El mundo cancela fiestas de fin de año y refuerza medidas frente a alza de contagios de coronavirus
"Hay pruebas consistentes de que Ómicron se está propagando significativamente más rápido que la variante Delta. Y es más probable que las personas vacunadas o recuperadas de Covid-19 puedan infectarse o reinfectarse".
En las últimas semanas varios países anunciaron un endurecimiento de restricciones y suspensiones de fiestas de Navidad y Año Nuevo frente a un abrupto incremento de contagios de coronavirus, como ocurrió el año pasado, aunque esta vez se debe, sobre todo, a la nueva variante Ómicron, registrada en noviembre último por Sudáfrica y probablemente más contagiosa que la Delta.
«Hay pruebas consistentes de que Ómicron se está propagando significativamente más rápido que la variante Delta. Y es más probable que las personas vacunadas o recuperadas de Covid-19 puedan infectarse o reinfectarse», alertó días atrás Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Frente a esto, varios Gobiernos revivieron medidas que acompañaron a cientos de miles de habitantes el año pasado en las fiestas.
Los estadounidenses, el país con más casos de coronavirus y muertes acumuladas por la enfermedad en el mundo -más de 51 millones y 809.400, respectivamente- y que recientemente ha experimentado un abrupto incremento de infecciones debido a la variante Ómicron, ya empezaron a sentir las cancelaciones de fiestas de fin de año.
La segunda ciudad estadounidense más grande, Los Ángeles, por ejemplo, canceló la asistencia a la fiesta de Año Nuevo en Grand Park, aunque el evento podrá ser visto por internet, como ocurrió en 2020, mientras que los estados de California y Rhode Island reimpusieron tapabocas en interiores.
En la ciudad de Nueva York, epicentro global de la pandemia en 2020 y donde un incremento en las infecciones ya afecta los espectáculos de Broadway y genera largas filas en centros de testeos, se espera esta semana el anuncio del alcalde Bill de Blasio sobre la famosa celebración de Año Nuevo en Times Square.
En la limítrofe Canadá, la provincia de Quebec impuso un límite de seis personas o de dos burbujas familiares para reuniones en casas desde el 26 de diciembre, mientras que la Columbia Británica cerró bares, discotecas y gimnasios.
En América Latina, donde la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, aseguró que este año hubo triple de infecciones y muertes por coronavirus».
Brasil, uno de los países de la región más golpeados por la pandemia con 21,2 millones de casos y 615.000 decesos, se vio obligado a extremar sus cuidados y prohibió el ingreso al país de turistas no vacunados.
Río de Janeiro, por ejemplo, canceló su fiesta oficial de fin de año, a la que cada año acuden millones de turistas de todo el mundo, y en total, 21 de las 27 capitales brasileñas no celebrarán fin de año para evitar contagios masivos de coronavirus.
Chile, por su parte, tiene prohibido el ingreso al país de extranjeros no residentes que hayan estado los últimos días en los países africanos de Sudáfrica, Zimbabwe, Namibia, Botsuana, Lesoto, Esuatini y Mozambique.
En Perú, el Gobierno resolvió ampliar el horario del toque de queda que regirá los días de las fiestas de fin de año (los viernes 24 y 31 de diciembre) desde las 23 y no a la 1 del día siguiente, como estaba previsto, y se extenderá hasta las 4, tal como se había programado originalmente.
En Ecuador, las autoridades prohibieron la celebración en espacios públicos de procesiones y fiestas por Navidad y fin de año, redujeron el aforo en iglesias, centros comerciales, restaurantes y playas -con apertura entre las 6 y las 18-, y varios sitios exigen presentación de certificados de vacunación.
En Bolivia, se prohíben fiestas en lugares cerrados y los centros de eventos que estés gestionando fiestas deberán presentar autorización y, además de límite de aforo, el horario permitido será desde las 5 del 31 de diciembre a las 5 del 1 de enero de 2022.
La situación no es mejor en Europa, donde el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) aseguró que ya existe transmisión comunitaria de la variante Ómicron, que espera «un nuevo y rápido aumento de los casos en los próximos dos meses» y que la vacunación «no es suficiente», por lo que exhortó a los Gobiernos a reintroducir medidas.
En el Reino Unido, el país más afectado de Europa por la variante Ómicron y que superó por primera vez en toda la pandemia los 100.000 casos diarios el miércoles último, el premier Boris Johnson descartó nuevas medidas antes de Navidad, pero el alcalde de Londres, Sadiq Khan, canceló las celebraciones públicas de la noche de Año Nuevo.
Alemania limitó las reuniones de la noche del 24 de diciembre a 10 personas y anunció que a partir del 28 de diciembre todos los eventos deportivos serán a puerta cerrada, sin presencia del público.
En Francia, el Gobierno pidió a las alcaldías anular los conciertos y fuegos artificiales previstos para la noche de Año Nuevo, canceló el consumo de alcohol en la vía pública y en París se suspendieron las celebraciones en los Campos Elíseos.
En España, Cataluña se convirtió el lunes último en la primera región en imponer nuevas restricciones a partir de hoy: toque de queda de 1 a 6 de la madrugada, 50% de aforo en restaurantes y un límite de 10 personas para todo tipo de reuniones sociales, mientras que otras ocho zonas presionan al gobierno nacional para que aplique medidas y que dispuso del uso obligatorio de barbijos.
En Italia, algunas ciudades ya pusieron en marcha restricciones de aforo debido a las compras navideñas y el uso de barbijo al aire libre volvió a ser obligatorio en la región de Lacio, que contiene la capital Roma, mientras el Gobierno nacional evalúa más medidas.
En Grecia, del viernes 24 de diciembre al domingo 2 de enero será obligatorio el uso de tapabocas.
En paralelo, en Alemania, donde un fuerte brote de la variante Delta comenzó ya a remitir a golpe de restricciones, el Gobierno dijo que Ómicron será la dominante dentro de una a tres semanas, lo que hace temer un nuevo pico y, por eso, prohibió el público en grandes eventos deportivos y limitó a 10 el número de personas que pueden reunirse en Nochebuena. (Télam)