Nueva Zelanda extiende el confinamiento por su brote de coronavirus de la variante Delta
La jefa del Gobierno indicó que se detectaron 35 nuevas infecciones en las últimas 24 horas, lo que eleva el total a 107 desde que comenzó el brote, y que unas 13.000 personas que estuvieron en contacto con personas contagiadas serán sometidas a test.
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, prolongó hoy el confinamiento nacional para combatir el brote de la variante Delta del coronavirus aparecido la semana pasada en Auckland, la capital, tras seis meses sin infecciones locales en el país.
Luego de una reunión con su gabinete, Ardern dijo que extender el confinamiento, que expiraba mañana, hasta el 31 de agosto en Auckland y hasta el viernes en el resto del país era «la opción más segura» a la espera de que las infecciones lleguen al máximo.
«La variante delta nos lleva ventaja y hemos tenido que ponernos al día tan rápido como hemos podido», pero «no pienso que hayamos alcanzado el pick de este brote», a partir del cual empiezan a bajar los casos, dijo Ardern, informó la agencia de noticias AFP.
La jefa del Gobierno indicó que se detectaron 35 nuevas infecciones en las últimas 24 horas, lo que eleva el total a 107 desde que comenzó el brote, y que unas 13.000 personas que estuvieron en contacto con personas contagiadas serán sometidas a test.
La nación oceánica, uno de los países desarrollados con la tasa de vacunación más lenta, había sido mundialmente reconocido por su efectiva gestión de la pandemia con confinamientos rápidos y tempranos.
Este fin de semana, el ministro responsable de la gestión de la pandemia, Chris Hipkins reconoció, sin embargo, que la variante Delta «cambia las reglas del juego considerablemente» y hace parecer «menos adecuadas» las actuales medidas.
Las autoridades neozelandesas aceleraron la semana pasada su campaña de vacunación, que se inició el pasado febrero con los trabajadores más expuestos, pero que hasta finales de julio no se extendió a la población en general.
El Gobierno pretende terminar de vacunar a la población objetivo antes de finales de año para reabrir en el primer trimestre de 2022 sus fronteras, que cerró en marzo de 2020.
El archipiélago de Nueva Zelanda, con unos 5 millones de habitantes, acumula unos 3.000 casos y 26 fallecidos por Covid-19 desde el inicio de la pandemia, lo que le ha valido alabanzas en el extranjero por su gestión.
Sin embargo, el país reconoció ayer que la propagación de la variante Delta, más contagiosa, amenaza su estrategia «cero Covid».