ONU estima que 9 millones de personas necesitan ayuda alimentaria en norte de Etiopía
Etiopía es escenario de un conflicto interno desde hace un año, cuando el Gobierno envió al ejército para destituir a las autoridades disidentes del TPLF en el Tigré,
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió hoy que más de nueve millones de personas necesitan ayuda alimentaria en la zona norte de Etiopía, una región envuelta desde hace más de un año en un conflicto armado entre el Gobierno y un grupo disidente.
El PMA considera que 9,4 millones de personas se enfrentan a la hambruna «a causa del conflicto», entre el Gobierno y el Frente de Liberación del Pueblo del Tigré (TPLF), iniciado en esta zona del norte de Etiopía y que ya alcanzó las regiones de Amhara y Afar, hacia el centro del país.
Según datos del PMA, la malnutrición también aumenta en estas tres regiones y afecta a entre el 16 y el 28% de los niños, mientras que en Amhara y el Tigré, el 50% de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas.
«Más del 80% (7,8 millones) de las personas que necesitan ayuda en el norte de Etiopía se encuentran lejos de la línea de combate», agregó en un comunicado el PMA, citado por la agencia de noticias AFP.
Esta semana llegó ayuda alimentaria a las ciudades de Dese y Kombolcha, a 400 kilómetros de Adís Abeba, la capital de Etiopía, por primera vez desde que fueron ocupadas por los rebeldes del TPLF hace un mes.
Etiopía es escenario de un conflicto interno desde hace un año, cuando el Gobierno envió al ejército para destituir a las autoridades disidentes del TPLF en el Tigré, en el norte del país, una región controlada por este grupo rebelde considerado «terrorista» por el Gobierno federal.
Pese a que el primer ministro, Abiy Ahmed, proclamó su victoria a fines de noviembre de 2020, desde junio de este año los rebeldes del Tigré avanzaron más allá de esta región y tomaron una ciudad a apenas 200 kilómetros de la capital etíope.
Abiy, exsoldado de 45 años, marchó al frente de combate para dirigir al Ejército en la guerra contra los rebeldes, mientras el viceprimer ministro y canciller, Demeke Mekonnen Hassen, se hará cargo de los asuntos gubernamentales de rutina durante su ausencia.
Además, el Gobierno, que declaró el estado de emergencia a principios de noviembre, impuso ayer un decreto con nuevas restricciones respecto a la difusión de información sobre el curso de la guerra.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó esta semana un alto del fuego «incondicional e inmediato» en el país africano.
Esta organización ya había anunciado que evacuará antes del 25 de noviembre a las familias de sus empleados internacionales en Etiopía.
En este contexto, Estados Unidos, Francia y El Reino Unido, entre otros, también pidieron a sus ciudadanos que abandonen el país.(Télam)