Talibanes dispersan protesta en Kabul mientras intentan formar nuevo Gobierno

Esa protesta reunió unas 70 personas, la mayoría mujeres, mostrando pancartas y profiriendo consignas contrarias al país vecino, a menudo acusado de dar cobijo al movimiento islamista tras la invasión liderada por Estados Unidos de 2001.

Talibanes dispersan una protesta en Kabul mientras intentan formar un nuevo Gobierno

Cientos de manifestantes fueron dispersados hoy con disparos al aire por los talibanes que, mientras intentan formar Gobierno, se comprometieron con Estados Unidos a permitir nuevas evacuaciones de afganos en riesgo.

A pesar de las palabras tranquilizadoras de los nuevos dueños de Afganistán, comprometiéndose a ser más inclusivos y tolerantes, muchos en la capital temen un retorno al régimen de terror impuesto entre 1996 y 2001 por el movimiento islamista radical.

En una muestra de este rechazo, cientos de manifestantes desfilaron en diferentes protestas por Kabul, algo impensable en el anterior mandato talibán, cuando se celebraban ejecuciones públicas y se cortaban las manos a los ladrones.

«Las mujeres afganas queremos un país libre, un país que se reconstruya. Estamos cansadas», dijo Sarah Fahim en una protesta frente a la embajada de Pakistán.

«Queremos que nuestro pueblo tenga una vida normal. ¿Cuánto tiempo tendremos que vivir en esta situación?», se preguntó esta mujer de 25 años en declaraciones a la agencia de noticias AFP.

Esa protesta reunió unas 70 personas, la mayoría mujeres, mostrando pancartas y profiriendo consignas contrarias al país vecino, a menudo acusado de dar cobijo al movimiento islamista tras la invasión liderada por Estados Unidos de 2001.

Combatientes talibanes en el lugar las dispersaron rápidamente disparando sus armas al aire.

Aunque de pequeño formato y aisladas, algunos afganos, a menudo mujeres, se han manifestado en ciudades como Kabul, Herat y Mazar-i-Sharif tras la caída del país a manos de los talibanes hace tres semanas.

Aprovechando la retirada de las tropas extranjeras, los radicales lanzaron una ofensiva fulgurante que tomó por sorpresa a las potencias occidentales y, según algunos analistas, a los propios islamistas, que no estaban preparados para asumir las riendas de un país en una grave crisis económica y humanitaria.

El anuncio de un nuevo Gobierno se esperaba entre el viernes y el sábado, pero ayer el vocero principal del movimiento, Zabihullah Mujahid, indicó que todavía se demoraría unos días por «cuestiones técnicas».

El portavoz también reivindicó que sus tropas habían terminado con el último foco de resistencia y se habían hecho con el montañoso valle de Panjshir, donde se habían concentrado milicias antitalibanes y remanentes del ejército afgano.

El llamado Frente Nacional de Resistencia replicó que todavía retenía «posiciones estratégicas» en la zona y su líder Ahmad Masud llamó a un levantamiento de la población.

El rápido avance talibán también tomó desprevenidas a las potencias occidentales que, contra reloj, desplegaron una masiva evacuación de extranjeros y afganos en riesgo desde el aeropuerto de Kabul.

La retirada de las fuerzas estadounidenses el 30 de agosto interrumpió esta operación antes de poder sacar a todas las personas que cumplían los requisitos para marchar.

En visita a Qatar, la primera de un alto responsable estadounidense a la región desde la caída de Kabul, el secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró que las nuevas autoridades en Kabul prometieron nuevamente dejar salir a todos aquellos afganos que lo deseen.

Responsables talibanes dijeron que «dejarán que las personas con los documentos necesarios para viajar salgan libremente», indicó Blinken.

«La comunidad internacional espera que los talibanes respeten este compromiso», añadió el jefe de la diplomacia, acompañado del secretario de Defensa, Lloyd Austin.

Por su parte, Qatar reafirmó que el aeropuerto de Kabul, cerrado desde que los últimos soldados estadounidenses salieron del país a fines de agosto, reabrirá pronto, aunque no dieron fecha concreta.

Esta infraestructura es esencial para hacer llegar ayuda humanitaria al país, pero también para reactivar la evacuación de afganos en riesgo si los talibanes lo permiten

Por su parte, Turquía llamó hoy a «no apresurarse» en reconocer a los talibanes, aunque Ankara mantiene conversaciones sobre la puesta en funcionamiento del aeropuerto de Kabul.

En amplia entrevista a la televisión, el ministro de Exteriores Mevlut Cavusoglu se mostró prudente sobre las futuras relaciones de Turquía con el régimen talibán.

Mevlut Cavusoglu sostuvo que el Gobierno afgano debe ser «inclusivo», con la participación de mujeres y de los diferentes grupos étnicos del país.

Pero al igual que la Unión Europea, Cavusoglu se mostró cauteloso. «No hay que apresurarse» en reconocer al régimen talibán, afirmó.

«Este es nuestro consejo a todo el mundo. Debemos actuar juntos con la comunidad internacional» sobre el caso de Afganistán, agregó.

Turquía mantiene conversaciones con los talibanes en Kabul -donde conserva una representación diplomática- sobre las condiciones en las que podría operar el aeropuerto de la capital afgana.(Télam)

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El Periodista