Arturo Vidal, la historia del motor de la Roja

Jugador canchero y de raza, no exento de polémicas y problemas extra deportivos, Arturo Vidal ha logrado labrarse una formidable carrera repleta de títulos y en la que ha jugado para algunos de los equipos más importantes del mundo. 

Chile ha crecido como selección en los últimos años, especialmente tras la flamante conquista de dos copas de América de la mano de la conocida como “generación de oro” formada por jugadores como Alexis Sánchez, máximo artillero histórico del combinado nacional, Claudio Bravo o Arturo Vidal, uno de los mejores centrocampistas surgidos del fútbol andino.

Según las informaciones de Balón Latino esta es posiblemente la mejor selección de la historia del país, superando incluso a aquella que logró el tercer puesto en el Mundial del 62 en el cual fue la anfitriona.

Jugador canchero y de raza, no exento de polémicas y problemas extra deportivos, Arturo Vidal ha logrado labrarse una formidable carrera repleta de títulos y en la que ha jugado para algunos de los equipos más importantes del mundo. 

Nacido en 1987 antes de convertirse en quién es hoy, no tuvo una infancia nada sencilla debido a un padre con problemas de adicciones que abusaba de él y de sus tres hermanos, amén de los problemas económicos que apenas permitían a la familia alimentarse. El episodio que mejor explica las dificultades que sufrió Arturo fue un día que a punto estuvo de perder la vida cuando su padre incendió la cama en la que dormía junto a su madre y sus hermanos. 

Gracias a su madre los cuatro hermanos salieron ilesos y desde aquel momento fue Jacqueline Pardo la que tuvo que hacerse cargo de toda la familia. Vidal siempre que pudo trataba de ayudar trabajando casi de lo que fuese con tal de aportar algo de dinero a la casa. Fue precisamente esta situación la que le hizo tomar las riendas y apostar por el talento que poseía para intentar convertirse en jugador profesional.

Foto: Cortesía RRSS Inter.

Fue en Colo-Colo donde se estrenó como profesional en el año 2005 después de pasar por todas las categorías inferiores del club y en apenas dos años allí logró conquistar tres campeonatos nacionales antes de dar el salto a Europa, concretamente al Bayer Leverkusen que pagó por el 70% de sus derechos unos 10 millones de dólares siendo en aquel momento uno de los traspasos más caros del fútbol chileno. A pesar del drástico cambio, Vidal demostró su gran personalidad y su adaptación fue muy rápida, tanto es así que acabó siendo el encargado de lanzar los penales en el conjunto alemán hasta alcanzar los 21 goles en 144 partidos con el conjunto teutón.

A pesar de no conseguir ningún título su progreso hizo que muchos equipos se fijaran en él y finalmente acabó recalando en la Juventus de Turín en el año 2011. Con la “vecchia signora” logró conquistar cuatro “scudettos” de manera consecutiva, una Coppa y dos Supercopas siendo una de las piezas clave del equipo y siendo nombrado mejor centrocampista por la Asociación Italiana de Futbolistas.

En su último año en Italia sus actuaciones le valieron para ser nominado por la Uefa como uno de los diez candidatos al premio a mejor jugador del continente. Cabe destacar que fue el primer chileno en disputar una final de Liga de Campeones aunque su equipo cayó derrotado frente al FC Barcelona.

Tras su paso por Italia, nuevamente volvió a Alemania, pero esta vez para enrolarse en las filas del todopoderoso Bayern de Múnich con el que logró conquistar tres Bundesliga, una Copa y dos Supercopas ampliando así su flamante palmarés. Con el conjunto bávaro permaneció hasta el año 2018 cuando fichó por el Barcelona. 

En la ciudad condal a pesar de no lograr alcanzar la gran regularidad mostrada en años anteriores  fue el primer futbolista en superar la barrera de los cien millones en sus diferentes traspasos y en apenas dos temporadas que jugó en España se hizo con una nueva Liga y una Supercopa. Con la llegada de Koeman al banquillo culé, la etapa de Vidal en España terminó y volvió a Italia, esta vez al Inter con los que conquistó la pasada temporada una nueva Liga lo que significaba la número 12 en 15 años de carrera. 

Con el combinado nacional logró la conquista de dos copas de América y es además el quinto máximo goleador histórico con 32 goles. Además ha disputado dos Mundiales. Como curiosidad mencionar que desde hace tres años es propietario del club Rodelindo Román, en el cual dio sus primeros pasos como profesional, sin duda se trata de uno de los mejores de la historia de nuestro país y siempre será recordado por sus éxitos y cualidades. 

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El Periodista