Icónico atacante del Capitolio apeló su sentencia de más de tres años de cárcel

El 9 de enero se entregó a las autoridades, que presentaron seis cargos en su contra, de los que solo aceptó el de obstrucción a un proceso legal.

La defensa de Jacob Chansley, conocido como el Chamán de QAnon, presentó hoy un recurso ante un tribunal de Estados Unidos para apelar su declaración de culpabilidad y la sentencia de casi cuatro años de prisión que le fue impuesta por participar de manera activa en el asalto al Capitolio del 6 de enero.

El icónico alborotador que se trasladó al Congreso con atuendo bovino y grandes cuernos sobre su cabeza, contó en esta ocasión con un nuevo dúo de abogados, después de que decidiera despedir al anterior tras la condena de 41 meses, una multa de 2.500 dólares y otros tres años de libertad vigilada que le dictó un juez federal en noviembre.

Después de que Chansley renunciara a la mayoría de sus derechos de apelación como parte del acuerdo de culpabilidad al que llegó con los fiscales, sus nuevos abogados presentarán, casi como última alternativa, un recurso alegando una supuesta negligencia del anterior letrado.

Para demostrar que su primer abogado, Albert Watkins, actuó de manera negligente, la nueva defensa integrada por John Pierce y William Shipley tendrá que demostrar que no representó de manera competente a Chansley y por eso salió directamente damnificado con el resultado final del caso, informó la cadena televisiva local NBC.

La del Chamán de QAnon será la segunda sentencia relacionada con aquellos disturbios instigados por el propio expresidente Donald Trump que es apelada, después del recurso presentado la semana pasada por Scott Fairlamb, un dueño de gimnasio y antiguo luchador de artes marciales mixtas que fue condenado a 41 meses de cárcel por, entre otras cosas, agredir a un policía.

Al igual que Chansley, Fairlamb también firmó un acuerdo de culpabilidad con el que renunciaba a la gran mayoría de sus derechos de apelación, por lo que adjudicar una conducta inapropiada al anterior abogado es también casi la única alternativa viable para poder revertir la situación.

Ante la repercusión que tuvo su mediática presencia en el hecho sin precedentes que conmovió al mundo y puso en jaque a la democracia estadounidense, Chansley se presentó un día después de manera voluntaria ante el FBI para confesar su rol.

El 9 de enero se entregó a las autoridades, que presentaron seis cargos en su contra, de los que solo aceptó el de obstrucción a un proceso legal.

Chansley, quien durante aquella audiencia para reconocer su participación llegó a compararse con Mahatma Gandhi, sufre un trastorno esquizotípico de la personalidad que le impide relacionarse con facilidad y le puede alterar los patrones de pensamiento, apariencia y conducta, algo que ha sido utilizado por su defensa para librarlo de los cargos.

Desde entonces ha estado en prisión, donde pidió sin éxito un indulto, inició una huelga de hambre para exigir alimentos orgánicos tal como marca su fe chamánica y concedió a la CBS una entrevista sin permiso en la que rechazó que su actos hubieran supuesto un ataque a las instituciones, sino un intento por «traer a dios de vuelta al Senado». (Télam)

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El Periodista