ONU alerta que financiamiento para adaptación al cambio climático está por debajo de metas
En un mundo que ya ha llegado a un aumento de la temperatura de 1,1°C respecto a la era preindustrial, las catástrofes climáticas se multiplican y los compromisos climáticos de los Estados podrían conducir a un calentamiento "catastrófico".
La financiación para adaptarse al cambio climático en los países en vías de desarrollo es entre cinco y 10 veces inferior al costo de las medidas para luchar contra ese fenómeno, alertó hoy la ONU, al referirse a uno de los temas más importantes que se negociarán en la conferencia climática COP26 que se está desarrollando en Glasgow hasta el 12 de noviembre.
Esos esfuerzos «están muy lejos de ser suficientes, (el mundo) debe incrementar radicalmente sus esfuerzos para adaptarse al cambio climático», comentó Inger Andersen, responsable del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), al margen de la conferencia que se realiza en la ciudad escocesa de Glasgow, en Reino Unido.
Los países ricos proporcionaron en 2019 un total de 79.600 millones de dólares en ayudas para luchar contra el cambio climático a los países en vías de desarrollo, pero dos tercios de esa suma fueron destinadas a los proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que se conoce como mitigación, en lugar de al capítulo de adaptación, es decir, de la transición hacia economías basadas en energías limpias.
Algunas organizaciones ecologistas consideran que la adaptación es la vía más urgente y práctica para enfrentarse a un fenómeno inevitable, el del calentamiento del planeta, vista la demanda de energía para satisfacer el crecimiento en los países en desarrollo en África, Asia, Medio Oriente o América Latina.
Según el PNUMA, las necesidades de financiación son cada vez más acuciantes: entre «140 a 300.000 millones de dólares anuales de aquí a 2030», y entre «280 y 500.0000 millones anuales de aquí a 2050», tan solo para los países en vías de desarrollo.
Esos fondos son «entre cinco a diez veces superiores a los flujos de finanza pública internacional destinada a la adaptación», aseguró el informe.
«Las pruebas sugieren que esta diferencia es más importante que durante el último informe de 2020 y que está aumentando», señaló Andersen, citada por la agencia de noticias AFP.
En un mundo que ya ha llegado a un aumento de la temperatura de 1,1°C respecto a la era preindustrial, las catástrofes climáticas se multiplican y los compromisos climáticos de los Estados podrían conducir a un calentamiento «catastrófico» de 2,7°C, según la última evaluación de la ONU, antes del inicio de la COP26.
«Incluso si acabáramos con las emisiones de gas de efecto invernadero hoy, el impacto del cambio climático continuaría durante décadas», destacó Anderson.
«Tenemos que cambiar de velocidad en la ambición para la financiación de la adaptación y su aplicación, para reducir los daños y perjuicios. Y tenemos que hacerlo ahora», aseveró la responsable del PNUMA.
Los países desarrollados, que son los que más contaminan, se comprometieron desde 2009 a transferir 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 a los países en desarrollo para ayudarlos en la transición hacia el uso de energías limpias, una meta que no se ha cumplido porque no se llegó a reunir el dinero.(Télam)