Vaticano retomó juicio contra cardenal acusado de malversación millonaria

Becciu y los otros nueve acusados enfrentan diversos cargos de delitos financieros como malversación, blanqueo de capitales, fraude, extorsión y abuso de funciones.

El Vaticano retomó hoy el juicio por «malversación y abuso de funciones» contra el cardenal italiano Angelo Becciu, echado por el papa Francisco en 2020, acusado junto a otras nueve personas en la causa que investiga supuestos fraudes con la compra de un edificio en Londres por casi 200 millones de euros, entre otras irregularidades que provocaron pérdidas millonarias a los fondos de caridad pontificios.

Ayer, la audiencia de dos horas giró en torno al pedido de las defensas para declarar nulo lo actuado hasta el momento y que los acusados sean interrogados antes de iniciar el proceso.

En ese marco, el presidente del Tribunal vaticano Giuseppe Pignatone planteó hoy que responderá mañana al pedido de las defensas y a los reclamos de nulidad presentados por los acusados, que reclaman ser interrogados antes de un eventual recomienzo del juicio.

Becciu y los otros nueve acusados enfrentan diversos cargos de delitos financieros como malversación, blanqueo de capitales, fraude, extorsión y abuso de funciones, tras más de dos años de investigación a funcionarios laicos y religiosos por supuesta malversación de fondos en la compra y venta de propiedades.

Por otra parte, las defensas reclamaron también que se haga pública la grabación del interrogatorio del exfuncionario de la secretaría de Estado Alberto Perlasca, que quedó fuera de la investigación pese a su rol central en el organismo tras haber aportado datos a la justicia durante la investigación.

Perlasca fue interrogado dos veces como imputado y tres como «persona informada de los hechos», aunque el Tribunal solo tiene en su poder una desgrabación parcial de los interrogatorios, que según las defensas de los acusados fueron hechos sin la presencia del abogado de Perlasca.

El proceso, que se desarrolla en una sala especialmente preparada dentro de los Museos Vaticanos, es el primero de la historia en el que un purpurado será juzgado por un delito penal ante un Tribunal de jueces laicos en la Santa Sede.

Uno de los ejes del proceso es un inmueble en el número 60 de Sloane Avenue, en el barrio Chelsea, de Londres, que según la acusación fue adquirido en 2014 con fondos reservados mientras Becciu se desempeñó como «número 3» de la Santa Sede y que provocó pérdidas millonarias al fondo de caridad que gestiona el Papa.

Al elevar la investigación a juicio, dentro de las 73 páginas dedicadas a analizar la labor del purpurado, la fiscalía vaticana consideró que «también surgieron elementos contra el cardenal Giovanni Angelo Becciu, contra quien procedemos, como exige la ley, por los delitos de malversación y abuso de funciones también en concurso, así como soborno».

De todos modos, el cardenal italiano, considerado hasta mediados del año pasado un posible sucesor de Francisco, no estuvo solo en el andamiaje financiero que, de acuerdo a la acusación, se montó para desviar fondos de las obras de caridad.

Entre los acusados está también el operador financiero Gianluigi Torzi, acusado de haberse quedado con una comisión de 15 millones de euros por la compra-venta del palacio de Sloane Avenue de Londres. El Tribunal lo liberó de la necesidad de estar presente luego de que su defensa informara un proceso abierto en Inglaterra que lo obliga a estar en Inglaterra incuso con monitoreo electrónico.

También quien, según la ley, debía controlar las operaciones desde dentro del Vaticano: el expresidente de la Autoridad de Supervisión Financiera de la Santa Sede (AIF) René Brülhart, además de su mano derecha, Tommaso di Ruzza.

En ese marco, y si bien la investigación sobre la compra del Palacio de Londres es el eje paradigmático del proceso, no es la única inversión investigada.

Entre las personas enviadas a juicio se encuentra también la italiana Cecilia Marogna, acusada de «peculado» tras haber sido investigada por la supuesta malversación de 500.000 euros que Becciu le había otorgado para supuestamente formar una red de diplomacia paralela en la Santa Sede, y que fue primero arrestada y luego puesta en libertad tras ser denunciada a Interpol por la justicia vaticana.

Además de Becciu y los otros imputados, el Vaticano dispuso también el envío a juicio de cuatro firmas: HP Finance LLC; Logsic Humanitarne Dejavnosti, D.O.O., – Prestige Family Office SA, y Sogenel Capital Investment, por delitos de fraude y peculado. (Télam)

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El Periodista