Cronología del desplome de Sebastián Sichel
Han pasado menos de dos meses y tras una intensa campaña, el exministro del presidente Sebastián Piñera hoy atraviesa su peor momento.
Por Francisco Bravo Atias
A finales de octubre, el candidato del bloque oficialista Podemos Más, Sebastián Sichel, estaba muy bien aspectado en la carrera presidencial en el país, empatando en la cima con el aspirante del Frente Amplio, Gabriel Boric, en una reñida disputa para las elecciones del 21 de noviembre.
Han pasado menos de dos meses y tras una intensa campaña, el exministro del presidente Sebastián Piñera hoy atraviesa su peor momento.
Una serie de errores, su alejamiento de los partidos políticos y un reportaje periodístico que reveló financiamiento oculto de empresas en sus campañas políticas pasadas dinamitaron una candidatura que venía al alza, y que hoy lucha con uñas y dientes para mantenerse a flote.
CRÓNICA DE UNA CAÍDA
De manera completamente sorpresiva, el 18 de julio Sichel ganó la primaria presidencial del bloque oficialista. Un abogado que fue ministro de Desarrollo Social y Familia de la administración de Piñera y que no millita en ningún partido superó por amplio margen a los otros tres aspirantes que sí militan, en una elección que fue leída como la victoria de un independiente frente a la política tradicional.
Su primera polémica la protagonizó, de hecho, con los partidos políticos. A mediados de octubre, Sichel amenazó a los parlamentarios de centroderecha para que votaran en contra del proyecto que permite un cuarto retiro anticipado de pensiones.
«Voy a estar mirando quienes votan a favor para cuando después pidan apoyo de vuelta en sus campañas», los increpó Sichel. La frase generó una espesa tensión entre los líderes oficialistas y su candidato, debido a que la iniciativa de las pensiones es una de las más populares del último tiempo entre la ciudadanía y no todos los parlamentarios querían rechazar.
El 23 de septiembre se realizó el primer debate televisivo de candidatos presidenciales. Sichel se vio incómodo y dubitativo ante miles de espectadores y los expertos coincidieron en que fue derrotado por su contrincante del Partido Republicano, José Antonio Kast.
El 29 de septiembre, Sichel ya venía muy presionado por los partidos y se vio obligado a cambiar su equipo de asesores, debiendo añadir a algunos líderes de la centroderecha para congraciar. El 30 de septiembre se reveló que el candidato había utilizado el primer retiro anticipado aprobado en 2020 para invertir el dinero, beneficiándose de la medida que tanto vapuleó, generando críticas transversales. Además, tardó varios días en reconocer su actuación.
Todos estos hitos se fueron reflejando en los sondeos, aunque estos no reúnen las condiciones técnicas para ser una noticia fiable.
Y eso que aún no venía el golpe más fuerte.
Esta semana, el canal CNN Chile publicó un reportaje revelando que Sichel, durante una campaña a diputado que perdió en 2009, recibió financiamiento ilegal de empresas pesqueras nacionales por casi 30 millones de pesos.
Las compañías realizaron pagos con boletas de honorarios, un método utilizado para ocultar el origen del dinero y, a la vez, eludir impuestos. En esa época, las grandes empresas pesqueras financiaron con esa herramienta a varios líderes políticos con el fin de que se aprobaran leyes que les favorecían en el Congreso, caso que aún es investigado por tribunales y que ya ha dejado algunos políticos condenados por cohecho.
Evidentemente afectado, Sichel realizó el miércoles una conferencia de prensa en la que afirmó que no sabía cómo se había financiado su campaña, y que todo era culpa del Partido Demócrata Cristiano, tienda en que militó hasta 2015.
Sin embargo, pocas horas después su coordinador de campaña y amigo cercano, Cristóbal Acevedo, quien también fue vinculado al episodio de financiamiento ilegal en 2009, renunció al comando del candidato, generando aún más incertidumbre en la situación.
En conversación con la Agencia Sputnik, el diputado Alejandro Bernales del Partido Liberal, señaló que esta polémica «es parte del estilo de Sichel».
«El candidato nos tiene acostumbrado a decir algo y hacer otra cosa. Hay un video en Internet en que aparece criticando el financiamiento irregular de empresas a políticos y a él le pagaban las pesqueras. Dijo que el retiro de pensiones era dañino y él lo sacó», indicó.
«Si bien su campaña se planteó como el refresco a las malas prácticas, como el recambio de la nueva política frente a lo viejo, nos pudimos dar cuenta que Sichel es más de lo mismo», añadió Bernales.
Sebastián Sichel tiene 44 años, es abogado y gran parte de su carrera política la hizo en la centroizquierda hasta 2017, cuando se inclinó por apoyar la candidatura del ahora presidente Piñera, quien posteriormente lo nombró ministro de Desarrollo Social y presidente del Banco del Estado. (Sputnik)
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