Exdirigente de ETA aceptó pena por ordenar atentado contra rey de España en 1997
El caso se remonta a 1997, cuando Anboto dio instrucciones para atentar contra el rey Juan Carlos durante la inauguración del museo Guggenheim de Bilbao (País Vasco, norte)
Una histórica dirigente de la extinta organización armada vasca ETA, apodada Anboto, aceptó hoy una pena de 15 años de cárcel por ordenar un atentado en 1997 contra el entonces rey de España, Juan Carlos, en una de las numerosas causas en su contra.
«Se impone a la procesada por el delito contra la Corona la pena de nueve años de prisión (…) y por el delito de depósito de armas de guerra en el seno de organización terrorista la pena de seis años de prisión», anunció el juez José Antonio Mora de la Audiencia Nacional, una alta jurisdicción en Madrid, informó la agencia de noticias AFP.
La pena fue impuesta al alcanzarse un acuerdo entre la fiscalía y la defensa de María Soledad Iparraguirre Guenechea, de 60 años, quien aceptó los hechos que se le imputaban.
Anboto «reconoce lo que han acordado el fiscal y su defensa», dijo una traductora luego de que la acusada se pronunciara en vasco.
El caso se remonta a 1997, cuando Anboto dio instrucciones para atentar contra el rey Juan Carlos durante la inauguración del museo Guggenheim de Bilbao (País Vasco, norte).
El intento se saldó con el asesinato a tiros de un agente de la policía regional vasca, la Ertzaintza, y la condena a 92 años de prisión del autor del crimen, Eneko Gogeaskoetxea.
Esta era una de las 12 causas que pesaban sobre la exdirigente etarra cuando fue entregada a España por Francia en septiembre de 2019.
Por la principal causa que motivó su extradición, el asesinato en León (norte) en diciembre de 1995 de un comandante del Ejército de Tierra, la Audiencia Nacional la condenó en julio de 2020 a 122 años de prisión tras hallarla culpable de haber entregado los explosivos para el atentado.
Iparraguirre Guenechea había sido condenada en Francia en 2012 junto a su compañero Mikel Albisu Iriarte, alias Antza, en particular por haber «dirigido» un grupo terrorista y cometido numerosos delitos que permitieron la realización de atentados.
La pareja fue detenida en octubre de 2004 en una redada en Salies-de-Béarn, en el suroeste de Francia.
ETA, debilitada por la cooperación franco-española, anunció su disolución en mayo de 2018, seis años y medio después de anunciar el fin de sus atentados.
En total, a la organización se le atribuyen 853 muertos en cuatro décadas de violencia por la independencia del País Vasco y Navarra, así como una larga lista de secuestros y extorsiones a empresarios.(Télam)