A 15 años del juicio que llevó a la horca a Saddam Hussein

El 13 de diciembre de 2003, Saddam fue capturado por las fuerzas norteamericanas en su ciudad natal de Tikrit, 140 kilómetros al noroeste de Bagdad, durante un operativo denominado "Operación Amanecer Rojo".

Hace 15 años, el 5 de noviembre de 2006, el exdictador iraquí Saddam Hussein que había sido derrocado por Estados Unidos para buscar unas «ficticias» armas de destrucción masiva, era condenado a la horca por el asesinato de al menos 148 chiitas en una aldea al norte de Bagdad.

Los crímenes habían ocurrido el 8 de julio de 1982 en Dujail, de 10.000 habitantes, donde vivían sunnitas y chiitas a 60 kilómetros de la capital iraquí y tras un fallido atentado contra el exautócrata.

En aquellos días, Hussein había viajado a esa aldea a pronunciar un discurso religioso para alentar a los soldados que combatían en la guerra entre Irak e Irán (1980-1988).

Pero cuando su comitiva oficial abandonó Dujail fue atacada por un grupo de hombres. Sin embargo, el exdictador salió ileso de los disparos, ya que viajaba en un vehículo blindado.

Después de ser derrocado por la invasión estadounidense, el 9 de abril de 2003, tras los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001 (11-S), Hussein se había convertido en un suerte de fugitivo de la justicia iraquí.

La Casa Blanca lo asociaba con el grupo Al Qaeda, de Osama Ben Laden, al que Washington responsabilizó por los ataques contra el World Trade Center, el Capitolio y un campo en Pensilvania que causaron unos 3.000 muertos.

De todos modos, jamás pudieron ser encontradas por los estadounidenses las supuestas armas de destrucción masiva de las que se lo acusaba al exdictador iraquí, cuyo Gobierno estaba apoyado por el Partido Baaz y los sunnitas, una rama del islam que, a pesar de ser minoritaria, gobernó tradicionalmente Irak.

El 13 de diciembre de 2003, Saddam fue capturado por las fuerzas norteamericanas en su ciudad natal de Tikrit, 140 kilómetros al noroeste de Bagdad, durante un operativo denominado «Operación Amanecer Rojo».

Después de ser enjuiciado por una corte iraquí por crímenes de lesa humanidad vinculados con el asesinato de 148 chiitas iraquíes en 1982, fue sentenciado a muerte el 5 de noviembre de 2006, y ahorcado el 30 de diciembre del mismo año año. Tenía 69 años de edad.

Junto al expresidente iraquí también fueron juzgados siete de sus antiguos colaboradores, de los cuales dos de ellos fueron condenados a muerte.

El tribunal condenó también a la pena máxima a Barzan Ibrahim al Tikriti, uno de los hermanastros del exdictador y antiguo director de los servicios de inteligencia Mukhabarat, y al expresidente del Tribunal Revolucionario, Awad Ahmed al Bandear.

En cambio, el exvicepresidente Taha Yassin Ramadan fue sentenciado a cadena perpetua, aunque la Fiscalía había pedido la pena capital.

Mientras era juzgado por los crímenes de la aldea chiita, Hussein afrontaba un juicio por la campaña militar del genocidio de Anfal, región montañosa del norte iraquí en la que murieron más de 180.000 kurdos entre 1986 y 1988.

Pero, además, tenía otros diez procesos abiertos, entre ellos el que investigaba la invasión de Kuwait, en 1990, y el bombardeo con gas de 40 pueblos kurdos en 1988, según informes del diario español El País.

En otros tiempos, el expresidente iraquí llegó a ser un buen amigo de EEUU durante la guerra Irak-Irán, recibiendo apoyo técnico y todo tipo de armas para la contienda bélica.

Pero luego se convirtió en una figura molesta para los expresidentes George H. Bush, que lo combatió en la Guerra del Golfo (1991), como para su hijo George W. Bush que ordenó la invasión de Irak tras el 11-S.

El 2 de abril de 2004, el exsecretario de Estado norteamericano, Colin Powell, recientemente fallecido, reconoció que su exposición del 20 de enero de 2003 ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el peligro que acarreaba el presunto arsenal biológico, químico y nuclear del Gobierno de Hussein, se basó en informaciones que ahora «parecen incorrectas».

«Es una mancha y siempre formará parte de mi historial. Fue doloroso. Aún es doloroso», dijo Powell en una entrevista de 2005 con ABC News.(Télam)

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El Periodista