«Encanto», nueva cinta animada de Disney para que latinos dejen de ser «invisibles»
“Encanto” cuenta la historia de los Madrigal, una familia extraordinaria que vive escondida en las montañas de Colombia en una casa mágica que funciona como el epicentro espiritual de un pequeño pero vibrante pueblo.
Por Nicolás Biederman
El actor John Leguizamo, que lleva casi cuatro décadas en Hollywood con recordados papeles en filmes como “Carlito’s Way”, “Romeo y Julieta” o “Moulin Rouge”, presta su voz a uno de los principales personajes de “Encanto”, el filme animado de Disney inspirado en su Colombia natal que llega este jueves a los cines y que, en su opinión, demuestra que “la representación de latinos y otras minorías está cambiando”.
“Que esta película, que va a ser la gran película animada de este fin de año, sea sobre los latinos y los colombianos es una emoción que ni puedo contar”. El intérprete también recordado por la fallida “Super Mario Bros.” y por ponerle la voz a Sid, el torpe perezoso de la saga animada “La era de hielo”.
Nacido en Bogotá pero emigrado junto a su familia a los 4 años a Nueva York, Leguizamo maneja un perfil desenfadado y franco -que lo dejan en el ojo de algunas polémicas de vez en cuando- que ha criticado mucho la forma en que los latinos son representados en pantalla.
Por eso sintió “un gran orgullo” al saber de «Encanto»: en la rica historia de largometrajes de The Walt Disney Animation Studios, iniciada en 1937 con “Blancanieves y los siete enanitos”, es apenas el tercero inspirado por la cultura latinoamericana, tras “Los tres caballeros” (de 1944, aunque en rigor es una colección de cortos) y “Las locuras del emperador” (2000, sobre un disparatado emperador inca).
Otro puñado que puede mencionarse, aunque de otros estudios que hoy conviven bajo el paraguas de Disney, incluiría títulos como “Coco” (2017), de Pixar, o “Rio” (2011), de Blue Sky y ambientado en la “cidade maravilhosa” carioca.
“Encanto” cuenta la historia de los Madrigal, una familia extraordinaria que vive escondida en las montañas de Colombia en una casa mágica que funciona como el epicentro espiritual de un pequeño pero vibrante pueblo. La magia de este Encanto ha bendecido a todos los niños y niñas de la familia con un don, desde la súper fuerza hasta la capacidad de sanar a los demás.
Solo Mirabel quedó fuera del reparto de poderes, pero cuando la familia y el Encanto corran peligro será ella la última esperanza de sus seres queridos.
Los directores Jared Bush y Byron Howard (que antes dieron vida a “Zootopia”) junto con Charise Castro Smith, decidieron contar con artistas latinos para la confección de todas las canciones originales de la cinta (a cargo del genial Lin-Manuel Miranda), para su interpretación (Carlos Vives y Maluma tomaron parte) y para dar la voz a cada uno de los personajes.
En la versión original, la voz de Mirabel es de Stephanie Beatriz, la actriz estadounidense nacida en Neuquén, de padre colombiano y madre boliviana, y famosa por su rol en la serie de comedia policial “Brooklyn Nine-Nine”. También participan lxs colombianxs María Cecilia Botero, Carolina Gaitán, Angie Cepeda, Mauro Castillo o Maluma, y otros de raíces latinas como Jessica Darrow, Diane Guerrero, Wilmer Valderrama, entre más.
A ellos se suma Leguizamo como Bruno, un tío de Mirabel que cuando comienza la película es un nombre prohibido para la familia, pero que luego resultará ser un bienvenido compañero de aventuras.
Bruno es un personaje muy misterioso, a tal punto que no se permite hablar de él. Es un tabú.
John Leguizamo: Es como uno de esos primos o tíos que en cada reunión siempre dice las cosas que no debe decir, basadas en la verdad pero que incomodan. Como él tiene el poder de contar el futuro a la familia no le gusta porque a veces el futuro no es como ellos quieren. Lo sacan de la familia y el pobre se esconde, vive muy solitario hasta que se reúne con Mirabel.
Esta es la primera película de Disney que ofrece una mirada a la cultura colombiana, ¿fue eso lo que más te atrajo de este proyecto?
JL: Es la película número 60 de la historia de Disney y la primera que es tan específica sobre los latinos de Colombia. Los directores y los escritores fueron a Colombia a hacer su investigación, trajeron acá a Hollywood a los Vives para que hicieran un poco de vallenato, Maluma está en la película, una gran parte del elenco es colombiano. Hablan de arepas con queso, muestran la belleza que es el país.
Todo eso fue súper importante para mí, porque nosotros los latinos en Estados Unidos somos el 20 por ciento de la población, e incluso representamos el 25 por ciento del consumo de la economía, y casi somos invisibles.
Además, es una película positiva: la mayoría de las veces que aparecen los latinos en el cine es con una connotación negativa, y vernos celebrados por nuestra belleza, por nuestra inteligencia y nuestros regalos al mundo es algo muy importante.
¿Crees que películas como esta dan cuenta de una evolución en la representación de la comunidad en la industria de Hollywood?
JL: Yo me he quejado de esto ya por 30 años. De que no nos representan bien y de que no tenemos suficiente espacio en pantalla. Por fin este año, no sé si fue por la pandemia o por el activismo del Black Lives Matter, la representación de latinos y otras minorías en este país está cambiando. Lo estamos viendo en política, en los libros que se publican, en las noticias, ahora en las películas. Yo creo que en algún momento va a llegar a ese 20 por ciento que somos los latinos.
Con la saga de “La era de hielo” ganaste una gran experiencia como actor de voz. ¿Qué desafíos y particularidades tiene ese oficio?
JL: Yo soy muy crítico de la gente que hace voces para dibujos animados, porque a veces quedan muy desconectadas del personaje, no me resulta creíble que salga esa voz de ese dibujo. A mí me muestran las imágenes y trato de imaginar una voz que parezca que viva en esa cara. Si mi personaje tiene que estar entusiasmado yo me entusiasmo, si se tiene que quedar sin aliento yo hago lo mismo. Uno tiene que hacer muchas cosas físicas con su voz para poder darle vida, para que se sienta vivo.
¿Dirías que es más difícil hacer tuyo al personaje cuando solo puedes hacerlo con la voz?
JL: Sí, es mucho más difícil, pero a la vez uno disfruta más, porque estás solo en la cabina. Como soy muy obsesivo y me gusta repetir la línea mil veces, me dejan. En una película no se puede, no hay tiempo.
¿Qué te pidieron los directores?
JL: Yo quería hacer una voz bien rara y ellos me dijeron que no. “Haz tu voz” me dijeron. Les dije “¿me están diciendo que mi voz es rara?” (risas). Querían que fuera un personaje vulnerable, con problemas para socializar, es un tipo que se la pasa solo todo el tiempo y se habla a sí mismo o habla con las ratas. E hicimos un personaje divertido y querible. (Télam)