Italia y Francia relanzan su relación tras años de tensiones
El acercamiento de esta semana será además la primera jugada bilateral ítalo-francesa de cara a la nueva configuración que tendrá el mapa de poder europeo tras la salida de Merkel.
Italia y Francia firmarán el jueves próximo en Roma un tratado para relanzar la relación bilateral tras las tensiones que marcaron los últimos años, y de cara a formar un nuevo eje para la Europa que se reconfigura con la salida de la canciller alemana, Angela Merkel, luego de 16 años en el poder.
El premier italiano, Mario Draghi, recibirá ese día al presidente francés, Emmanuel Macron, para firmar el denominado «Tratado del Quirinale», en referencia al Palacio Presidencial de Roma, con el que buscarán relanzar el vínculo bilateral.
El documento, de 12 artículos desarrollados a lo largo de 30 páginas, se referirá a asuntos concretos en áreas variadas como Coperación Internacional, Migraciones, Espacio, sostenibilidad y educación, adelantaron fuentes diplomáticas a Télam.
Entre los puntos que aparecen en el Tratado figuran, por ejemplo, la identificación del Mediterráneo, los Balcanes y África como áreas estratégicas para el trabajo común, así como la idea de establecer un mecanismo de intercambio de estudiantes a nivel bilateral inspirado en el Erasmus vigente a nivel europeo, agregaron las fuentes.
La firma del tratado, a días de que Francia asuma el 1 de enero la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea, buscará poner fin a una serie de tensiones que marcaron el vínculo bilateral en los últimos años, hasta la llegad de Draghi al Gobierno en febrero de 2021.
Desde las diferencias por la crisis libia hasta los cruces por la gestión migratoria por el cierre francés de la frontera en el paso de Ventimiglia, el vínculo bilateral atravesó varias dificultades en el último lustro.
El peack de las tensiones se dio a inicios de 2019, cuando la embajadora italiana Teresa Castaldo fue convocada por la Cancillería francesa a raíz de las declaraciones del entonces vicepremier y actual canciller Luigi Di Maio a favor de los «chalecos amarillos», el movimiento crítico con Macron que tuvo en vilo a Francia durante meses.
Dentro de los cruces bilaterales estuvieron también lo que Italia denominó la «agresividad» de empresas francesas para buscar adquirir firmas italianas en sectores claves como las comunicaciones y hasta una polémica por el dulce Nutella, criticado en 2015 por la entonces ministra francesa de Ambiente Segolene Royal, que debió luego disculparse.
El acercamiento de esta semana será además la primera jugada bilateral ítalo-francesa de cara a la nueva configuración que tendrá el mapa de poder europeo tras la salida de la canciller alemana, Angela Merkel, luego de 16 años en el poder.
En ese marco, mientras Macron enfrenta elecciones el año próximo, Draghi aparece en un pico de popularidad por el que el arco político italiano se divide entre apoyar su continuidad como premier o postularlo a la presidencia de la República, ya que el actual mandatario, Sergio Mattarella, termina su primer mandato en febrero de 2022 y ya anunció que no irá por la reelección.(Télam)