Condenan a 18 años de prisión a marido de principal opositora en Bielorrusia
"Mi marido, Serguei Tijanovski, es condenado a 18 años de prisión. El dictador se venga públicamente de sus opositores más fuertes".
Un tribunal de Bielorrusia condenó hoy al esposo de la líder de la oposición a 18 años de prisión por incitación al odio y organización de disturbios masivos.
Además de Serguei Tijanovski, fueron condenados a prisión varios detractores del Gobierno de Alexander Lukashenko en una causa que amplios sectores del país consideran motivada por intereses políticos.
«Mi marido, Serguei Tijanovski, es condenado a 18 años de prisión. El dictador se venga públicamente de sus opositores más fuertes», reaccionó en la red social Twitter Svetalana Tijanovskaya.
«El mundo entero observa; no nos detendremos», agregó la líder opositora desde el exilio.
Tijanovski, de 43 años, fue detenido en mayo de 2020 cuando analizaba presentarse a la presidencia en las elecciones de agosto.
Era ampliamente conocido por el eslogan anti-Lukashenko «Detén a la cucaracha».
Su mujer lo sustituyó sobre la marcha y logró movilizar, para la sorpresa general, a masas de manifestantes nunca vistas contra el poder, que fueron duramente reprimidas.
Svetlana Tijanovskaya, una antigua profesora de inglés, se vio obligada a exiliarse poco después de las elecciones presidenciales en las que los resultados oficiales le dieron a Lukashenko una victoria aplastante y un sexto mandato en el cargo, pero fueron rechazados por la oposición y Occidente como una farsa.
Los resultados desencadenaron una ola de protestas sin precedentes, la mayor de las cuales vio a unas 200.000 personas tomar las calles de la capital bielorrusa, Minsk.
En respuesta, el Gobierno reprimió con violencia a los manifestantes y aún mantiene la presión sobre cualquier voz opositora con redadas masivas regulares y detenciones.
Tsikhanouskaya huyó del país a Lituania un día después de la votación bajo presión de las autoridades.
Otras figuras clave de la oposición también han abandonado el país, mientras que algunas han terminado tras las rejas.
Desde su exilio, Tijanovskaya recorre el mundo visitando a los jefes de Estado y de Gobierno occidentales para aumentar la presión sobre el presidente bielorruso.
Occidente impuso importantes sanciones a empresas bielorrusas y responsables del Gobierno de Lukashenko por la represión de las protestas en 2020. (Télam)
