobre la vida cotidiana de un individuo pero también sobre las tragedias colectivas que nos acechan.

El escritor chileno-argentino Cristian Alarcón ha sido galardonado con el Premio Alfaguara de novela 2022, dotado con 175.000 dólares y una escultura de Martín Chirino, por la obra El tercer paraíso, presentada con el mismo título y bajo el seudónimo de Daniel Vitulich.

El jurado, presidido por el escritor Fernando Aramburu, y compuesto por los también escritores Olga Merino y Ray Loriga, la escritora y librera de Lata Peinada, Paula Vázquez, la editora y directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Marisol Schulz Manaut, y Pilar Reyes (con voz, pero sin voto), directora editorial de Alfaguara, ha declarado ganadora la novela por unanimidad. La novela ganadora estará a la venta en librerías próximamente.

El jurado ha destacado en El tercer paraíso «el vigor narrativo de una hermosa novela, con una estructura dual. Ambientada en diversos parajes de Chile y Argentina, el protagonista reconstruye la historia de sus antepasados, al tiempo que ahonda en su pasión por el cultivo de un jardín, en busca de un paraíso personal. La novela abre una puerta a la esperanza de hallar en lo pequeño un refugio frente a las tragedias colectivas. Como dice el autor, “la belleza comienza en la maravilla de las flores, tan hermosas como finitas, en las que siempre veremos el misterio que no puede ser resuelto”».

En esta convocatoria se han recibido 899 manuscritos, de los cuales 408 han sido remitidos desde España, 131 desde Argentina, 119 desde México, 87 desde Colombia, 57 desde Estados Unidos, 43 desde Chile, 29 desde Perú y 25 desde Uruguay.

El tercer paraíso

Se acerca el confinamiento de 2020 y el protagonista siente la tentación de retirarse a su cabaña en las afueras de Buenos Aires para hacer frente desde allí a lo que pueda venir. Mientras espera, cultiva un jardín con todo tipo de plantas y flores. Su amor por la naturaleza le lleva a indagar en la formación del pensamiento científico, el nacimiento de la botánica y la gran aventura de las expediciones europeas del siglo XVIII. Al mismo tiempo, rememora la historia de su familia, que fue arrancada de cuajo de sus raíces en Daglipulli, Chile, por la dictadura de Pinochet.

Poco a poco este escenario singular se ve inundado por el recuerdo de las humildes dalias que plantaba su abuela Alba, la presencia exuberante y amenazadora de la selva amazónica con la que se encontró Humboldt en 1799 y la seguridad controlada de los híbridos que compra ahora en viveros. En este paraíso en diferentes grados de conservación, el paisaje natural del Cono Sur se convierte en un personaje fundamental, con sus propios ritmos, con las huellas que dejaron los hombres que intentaron poblarlo. La historia, la botánica y el relato familiar confluyen en él y marcan el carácter del protagonista, sus elecciones vitales y su manera de estar en el mundo.

Esta novela es una relato luminoso sobre la vida cotidiana de un individuo pero también sobre las tragedias colectivas que nos acechan. Lo pequeño, lo sencillo, ese paraíso personal que construimos como refugio es también, en última instancia, lo que siempre nos salva.

El autor

Cristian Alarcón es escritor y periodista. Desde comienzos de los noventa se dedicó al periodismo de investigación y a la escritura de crónicas en los diarios Clarín, Página 12, Crítica de la Argentina y en las revistas TXT, Rolling Stone y Gatopardo.

En sus libros Cuando me muera quiero que me toquen cumbia (2003) y Si me querés, quereme transa (2010) cruza la literatura con la etnografía urbana convirtiendo relatos urgentes en novelas de no ficción. En el libro Un mar de castillos peronistas (2013) escribe crónicas de viaje y perfiles de personajes disidentes, subalternos y marginales. En el año 2012 fundó la revista Anfibia y el sitio Cosecha Roja. Desde entonces ha liderado un proceso de mutación permanente de la crónica latinoamericana. Allí ha experimentado con los límites de la narrativa de no ficción hasta llevarla a una última experiencia en el Laboratorio de Periodismo Performático de Revista Anfibia. Sus indagaciones más recientes son sobre la relación entre el periodismo y el arte. Fue profesor visitante en el Lozano Long Institute of Latin American Studies de la Universidad de Austin, Texas, y en la Universidad de Lille, Francia.

Ha sido galardonado con el Samuel Chavkin Prize, el Premio Konex–Diploma al Mérito en la categoría Crónicas y Testimonios (2014) y el Premio Perfil a la libertad de expresión (2019). Es profesor titular de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata y dirige la Maestría en Periodismo Narrativo de la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de San Martín. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán y polaco.

Así comienza El tercer paraíso

Primer jardín

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Al final del camino de piedras, justo antes del precipicio, el jardín desborda como una ola inesperada. Detrás de su diseño caprichoso se impone un cielo azul brotado de nubes blancas. Asusta lo inquietante del barranco bajo el que parece estar el mundo entero. Los rosales se encadenan sin pausa. Hacia los bordes crecen los pensamientos. Camino en el laberinto como si se tratara de una pradera. Los amancay y las espuelas de caballero se mecen con el viento leve junto a las margaritas. Los lirios acosan a los narcisos amarillos. Las dalias bordó y carmín estallan en pleno ardor. A pesar de las nubes, la luz se cuela en todos los rincones, horizontal y penetrante, dando en estigmas, pétalos y filamentos; pegando en mi cara, en mis brazos, en mi cuello, en mis orejas, en mis manos. A medida que me toca, siento cómo la piel se hincha y adquiere el rojo de una insolación.

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El Periodista