Recelo y apatía marcan la participación de las elecciones primarias de Argentina
La participación electoral en estas PASO fue del 67 por ciento, casi cinco puntos porcentuales menos que las mismas elecciones de 2017, cuando votó el 72,3 por ciento del padrón electoral.
Por Ana Delicado Palacios
Un aplauso se oyó a los lejos en el aula de uno de los colegios electorales de la capital argentina. La ovación iba dirigida a un joven de 16 años que votaba por primera vez en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), convocadas en todo el país de cara a los comicios legislativos de noviembre.
Este fue uno de los pocos momentos de alegría que se percibieron en los centros de votación de la ciudad de Buenos Aires. Era una jornada soleada después de varios días consecutivos de lluvia, pero los rostros pacientes que hacían cola para depositar su voto no mostraban el más mínimo entusiasmo.
De repente, un joven exultante salió de uno de los centros de votación en el barrio céntrico de San Cristóbal. También tenía 16 años y acababa de emitir su sufragio por primera vez. «Estaba nervioso», reconoció Amadeo a la Agencia Sputnik. «Me imaginaba otra cosa. El llamado cuarto oscuro (lugar donde se encuentran las papeletas electorales) no es tal», refirió.
Una pareja caminaba a paso ágil tras salir de otra escuela electoral. Marta y Mauricio reconocieron haber votado sin ninguna gana. «La política argentina es un desastre. Los políticos argentinos son un desastre», se corrigió él. «Lamentablemente es votar para que nada se modifique. No hay gente cualificada o que quiera hacer honor a la patria, solo lucran con los intereses del Estado», añadió este apresurado hombre de unos 50 años.
También caminaba deprisa una mujer joven con un carrito en el que dormía un bebé. Se detuvo, pensativa, al ser consultada sobre la jornada. «Yo antes impugnaba el voto porque venía recaliente con las alternativas, así que ahora voto el menor mal posible aunque tampoco creo que me represente», afirmó María Fernanda Contreras.
Esta argentina, que se reconoció como artista y que se gana la vida como tatuadora, no ocultó su poca simpatía por el peronismo que hoy gobierna con el presidente Alberto Fernández, como tampoco la decepción con su predecesor, Mauricio Macri (2015-2019), y con el radicalismo, una rama política integrante de la coalición que llevó al poder a este último gobernante.
Para la ciudad, al menos, Fernanda deseó la continuidad de la actual gestión que comanda Horacio Rodríguez Larreta, del mismo espacio político que el exmandatario. «Eso es lo que yo quiero para el país. Me gustaría que progrese», comentó.
Esta mujer, de 43 años, anheló «partidos nuevos que sean apartidiarios de lo que son ahora», para lo que se requiere gente joven y la retirada de las viejas generaciones. «Mientras sigan los que están siempre vamos a seguir como estamos», explicó. Si eso no cambia, el país seguirá siendo «una rueda en la que siempre pasa lo mismo».
Opinó lo contrario una vecina del mismo barrio de Monserrat, estudiante de Comunicación Social, que admitió no votar en estas PASO, pues está empadronada en la localidad bonaerense de Mercedes, a 96 kilómetros al oeste de la capital.
Con 21 años, Belén Romero tenía la expectativa de que resultase vencedora la gestión actual, y por eso manifestó estar contenta, aunque admitió que había cosas por mejorar. En todo caso, «hay que votar con memoria, es lo más importante», aseguró.
La participación electoral en estas PASO fue del 67 por ciento, casi cinco puntos porcentuales menos que las mismas elecciones de 2017, cuando votó el 72,3 por ciento del padrón electoral.
La asistencia a las urnas en esta ocasión, atravesada por la pandemia de covid-19 arroja la menor concurrencia a unas elecciones desde el regreso de la democracia en 1983.
VOTO MIGRANTE ENTORPECIDO
Durante buena parte de la jornada estuvo inoperativa la página con el padrón electoral de los residentes extranjeros en la capital, dependiente del Tribunal Superior de Justicia de la capital.
Así, se dificultó que los 417.558 migrantes habilitados para elegir cargos locales, y cuyo sufragio es obligatorio, pudiesen averiguar la escuela y la mesa en la que votaban.
Los extranjeros residentes en la ciudad representan el 14,7 por ciento de los electores convocados a las urnas en este distrito, 2.252.058 personas.
El padrón electoral de extranjeros trepó más de 2.000 por ciento en estas PASO y las listas pasaron de tener 20.000 inscritos a 417.558, al incorporarse de forma automática a todos los migrantes residentes en la ciudad, según determina el primer Código Electoral de la historia de la capital, sancionado el 25 de octubre de 2018.
En total, 34.332.992 ciudadanos, de un total de 44,7 millones de habitantes, fueron llamados a las urnas para votar en estos comicios.
Las fuerzas políticas deben acudir a las PASO porque la ley así las obliga, pero el oficialismo presentó fórmulas únicas en la mayoría de los distritos, en lugar de varias precandidaturas en competencia, como realiza el principal bloque opositor, Juntos por el Cambio.
Las elecciones primarias son una gran encuesta de lo que se dirimirá en las legislativas de noviembre, cuando se renuevan un tercio de los escaños del Senado y la mitad de los de la Cámara de Diputados. (Sputnik)
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