Marina Abramovic, de gira en España para recibir Premio Princesa de Asturias
La creadora serbia es una de las artistas más importantes de performance del mundo, una práctica que desarrolla desde la década del 70.
Cultora del arte de la performance con obras tan icónicas y arriesgadas como «Ritmo O» (1974), «The Great Wall Walk» (1988) y «La artista está presente» (2010) en las que explora los límites del cuerpo y la mente, y con más de 50 años de trayectoria, la artista Marina Abramović (Belgrado, 1946) recibió en España el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2021, que se otorga ahora por primera vez a una performer.
«Cuando haces un trabajo como el mío eres el objeto, el sujeto, la obra», comentó en estos días Abramović a uno de los tantos medios españoles que la entrevistó esta semana desde su llegada a la ciudad española de Oviedo. Sobre la performance, el arte efímero situado en el «aquí y ahora» afirmó que «es la forma de arte más interesante, si es buena puede cambiarnos la vida».
El premio anunciado en mayo de este año es el primero que se otorga a una creadora en la categoría de Artes. Antes lo recibieron bailarinas, cantantes, músicas y la actriz Nuria Espert. «Estoy aquí en Asturias, en un momento muy especial en mi vida para recibir este galardón como la única mujer artista trabajando en las artes visuales, es una gran responsabilidad y un gran honor -sostuvo Abramović en conferencia de prensa-. Este reconocimiento es muy importante para las artes performativas».
«Después de más de 50 años de performance se dio cuenta de que lo mejor era presentarse al público con lo esencial, con el menor número de elementos posibles, que la energía fuese pura», la presentó por su parte la crítica de artes y una de las integrantes del jurado de premiación, María de Corral, en el encuentro público realizado en el marco de la semana de entrega de los premios.
La creadora serbia experimenta sus performances con su cuerpo, y es una de las artistas más importantes de performance del mundo, una práctica que desarrolla desde la década del 70. Entre sus primeras obras está «Ritmo O» («Rhythm 0», 1974), que marcó un punto de inflexión en su decisión de continuar o abandonar este arte, según relató alguna vez. La puesta se hizo célebre porque durante seis horas se invitaba al público a interactuar libremente con ella a partir de una serie de objetos, entre ellos una pistola cargada, que terminó apuntando su cabeza.
En 1980 montó «Rest energy» («Energía en descanso») junto a Ulay, su pareja de entonces. La obra dura 4.10 minutos y es la de más corta duración realizada por la dupla, aunque alguna vez dijo que para ella «duró una vida». En el video de esta performance, se ve ambos estirando el arco con una flecha apuntando a su corazón, y se les escucha el latido del corazón. Ocho años después junto al artista presentaron «The Great Wall Walk», en la que ambos emprendieron una larga caminata por la Gran Muralla china hasta que se encontraron en el medio, en lo que constituyó una despedida de la relación.
La performer trabaja habitualmente con los límites de su propia resistencia física y mental en su trabajo e invitó al público a encontrarla con ella. También incursionó en la realidad virtual con la instalación «The Life» (2018-2019), obra sobre la que llegó a decir: «Cuando muera, esta pieza, será realmente lo único que quede de mí». «El arte tiene que ser perturbador, plantear preguntas», afirmó Abramović en estos días de estancia en Oviedo, donde mañana recibirá el Princesa de Asturias.
Entre sus numerosas creaciones están también «The Artist Is Present» («La artista está presente», 2010), que tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), donde invitaba al público a cuestionar sus propias emociones mientras se sentaban en silencio frente a la artista, que durante 716 horas y media permaneció sentada inmóvil frente a una mesa.
Hace poco se estrenó la ópera «Siete muertes de María Callas» (sobre la famosa soprano que murió de amor), una obra que comenzó a pensar en 1989, como una línea distinta de su trabajo.
Abramović tendrá en 2023 su primera retrospectiva en el Reino Unido que abarca los 50 años de su carrera, en la Real Academia de las Artes de Londres, y será la primera mujer en montar una exposición individual.
Como parte de la semana de premiación, la artista expone en Oviedo una muestra con ocho obras seleccionadas por ella que se denomina «Marina Abramović – Performative Video Works» que puede verse en https://youtu.be/KczDk3smawY (Télam)