Murió una menor de 9 meses y ya son 15 los inmigrantes fallecidos este año en la frontera norte de Chile
La bebé y sus padres estaban en la localidad boliviana de Pisiga cuando la madre tropezó y la niña cayó de sus brazos, sufrió un fuerte golpe contra el suelo y perdió el conocimiento.
Una niña venezolana de nueve meses murió a causa de un accidente mientras sus padres trataban de ingresar a Chile desde Bolivia y se convirtió en la decimoquinta víctima fatal registrada en esa zona fronteriza en lo que va del año.
La bebé y sus padres estaban en la localidad boliviana de Pisiga cuando la madre tropezó y la niña cayó de sus brazos, sufrió un fuerte golpe contra el suelo y perdió el conocimiento.
Al no encontrar asistencia médica, la madre tomó a la niña y caminó unos tres kilómetros hasta Colchane.
«Constatamos inmediatamente que no tiene signos vitales, procedemos a las maniobras de reanimación, las cuales fueron infructuosas», afirmó el médico Guillermo Tapia, de la unidad de urgencias del hospital.
«La menor presentaba una deshidratación severa», agregó el profesional, en un comunicado divulgado por la Municipalidad de Colchane, según la agencia de noticias AFP.
El sábado pasado murieron otras dos personas y suman 15 los inmigrantes fallecidos en lo que va de este año en las inmediaciones de Colchane, en medio de un aumento del flujo de personas que quieren entrar por allí a Chile y de un endurecimiento de la política migratoria por parte del gobierno local.
«Siento una enorme pena por esta muerte que, sin duda, remece a todos; sin embargo, es de suma urgencia atender este fenómeno migratorio con seriedad y responsabilidad de Estado, ya que en estos últimos tres días nuestra comuna registra tres migrantes fallecidos», afirmó el alcalde de Colchane, Javier García.
Más de 23.000 personas ingresaron a Chile por pasos clandestinos hasta julio pasado, casi 7.000 más que los registrados durante todo el año pasado, según datos del Servicio Jesuita de Migrantes (SJM).
Entre febrero y agosto de este año, el gobierno expulsó a cientos de inmigrantes -la gran mayoría, venezolanos- en al menos cinco operativos espectaculares en los que fueron llevados hasta el avión vestidos con mamelucos blancos con capucha y mascarillas, esposados y acompañados cada uno por un policía.
Las imágenes causaron el repudio de organizaciones internacionales, pero también exacerbaron el rechazo de muchos chilenos a la llegada de venezolanos.
El 25 de septiembre pasado, en la ciudad norteña Iquique, unas 5.000 personas protestaron con consignas tales como «Fuera ilegales» y «No más migrantes», y quemaron un campamento de venezolanos en situación de calle.