El exjuez Moro volvió a Brasil en busca de convertirse en alternativa a Lula y Bolsonaro en 2022
El Supremo Tribunal Federal determinó ese año que Moro fue parcial y ejerció una persecución política contra el expresidente Lula.
Por Pablo Giuliano, corresponsal
Anulado por la Corte Suprema por haber manipulado sentencias con fines políticos contra el exmandatario Luiz inácio Lula da Silva, Sérgio Moro, exjuez y exministro de Jair Bolsonaro, dejó su trabajo de consultor en Estados Unidos y regresó a Brasil para afiliarse al partido derechista Podemos de cara a ser opción de «tercera vía» en las presidenciales de octubre de 2022.
«Un Brasil justo para todos», escribió hoy Moro en Twitter, acompañando la convocatoria al acto de su afiliación, que se realizará el 10 de este mes en Brasilia.
Su posible candidatura cuenta con el apoyo inicial de figuras del grupo mediático Globo y exministros bolsonaristas como el general retirado Carlos Santos Cruz, exsecretario general de la presidencia.
Moro está siendo exhibido ante los círculos de poder como la interpretación de un «bolsonarismo sin Bolsonaro».
El partido Podemos es considerado el brazo parlamentario de lo que fue la Operación Lava Jato y un aliado en la agenda económica del Ejecutivo.
Incluso uno de sus senadores formó parte de los defensores de Bolsonaro en la comisión parlamentaria del Senado que acusó al jefe de Estado de nueve delitos, entre ellos crímenes contra la humanidad.
El Supremo Tribunal Federal determinó ese año que Moro fue parcial y ejerció una persecución política contra el expresidente Lula.
El entonces magistrado condenó a Lula en la Operación Lava Jato en 2017 y lo encarceló al año siguiente, lo que dejó al exmandatario afuera de las elecciones en las que terminó venciendo Bolsonaro. Paso siguiente, Moro dejó la magistratura para asumir como ministro de Justicia del nuevo Gobierno el 1 de enero de 2019.
Moro fue ministro de Bolsonaro durante 15 meses pero salió con un portazo al denunciar la injerencia de su entonces jefe en la designación de comisarios de la Policía Federal.
En economía es un neoliberal declarado y había llegado al Gobierno por su relación con el ministro de Economía, Paulo Guedes.
«Lula y Bolsonaro pueden conmemorar la llegada de Moro porque se suma al pelotón de la tercera vía. Puede ser más un globo de ensayo para ver si el exjuez puede ser candidato a senador por el estado de Paraná. La Corte acertó al considerarlo parcial, cada día se confirma más que actuó siendo juez por intereses políticos», dijo el analista en asuntos jurídicos Augusto de Arruda Botelho al sitio UOL.
Moro acompañará su despegue como posible presidenciable con un libro llamado «Contra el Sistema de Corrupción», pese a que la corte lo consideró parcial y explicitó su manipulación en las causas contra Lula.
El máximo tribunal anuló toda la operación Lava Jato vinculada al líder del Partido de los Trabajadores (PT), pero no sancionó a Moro por su acción.
El exjuez se encuentra con 8% de intención de voto, lejos del favorito Lula y de Bolsonaro, que según estos sondeos dominan la liza electoral.
Forma parte de un pelotón llamado «tercera vía» en el que conviven el laborista Ciro Gomes, que rompió todo vínculo con el PT, y neoliberales exbolsonaristas como los gobernadores de San Pablo, Joao Doria, y de Rio Grande do Sul, Eduardo Leitte, ambos del Partido de la Social Democracia Brasileña.
En esta lista de posibles candidatos también figuran el exministro bolsonarista de Salud Luiz Mandetta y el presentador sensacionalista de televisión, José Luiz Datena.
Moro intentó obtener una silla en la Corte Suprema cuando era ministro de Bolsonaro, pero la crisis en el gabinete entre ambos hombres de la ultraderecha lo dejó con las manos vacías en mayo de 2020.
Luego de su paso por el ministerio, Moro se mudó a Washington contratado por la consultora Alvares&Marsal para trabajar como abogado de empresas en recuperación judicial.
Una de las firmes clientes de ese megaestudio es la exconstructora Odebrecht, eje de la Operación Lava Jato y que negoció con la fiscalía de Curitiba y ante Moro las delaciones premiadas de 71 ejecutivos.
Moro deberá trabajar su red de apoyos para una candidatura debido a la desconfianza que existe en su contra en el mundo político, ya que siempre denostó la llamada política tradicional y es visto como un «traidor» por los bolsonaristas.
Para el PT, la justicia electoral no debería aceptar la candidatura de Moro a un cargo público ya que la corte lo consideró parcial en su trabajo como magistrado.
«La justicia electoral debería sancionarlo tras haber sido declarado incapaz de haber sido un juez imparcial», dijo ante una consulta de Télam el vicepresidente del PT, el diputado federal José Guimaraes.
Según Guimaraes, «Moro fue el arquitecto de la elección de Bolsonaro porque articuló, orientó y construyó ese monstruo que el mundo está viendo» y, además, «comandó una operación destinada a inhabilitar a Lula» en los comicios de 2018.(Télam)