EEUU, Rusia y las demás potencias atómicas prometen evitar la proliferación nuclear

"Afirmamos que no se puede ganar una guerra nuclear y que nunca debe librarse", señalaron los cinco países firmantes, recalcando que "mientras existan [las armas nucleares], deben utilizarse con fines defensivos, de disuasión y de prevención de la guerra".

Las cinco potencias nucleares «legales» y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se comprometieron hoy, en un contexto de tensiones, a «evitar la proliferación» de armas atómicas, afirmando que cualquier guerra que las implique nunca podrá ganarse.

Antes de la 10ª conferencia de examen del Tratado sobre la No Proliferación (TNP), prevista en enero pero que fue aplazada a causa de la pandemia de coronavirus, Estados Unidos, China, Rusia, el Reino Unido y Francia intentaron tranquilizar a la opinión pública mundial sobre los riesgos de un enfrentamiento cataclísmico.

En plenas negociaciones con Irán por su programa nuclear, los cinco países subrayaron su «voluntad de trabajar con todos los Estados para establecer un entorno de seguridad que permita conseguir más progresos en materia de desarme, con el objetivo último de un mundo sin armas nucleares», explicó la presidencia francesa, que coordinó la labor de esos Estados desde hace dos años, en un comunicado.

Los cinco países firmantes, que además son los que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad, la máxima instancia de la ONU, son los únicos del mundo firmantes del TNP que están autorizados a poseer armas atómicas, por haberlas probado antes de 1967, tres años antes de la entrada en vigor del pacto para impedir la proliferación de armas de destrucción masiva de naturaleza atómicos.

«Cada uno de nosotros mantendrá y reforzará aún más sus medidas nacionales para prevenir el uso no autorizado o no intencionado de armas nucleares», agregó el texto del compromiso, publicado una semana antes de que se celebren unas negociaciones entre Rusia y Estados Unidos en Ginebra sobre los tratados de control de armamento nuclear y sobre la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania.

«Afirmamos que no se puede ganar una guerra nuclear y que nunca debe librarse», señalaron los cinco países firmantes, recalcando que «mientras existan [las armas nucleares], deben utilizarse con fines defensivos, de disuasión y de prevención de la guerra».

Los primeros en aludir a ese concepto de guerra nuclear imposible de ser ganada por nadie fueron los entonces mandatarios Mijail Gorbachov y Ronald Reagan, de la Unión Soviética y de Estados Unidos, respectivamente, y lo hicieron en Ginebra en 1985.

Sin embargo, «nunca había sido retomado por el grupo de los cinco», subrayó Marc Finaud, experto en proliferación armamentística del Centro Político de Seguridad de Ginebra (GCSP).

«Tomaron la delantera y aceptaron recuperar esa doctrina», reclamada por numerosos países y sociedades civiles, añadió Finaud en declaraciones a la agencia de noticias AFP.

Según él, los signatarios quieren «tranquilizar» a la gente, «decirle al mundo que todas las preocupaciones por el riesgo de una guerra nuclear no tienen fundamento».

De hecho, en los últimos meses no han faltado las declaraciones sobre la volatilidad de la geopolítica mundial, a raíz de las tensiones entre China y Estados Unidos sobre Taiwán y el Indopacífico; los movimientos militares en Ucrania y otras crisis registradas en Medio Oriente, consecuencias devastadoras de la Covid-19.

El secretario general de la ONU, António Guterres, había dado la voz de alarma en diciembre en una tribuna.

«Habida cuenta del almacenamiento de más de 13.000 armas nucleares en los arsenales de todo el mundo, ¿cuánto durará nuestra suerte?», se preguntó.

«La destrucción nuclear es una espada de Damocles: bastaría un malentendido o un error de apreciación para provocar no solo el sufrimiento y la muerte a una escala espantosa, sino también el fin de toda vida sobre la Tierra», agregó.

El TNP, que entró en vigor en 1970 para impedir la propagación de armas nucleares, está integrado por 191 Estados.

Los cinco firmantes son los cinco Estados jurídicamente reconocidos como «dotados del arma nuclear» por el tratado.

Otros tres países considerados poseedores de la bomba atómica, India, Pakistán e Israel, son no-firmantes. Corea del Norte, por su parte, ha denunciado el TNP.

Estas declaraciones coincidieron además con las negociaciones, en Viena, destinadas a revitalizar el acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní, moribundo desde que Estados Unidos se retiró del mismo en 2018.

El Gobierno ruso del presidente Vladimir Putin se congratuló por el acuerdo de principio y afirmó que espera que «ayude a reducir el nivel de tensiones internacionales», según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a la agencia de noticias rusa RIA Novosti que el Gobierno de Putin considera «necesario» que las principales potencias nucleares se reúnan en una cumbre.

La declaración conjunta «ayudará a aumentar la confianza mutua y a sustituir la competencia entre las grandes potencias por la coordinación y la cooperación», indicó por su parte el viceministro de Relaciones Exteriores chino, Ma Zhaoxu, informó la agencia de noticias china Xinhua. (Télam)

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