Muestra propone recorrido inmersivo por obra de Van Gogh a través de cartas con su hermano

Hay constancia de 800 cartas escritas por el creador de obras como "Los girasoles", "Los lirios" o "La habitación" y la mayor parte de las elegidas en la exposición son las dirigidas a su hermano Theo.

La muestra «Conoce Vincent van Gogh», la única exposición oficial del Museo Van Gogh de Ámsterdam, se expone por estos días en Madrid y propone un recorrido inmersivo por la obra del pintor a través de la correspondencia con su hermano menor.

Hay constancia de 800 cartas escritas por el creador de obras como «Los girasoles», «Los lirios» o «La habitación» y la mayor parte de las elegidas en la exposición son las dirigidas a su hermano Theo.

Estos intercambios epistolares tienen dos versiones: la de adultos, que no se ahorra los detalles de una vida de arte, pero también de desesperación y desesperanza; de adicciones, dudas y problemas de salud mental. Y la de los niños, «menos cruda», informan los organizadores de Proactiv, la empresa colaboradora con el museo del artista.

Theo van Gogh era cuatro años menor que Vincent y «fue su confidente y su asesor», explicó Vincent Willem van Gogh, su sobrino bisnieto. Y es la otra voz que más se repite al ir recorriendo las distintas salas que alberga la gran carpa elegida para la exposición, informó sobre la muestra el diario El País.

«Crecieron juntos, fueron inseparables desde los cuatro años, la mujer de Theo solía decir que su marido perteneció más a Vincent que a ella», recordó en una de las salas mientras se proyectaban cuadros del artista.

La exposición no cuenta con obras originales y es inmersiva, es decir, se la puede recorrer con un paseo por espacios sin paredes, las divisiones las marcan grandes pantallas en las que, además de piezas artísticas, aparecen sus paisajes, las ciudades en que vivió, retratos y otros documentos personales.

Se puede ver en las paredes, oír por los auriculares y tocar las reproducciones en tres dimensiones de muchas de sus obras. Además hay cuadros en caballetes por los que pasar la mano, microscopios para observar detalles pictóricos y lentes de aumento. Asimismo, se han reconstruido los escenarios de sus pinturas. En mitad de la muestra hay un gran bar con mesas con patatas, como sentarse a la mesa junto a «Los comedores de patatas».

«La verdadera heroína fue Johanna, la mujer de Theo, que tras su muerte encontró la correspondencia, la recopiló y editó, y así recuperó uno de los capítulos más importantes de la historia del arte», explicó Vincent Willem van Gogh. A ella también se la escucha en la muestra.

A los 27 años, cuando Van Gogh se convirtió en artista encontró en su hermano Theo su principal sustento económico y emocional. Fue él quien le financió su icónica casa amarilla, cuya estancia más conocida es la habitación que se recrea en esta muestra a tamaño real. El visitante se puede sentar en la cama, cubierta por una manta roja, al lado la silla y la mesa.

«Theo fue un marchante de arte que le introdujo en la escena artística parisina del avant garde, gracias a la que pudo conocer a Toulouse Lautrec y Paul Gauguin, entre otros», explicó al diario el sobrino bisnieto, quien recuerda haber visto de pequeño, en el salón de la casa de su abuelo, colgadas en las paredes las pinturas del artista que desde 1960 son parte de la Fundación Vincent van Gogh.

En 1890, Vincent Van Gogh se suicidó pegándose un tiro en Auvers-sur-Oise, Francia. Su hermano murió seis meses después y los dos están enterrados juntos.(Télam)

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El Periodista