General alemán admite errores en retirada de Afganistán

Los comentarios de Vollmer generaron malestar en el Gobierno de coalición encabezado por el socialdemocráta Olaf Scholz.

El general alemán Jorg Vollmer, comandante del Mando de la Fuerza Conjunta Aliada de la OTAN en la ciudad neerlandesa de Brunssum, admitió hoy errores en la retirada internacional de Afganistán y criticó el trato que las fuerzas occidentales le dieron a las locales poco antes y después de abandonar el país.

En una entrevista emitida hoy por la emisora pública NDR Info, Vollmer consideró «realmente vergonzoso cómo se trató a la gente» que había apoyado a Alemania «durante tantos años» en la fase final de la retirada.

«Podríamos haberlos llevado a Alemania mucho antes y lo sabíamos», lamentó.

Para el general alemán de mayor relevancia en la OTAN, esta circunstancia supone «una señal negativa» para la cooperación con fuerzas locales en otras zonas de conflictos donde están desplegados.

Por ello, instó a evaluar la misión de las Fuerzas Armadas alemanas en Afganistán, desarrollada a lo largo de dos décadas, y a realizar un análisis «crítico» de las misiones militares actuales.

«Definir de forma clara y evaluar de manera constante lo que realmente queremos conseguir», defendió y agregó que, si no se consigue lo que se pretende, el país debe fijarse objetivos más modestos o decidir «acabar con todo».

Los comentarios de Vollmer generaron malestar en el Gobierno de coalición encabezado por el socialdemocráta Olaf Scholz.

La presidenta de la Comisión de Defensa del Parlamento alemán, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, criticó al militar por adoptar una tardía posición pública sobre los errores, reportó la agencia de noticias DPA.

«Cuatro meses después de la retirada de Afganistán, nuestro principal general de la OTAN se pronuncia. ¿Dónde ha estado mientras tanto? Obviamente, quería comprobar primero el viento y el nuevo Gobierno. Un verdadero héroe», dijo la funcionaria, quien calificó su comportamiento de «lamentable, o más claramente: vergonzoso».

Las Fuerzas Armadas alemanas concluyeron su misión en Afganistán a finales de junio, dos meses antes de que los talibán retomaran el poder.

El cambio de autoridades en Afganistán propició una misión de evacuación militar de ciudadanos alemanes y de afganos que podían estar en peligro si caían en manos de los insurgentes.

El Gobierno alemán quiere ahora acelerar la evacuación de personas especialmente vulnerables del país asiático y, en consecuencia, se van a eliminar las trabas burocráticas en la expedición de visados, como dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, antes de Navidad.

Todavía hay 15.000 personas en Afganistán que Alemania ha aceptado acoger.

Pese a las promesas de evacuación de las grandes potencias occidentales a la hora de dejar el país, miles de afganos esperan desde hace meses respuestas a sus solicitudes de asilo en esos países.

En el caso de Estados Unidos, que lideró la invasión a Afganistán tras los atentados de 2001, los funcionarios federales de inmigración enviaron en la últimas semanas cartas de denegación a cientos de afganos que buscaban ingresar temporalmente al país por razones humanitarias.

Desde la retirada de las fuerzas estadounidenses, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos ha recibido más de 35.000 solicitudes de visados humanitarios, de las cuales 470 fueron rechazadas y más de 140 aprobadas condicionalmente, según dijo esta semana la vocera de dicho organismo, Victoria Palmer.(Télam)

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El Periodista