Cientos de migrantes tratan de cruzar nuevamente a Polonia desde Bielorrusia
La UE y los ministros de Relaciones Exteriores de las potencias del G7 pidieron ayer al Gobierno de Lukashenko que cese "inmediatamente su campaña agresiva y explotadora".
Cientos de migrantes intentaron cruzar nuevamente hoy la frontera desde Bielorrusia hacia Polonia, en medio de la crisis migratoria que golpea esta zona y que, según las autoridades polacas, pierde intensidad en términos numéricos luego del traslado de miles de personas a un centros de recepción, pero crece en agresividad.
Hubo dos grupos que trataron de cruzar la frontera y entrar en Polonia y por tanto en la Unión Europea (UE), el más importante de ellos compuesto por 500 personas, algunas de las cuales lanzaron piedras y gases lacrimógenos, informaron los guardias fronterizos polacos, citados por la agencia de noticias AFP.
Los guardias detuvieron a 45 migrantes y les ordenaron abandonar el país.
Según la agencia estatal bielorrusa Belta, 2.000 migrantes que llevaban días en un campamento improvisado en la frontera en condiciones humanitarias lamentables, pasaron por primera vez la noche del jueves al viernes en un centro de recepción.
En su cuenta de Telegram, la agencia publicó fotos de migrantes durmiendo en sacos de dormir en el suelo de un hangar.
La UE acusa a Bielorrusia de alentar la crisis en reacción a las sanciones impuestas al Gobierno de Alexandr Lukashenko por la violenta represión de las manifestaciones opositoras de 2020.
Minsk rechaza las acusaciones y critica a la UE por no recibir a los migrantes.
La situación se agravó la semana pasada cuando miles de migrantes –en su mayoría, procedentes de Irak, y otros países de Medio Oriente– se reunieron en la frontera entre Polonia y Bielorrusia con la esperanza de entrar en la UE.
Desde los principios del año los guardias fronterizos polacos registraron más de 34.000 intentos de los migrantes ilegales de cruzar la frontera, de los cuales 17.500 ocurrieron en octubre. Este mes los guardias informaron de 6.000 intentos.
En medio de la crisis, Lukashenko y el presidente ruso, Vladímir Putin, mantuvieron una conversación telefónica, la segunda de esta semana, en la que abordaron la crisis migratoria, entre otros temas, informaron medio bielorrusos.
«Se expresó gran preocupación por las acciones brutales e inaceptables de los guardias fronterizos polacos» contra los migrantes en la frontera, indicaron fuentes oficiales.
Lukashenko informó a su homólogo ruso de las medidas aprobadas por Minsk para resolver la crisis y proporcionar ayuda humanitaria a los migrantes, así como de su conversación telefónica con la canciller de Alemania en funciones, Angela Merkel, celebrada el 17 de noviembre.
Bielorrusia aseguró ayer que todavía había 7.000 migrantes en su territorio y propuso repatriar a 5.000 de ellos a sus países de origen.
Paralelamente, 431 migrantes fueron repatriados a Irak el jueves por la noche. La mayoría llegó a Erbil, en el Kurdistán iraquí, y a Bagdad, la capital.
La UE y los ministros de Relaciones Exteriores de las potencias del G7 pidieron ayer al Gobierno de Lukashenko que cese «inmediatamente su campaña agresiva y explotadora».
Durante su visita a Nigeria, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, fue más allá y dijo que su país podría imponer más sanciones a Bielorrusia.
«Sus esfuerzos para usar la migración como arma tienen que parar», dijo. «Está cometiendo una terrible injusticia con estas personas a las que ha victimizado convirtiéndolas en peones», lamentó.
Según ONGs polacas, al menos 11 migrantes han muerto desde que comenzó la crisis. Además, otro grupo humanitario, el Centro Polaco de Ayuda Internacional, aseguró haber atendido el jueves a una pareja siria que aseguró que su hijo de un año había fallecido en el bosque.(Télam)