Ya no quedan militares de EEUU en Afganistán y ONU reclama una salida segura

La partida estadounidense fue festejada con disparos en la capital Kabul, según relataron testigos, que contaron que las ráfagas venían en particular de los principales puestos de control de los talibanes

Las tropas de Estados Unidos abandonaron hoy por completo, un día antes de lo anunciado y en medio de una severa derrota, el territorio de Afganistán, un hecho celebrado por el movimiento talibán y que da paso a una nueva etapa en el convulsionado país, obligado a insertarse en el mundo con nuevas formas de gestión y a controlar a sus grupos radicalizados.

Cuando partió el último avión de EEUU, que llevaba al embajador Ross Wilson y al comandante de las tropas en Afganistán, el general Chris Donahue, el mundo presenció simbólicamente el final de una guerra de 20 años, la más larga en la historia estadounidense, y, probablemente, la concreción de una de sus derrotas más vergonzantes.

«Aunque se completó la evacuación militar, continúa la misión diplomática para asegurar más ciudadanos estadounidenses y afganos elegibles que quieran irse», explicó el jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán, Kenneth McKenzie en una conferencia de prensa.

El anuncio del final de la retirada dejó en segundo plano otros dos hechos significativos de la jornada: el nuevo atentado a las cercanías del aeropuerto de Kabul, obra del grupo yihadista Estado Islámico del Khorasan (EI-K), y la pretensión de la ONU, votada por el Consejo de Seguridad, de que los talibanes cumplan su promesa de una salida “segura” para afganos y extranjeros.

El general McKenzie detalló que «desde el 14 de agosto, durante un período de 18 días, aviones de Estados Unidos y sus aliados han evacuado a más de 123.000 civiles del Aeropuerto Internacional Hami Karzai».

A modo de balance, el militar celebró que se trató de «una misión que entregó a la justicia a Osama Ben Laden junto con muchos co-conspiradores de al-Qaeda», y detalló que 2.461 oficiales y civiles norteamericanos murieron en el operativo y quedaron más de 20.000 heridos”.

Igualmente, puede que el análisis completo sea el que brinde mañana el presidente Joe Biden, que anunció una conferencia de prensa en un comunicado en el que destacó el rol de los militares que permitieron “el peligroso retiro según lo programado” y sin arriesgar más vidas.

La partida estadounidense fue festejada con disparos en la capital Kabul, según relataron testigos, que contaron que las ráfagas venían en particular de los principales puestos de control de los talibanes, mientras los gritos de júbilo se oyeron también desde lugares ubicados en la llamada «zona verde», el sector más controlado, sede de muchas embajadas.

La salida de las últimas tropas extranjeras fue precedida en la madrugada por la caída de varios cohetes disparados esta madrugada contra el aeropuerto de Kabul en un vecindario cercano, un atentado que reivindicó el EI-K.

«Los soldados del califato atacaron al aeropuerto internacional de Kabul con seis cohetes», señaló el grupo en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.

Un funcionario de cargo alto de seguridad que trabajó en el Gobierno derrocado hace dos semanas indicó que los cohetes habían sido disparados desde un vehículo en el norte de Kabul, donde se encuentra la terminal aérea.

En el vecindario de Chahr-e-Shaheed, donde cayeron los proyectiles, se formaron grupos alrededor de los restos de un automóvil usado por los atacantes, que parecía tener seis tubos de lanzacohetes en el lugar del asiento trasero.

La Casa Blanca confirmó el ataque y aseguró que la evacuación continuó sin interrupción, porque mañana se cumplía la fecha que Biden había fijado para el retiro.

El retorno del movimiento islamista de los talibanes al poder desencadenó un éxodo de afganos aterrorizados que trataban de huir gracias a un enorme puente aéreo liderado por Washington que permitió evacuar a 116.700 personas, entre ellas 1.200 entre ayer y hoy, según informó la Casa Blanca.

“Los últimos 17 días han visto a nuestras tropas ejecutar el puente aéreo más grande en la historia de Estados Unidos, evacuando a más de 120.000 ciudadanos estadounidenses, ciudadanos de nuestros aliados y aliados afganos de Estados Unidos. Lo han hecho con un coraje, profesionalismo y resolución incomparables”, resaltó Biden en su texto.

El ataque de hoy siguió al del jueves, también en los alrededores de la estación aérea de Kabul, que dejó cientos de muertos –entre ellos 13 militares estadounidenses-, sobre todo de personas que estaban en la zona tratando de huir del país.

Un vocero de los talibanes advirtió hoy que los ataques del EI-K deben terminar con la salida de las tropas estadounidenses, bajo amenaza de que el Gobierno, de lo contrario, reprimirá a esa milicia.

Los talibanes ratificaron además que tomarán de inmediato el control del aeropuerto, un paso que planeaban dar mañana y que seguramente se adelante, reportó la cadena de televisión Al Jazeera.

Actualmente continúan las consultas con Turquía y Qatar sobre la asistencia técnica en el mantenimiento del aeropuerto, pero aún no se logró un acuerdo, agregó la fuente a Al Jazeera, citada por la agencia Sputnik.

También Pakistán puede jugar un rol de peso en materia humanitaria, al punto que hoy un avión proporcionado por Islamabad le sirvió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para llevar, por primera vez desde que el país está en manos de los talibanes, ayuda médica.

En un comunicado, la OMS indicó que el avión llegó a Mazar-i-Sharif procedente de Dubai con 12,5 toneladas de medicamentos y material médico a bordo.

Mientras, los cancilleres de varias potencias discutieron en videoconferencia la chance de un “enfoque conjunto” sobre el futuro de la región para después de que termine la última fase de las evacuaciones.

Convocados por Washington, participaron de la conversación los responsables de Relaciones Exteriores de países que EEUU considera “socios claves”: Francia, Canadá, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña, Turquía, Qatar, la Unión Europea y la OTAN.

Y el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que pide a los talibanes cumplir su compromiso de garantizar la salida «segura» de afganos y extranjeros, pero sin la zona protegida que reclamaban Francia y el Reino Unido.

Trece de los 15 miembros votaron a favor de este texto elaborado por Estados Unidos, Francia y Reino Unido, y se abstuvieron China y Rusia, al que la cuestión le preocupa especialmente, por la posibilidad de que una afluencia masiva de refugiados a sus exrepúblicas de Asia Central limítrofes con Afganistán (Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán) tenga un efecto desestabilizador en la región.

Parte del debate entre las potencias pasa por si se intentará un diálogo común o cada país negociará por separado.

El Gobierno británico aseguró que continuará trabajando con las solicitudes de los ciudadanos afganos que pidieron ser evacuados y que para eso está dispuesto a dialogar con los talibanes, y España afirmó que no reconocerá al movimiento como legítimo, pero que no descarta mantener contacto con sus autoridades por motivos operativos.(Télam)

1 comentario
  1. Sandra González dice

    Buenas noches. La guerra más larga de EEUU es la de Corea que lo obliga a mantener permanentemente en Corea del Sur bases militares, 28 000 efectivos militares y 6000 especialistas civiles (según el Pentágono) más la logística correspondiente para su mantenimiento. El acuerdo para el armisticio se firmó el 27 de julio de 1953.

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