Auster, Isabel Allende, Vargas Llosa y otros 300 artistas reclaman cese de represión en Cuba
En el texto, los firmantes piden al Ejecutivo del presidente Miguel Díaz-Canel que respete el papel fundamental que desempeñan el arte y los artistas en la sociedad.
Un grupo de intelectuales y artistas notables, entre los que están Paul Auster, Elena Poniatowska, Isabel Allende, Sergio Ramírez, Mario Vargas Llosa y J. M. Coetzee, además de Claudia Piñeiro como única representante argentina, hicieron un llamado público para pedir al Gobierno de Cuba que cese la represión contra los artistas y respete la libertad de expresión, tras las denuncias por los abusos registrados en el marco de las movilizaciones convocadas en julio y noviembre último.
En el texto, los firmantes piden al Ejecutivo del presidente Miguel Díaz-Canel que respete el papel fundamental que desempeñan el arte y los artistas en la sociedad, teniendo en cuenta que encarcelarlos o «forzarlos a exiliarse» es «un acto abusivo e inhumano».
La solicitada, promovida por Human Rights Watch (HRW), lleva las firmas de Meryl Streep, Paul Auster, Elena Poniatowska, Isabel Allende, Sergio Ramírez, Mario Vargas Llosa, J. M. Coetzee, Jules Feiffer, Chimamanda Ngozi Adichie, Khaled Hosseini y Claudia Piñeiro, así como representantes españoles como la cineasta Isabel Coixet o la escritora Rosa Montero.
La solicitada también incorpora representantes de la cultura cubana, como el dramaturgo Yunior García o la artista Tania Bruguera. Esta última ha advertido de que «el nivel de injusticia y represión que el Gobierno cubano está imponiendo a su propio pueblo es cada vez peor», hasta el punto de que quiere «impedir y criminalizar la protesta pacífica y la disidencia».
En el último tiempo, los artistas cubanos independientes se convirtieron en una de las voces que denuncian la falta de libertades y derechos humanos fundamentales en la isla. Varios raperos, escritores, actores y artistas plásticos se unieron en los movimientos “San Isidro”, “27N” y “Archipiélago” que organizaron manifestaciones masivas y usan el acceso a internet para captar la atención del mundo ante sus denuncias. (Télam)