Lukashenko acusa a Unión Europea de negarse a dialogar sobre tema migrantes
Un paquete de sanciones aprobado por la UE contra las autoridades de Bielorrusia, se extenderá también a los jueces, fiscales y agentes de seguridad del país,
El presidente bielorruso Alexandr Lukashenko acusó hoy a las autoridades de la Unión Europea (UE) de negarse a discutir con Minsk sobre el destino de los dos mil migrantes bloqueados en la frontera con Polonia.
«Espero una respuesta de la UE sobre los 2.000 migrantes», declaró Lukashenko, que pidió al bloque que los reciba, durante una reunión del Gobierno, en declaraciones reproducidas parcialmente por la agencia de prensa estatal Belta.
La canciller alemana Angela «Merkel me prometió que iban a examinar el problema a nivel de la UE», aseguró el dirigente bielorruso, que habló dos veces por teléfono esta semana con la líder germana.
En tanto, un paquete de sanciones aprobado por la UE contra las autoridades de Bielorrusia, se extenderá también a los jueces, fiscales y agentes de seguridad del país, comunicó hoy el ministro interino de Exteriores alemán, Heiko Maas, en una conferencia virtual sobre Bielorrusia.
«La semana pasada, el Consejo de Asuntos Exteriores inició el quinto paquete de sanciones que incluye a los jueces, fiscales y representantes de los servicios de seguridad bielorrusos, responsables de violaciones de derechos humanos», dijo Maas, citado por el servicio de prensa del Ministerio de Exteriores alemán.
Maas agregó que, junto con sus socios, Alemania estableció una plataforma internacional para llevar ante la justicia a las personas en Bielorrusia que violaron los principios del derecho internacional, añadiendo que esta plataforma ya empezó su trabajo.
Además se dirigió al Gobierno de Rusia, llamándolo a apoyar a las fuerzas democráticas bielorrusas en vez de a Lukashenko.
«El Kremlin defiende a Lukashenko porque lo considera un garante de estabilidad, sin embargo, los recientes acontecimientos volvieron a demostrar que él, al contrario, está empujando a Bielorrusia hacia los disturbios y el aislamiento», indicó.
Hoy, el mandatario bielorruso dijo que su Gobierno se esforzará por hacer cumplir los deseos de los migrantes alojados en la frontera y recordó que Minsk ya había organizado un vuelo de evacuación y está preparando uno nuevo para finales de mes.
Miles de migrantes, en su mayoría kurdos iraquíes, estuvieron bloqueados durante días en el frío y húmedo bosque de la frontera que separa Bielorrusia y Polonia, con la esperanza de entrar en territorio de la Unión Europea.
Alrededor de 400 personas fueron repatriadas el jueves en avión a Irak, y unos 2.000 fueron llevados por las autoridades bielorrusas a un hangar cerca de la frontera.
Varias potencias europeas acusan a Bielorrusia de crear una crisis artificial al hacer venir a potenciales demandantes de asilo (sobre todo de Medio Oriente), y de llevarlos hacia la frontera prometiéndoles que entrarían fácilmente en la UE, como una forma de venganza por un paquete de sanciones contra el Gobierno, tras unas polémicas elecciones.
Bielorrusia desmiente estas acusaciones y reprocha a la UE su negativa a acoger a los migrantes.
En tanto, la Organización Mundial de Salud (OMS) realizó la primera entrega de ayuda humanitaria con productos de higiene al centro de migrantes Bruzgi, en la zona frontera centro del conflicto, comunicó el jefe del proyecto en la oficina de OMS, Oleg Dubovik.
Los primeros suministros contienen «paquetes de higiene en marco de la misión de la OMS», dijo citado por el portal ruso de noticias Sputnik.
Dubovik destacó que los paquetes tienen en cuenta la situación intensa con el Covid-19 y contienen antisépticos, mascarillas, jabón liquido y otros artículos de higiene.
Además la OMS subrayó que se prevé suministrar medicamentos para situaciones de emergencia.
Ayer, el representante de la OMS Gerald Rockenschaub, señaló que en el contexto de la grave situación con la salud de los migrantes en la frontera, la organización está dispuesta a suministrar medicamentos, así como artículos médicos y de higiene al centro de migrantes en Bruzgi. (Télam)