Gobierno francés aprobó renovación interna de catedral de Notre Dame
Los expertos coincidieron en la necesidad de reconstruir fielmente el armazón de madera que sostenía el tejado de plomo de la catedral, una estructura que se había mantenido intacta desde la Edad Media.
La catedral de Notre Dame, de París, que ardió parcialmente en 2019, podrá renovar su interior con toques contemporáneos, dictaminó hoy un comité de expertos.
«Los expertos dieron luz verde al programa de renovación interna, con algunas reservas: el emplazamiento de las estatuas, que deberán mantenerse dentro de las capillas, y las banquetas, cuya propuesta deberá ser revisada» por la diócesis, explicó el ministerio de Cultura a la agencia AFP.
Tras el incendio del 19 de abril de 2019, que arrasó el tejado y derrumbó la aguja de la catedral, las autoridades eclesiásticas y el Gobierno francés organizaron una comisión oficial con expertos, mientras recibían millones de euros de donantes privados para la reconstrucción.
Los expertos coincidieron en la necesidad de reconstruir fielmente el armazón de madera que sostenía el tejado de plomo de la catedral, una estructura que se había mantenido intacta desde la Edad Media, y que era considerado un hito arquitéctonico.
Más polémica suscitaron los proyectos para reconfigurar la aguja del templo, que fue resideñada en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, responsable en parte del aspecto exterior de la catedral parisina.
Incluso, la controversia recrudeció en los últimos meses, cuando empezaron a surgir detalles sobre el mobiliario, la redistribución de las obras de arte centenarias y del espacio de deambulación en la nave.
Notre Dame de París, uno de los monumentos más visitados de Francia, con 12 millones de turistas al año, empezó a ser construida en la segunda mitad del siglo XII. Tardó dos siglos en concluirse, y es considerado un brillante ejemplo de gótico eclesiástico en Europa.
Los responsables de la renovación contactaron a destacadas figuras del diseño contemporáneo, como Ernest Pignon-Ernest, conocido por su mobiliario urbano, o artistas como Anselm Kiefer o Louise Bourgeois.
Sus obras convivirían con las de los grandes maestros que ornaron la catedral parisina a lo largo de siglos, como los hermanos Le Nain o Charles Le Brun.
Entre las propuestas está la proyección lumínica de frases de la Biblia en varias lenguas en los muros de la nave.(Télam)