El Grupo de Puebla reclama una América Latina más justa y solidaria

Dos de los temas centrales de la primera jornada fueron la integración regional y la transición ecológica.

El Grupo de Puebla inauguró hoy su encuentro en la Ciudad de México con la intervención de líderes progresistas de América Latina, el Caribe y Europa, entre ellos el presidente argentino Alberto Fernández, quienes abogaron por una región más igualitaria y justa, a la vez que plantearon la necesidad una acción conjunta para hacer frente a la pandemia, los retos económicos y la amenaza de la extrema derecha en el continente.

Dos de los temas centrales de la primera jornada fueron la integración regional y la transición ecológica.

Sobre el primero de estos puntos, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta, consideró que es necesario que la integración contemple y vincule al sistema educativo y al mercado laboral, y puso como ejemplo la experiencia de Europa.

«Son 27 países en la Unión Europea que hablan idiomas distintos, que tienen historias distintas, religiones distintas y han logrado tener una integración regional. ¿Y por qué no nosotros? Somos países hermanos, tenemos una misma matriz colonial y casi integra la región, también compartimos el idioma y una historia común, pero también un futuro común», dijo Gómez Alcorta.

La problemática de la homologación de títulos profesionales en distintos países de la región es un planteo que será desarrollado en sesiones posteriores.

En la misma línea fue la disertación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien expuso que la integración no solo debe implicar la construcción regional de infraestructura y de ciencia y tecnología, sino que también debe incluir a la ciudadanía.

De acuerdo con el exmandatario, la integración ciudadana es un elemento clave a la hora de debatir cómo es posible transformar un modelo de desarrollo liberal que se plantea regionalmente en términos de circulación y movilidad de bienes y servicios, pero no de personas.

Este mediodía, el presidente Alberto Fernández participó del encuentro a través de un mensaje grabado en el que volvió a cuestionar la distribución desigual de vacunas contra el coronavirus en el mundo y consideró que África fue «abandonada a su suerte» y ahora debe enfrentar una nueva variante, la Ómicron, que «pone en jaque a todo el sistema internacional nuevamente».

La cita, la séptima celebrada por este foro y la tercera presencial, fue abierta por el excandidato presidencial y fundador de este espacio Marco Enríquez-Ominami, quien destacó la necesidad de debatir en un modelo de desarrollo solidario, tema sobre el que también giraron las disertaciones del expresidente colombiano Ernesto Samper y la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

«Este encuentro es un laboratorio de la esperanza», dijo, por su parte, el canciller de México, anfitrión de la cumbre, Marcelo Ebrard.

El diplomático mexicano señaló que esta reunión pretende elaborar no solo una propuesta de futuro para América Latina, sino también para el mundo, basada en la igualdad y la justicia social.

En ese sentido, instó a los presentes y a los Gobiernos a luchar contra la pobreza y la corrupción que, a su juicio, atentan contra la dignidad humana.

«En nuestras manos está modificar las circunstancias actuales y actuar», sentenció.

Sobre el mismo punto ahondó el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva: «La ONU ya no representa lo que representaba. Es necesario una nueva gobernanza mundial que tenga autoridad moral para resolver conflictos, que construya más igualdad en el mundo».

La pandemia fue otros de los temas abordados por los presentes: mientras el presidente de Bolivia, Luis Arce, pidió «tomar medidas conjuntas para cuidarnos entre todos» y favorecer la distribución de vacunas a nivel mundial, su par argentino solicitó «tomar el toro por las astas» y luchar contra la desigualdad que esta produjo.

“Somos sobrevivientes (de la pandemia), y como sobrevivientes tenemos el deber ético de aprender de tanto dolor, de asumir las carencias del mundo y la humanidad, y de ver de qué manera ponemos en marcha un mundo diferente”, afirmó Fernández, de forma telemática.

Otro de los aspectos tratados fue el económico y Rousseff reclamó una reindustrialización regional, acompañada de políticas educativas de calidad, mientras que la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena, se refirió a la deuda de los países latinoamericanos y la responsabilidad del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En tanto, Samper alertó sobre un «desembarco fachista» en la región, un tema denunciado también por varios de los exmandatarios presentes, como el ecuatoriano Rafael Correa y el citado Zapatero.

«Ese desembarco fachista no nos da miedo. Tenemos con qué enfrentarlo», concluyó el exmandatario colombiano.

En una de las citas propuestas para mañana, el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (Clajud), dimensión jurídica del Grupo de Puebla se propondrá analizar el fenómeno del lawfare.

El Grupo de Puebla cuenta con 54 líderes progresistas de 16 países y tiene como objetivo fortalecer la integración regional, promover el debate y articular el diseño de programas y modelos comprometidos con el crecimiento con inclusión, el acceso al trabajo, la educación, la salud y la vivienda dignos.

El séptimo encuentro del Grupo tiene lugar en la Ciudad de México entre hoy y mañana y sus ejes centrales son el debate sobre nuevos modelos solidarios de desarrollo y la definición de una agenda progresista para el Continente tras las profundas consecuencias políticas, económicas y sociales que generó la pandemia, según señalaron los organizadores.

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El Periodista