Castillo perdió a su canciller: renunció Béjar, cuestionado por viejas declaraciones

La salida de Béjar, con apenas 19 días de gestión y anunciada por la Secretaría de Comunicación Estratégica y Prensa del Despacho Presidencial, se produjo un día después de su reunión con el presidente Pedro Castillo.

El Gobierno de Perú tuvo hoy su primera baja a nivel ministerial con la renuncia del canciller Héctor Béjar, a horas de haber abierto una áspera polémica por unas declaraciones de febrero en las que atribuyó a la Marina de Guerra el inicio del «terrorismo» en el país, lo que multiplicó los cuestionamientos de la oposición, que de por sí ya lo criticaba por su pasado guerrillero.

La salida de Béjar, con apenas 19 días de gestión y anunciada por la Secretaría de Comunicación Estratégica y Prensa del Despacho Presidencial, se produjo un día después de su reunión con el presidente Pedro Castillo.

Y ocurrió apenas horas más tarde de que el jefe de Gabinete, Guido Bellido, publicara un mensaje que adelantaba que el Gobierno tendría «los cambios para la marcha del país» y que el titular de Interior, Juan Carrasco Millones, expresara su apoyo a las fuerzas de seguridad y su rechazo al terrorismo y aclarara que «cada ministro responde por sus opiniones».

Los sitios de los diarios La República y El Comercio reseñaron que el fin de semana una cadena de televisión sacó a la luz unas declaraciones de Béjar de febrero, durante la campaña electoral, en las que hablaba del rol que la Marina habría desempeñado en la lucha contra Sendero Luminoso.

«El terrorismo en Perú lo inició la Marina y eso se puede demostrar históricamente. Estoy convencido, aunque no puedo demostrarlo, que Sendero Luminoso ha sido en gran parte, producto de los servicios de la CIA y la Inteligencia norteamericana. No puedo demostrarlo, pero estoy convencido de eso», señaló el ahora excanciller.

El oficialista partido Perú Libre (PL) lo despidió con palabras de reconocimiento y apoyo en su cuenta de la red Twitter: «Héctor Béjar significa consecuencia en ideales y mucha política. Es un hombre de su tiempo, digno representante de su generación. Como docente tiene el respeto de miles de alumnos. Como canciller demostró vocación por lograr un país soberano. Gracias, maestro».

Y después fue el líder partidario Vladimir Cerrón el que también tuvo palabras de elogios para el ahora exfuncionario: «Un canciller de la talla de Béjar será difícil de encontrar para nuestro país; nunca lo tuvimos, nunca lo tendremos», escribió.

En realidad, los reclamos para que Béjar dejara la jefatura de Relaciones Exteriores vienen desde antes porque la oposición cuestionó desde el primer minuto su pasado insurgente.

Catedrático universitario, escritor y sociólogo, el funcionario renunciante fue fundador en la década de los 60 del efímero Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante la dictadura del general Juan Velasco Alvarado (1968-1975).

Varios medios descontaban que Béjar no lograría atravesar la censura del Congreso, que recibirá al gabinete en pleno el jueves 26 y debe decidir con un voto si aprueba o no al Gobierno de Castillo.

La propia Marina de Guerra del Perú fue la primera en manifestar su rechazo y advertir que esa falsa afirmación atenta contra el honor de quienes formaron parte de esta institución y lucharon contra Sendero Luminoso.

«La Marina de Guerra del Perú rechaza la afirmación antes referida, carente absolutamente de veracidad; la misma que constituye una afrenta contra los hombres y mujeres que lucharon y continúan luchando contra la delincuencia terrorista, contras las viuda, huérfanas y deudos víctimas de esa execrable acción», señaló la fuerza.

Esta mañana, mientras se sucedían las críticas a Béjar, hubo una reunión en el Palacio de Gobierno de la que participó el ministro de Defensa, Walter Ayala, representantes de las Fuerzas Armadas y el excanciller Manuel Rodríguez Cuadros.

A su salida, el diplomático se excusó de dar detalle sobre el encuentro que tuvo con el mandatario.

«Lo único que quiero señalar es que no he venido por una cuestión importante y evidentemente un ofrecimiento para asumir como canciller sería extraordinariamente importante y no es así», dijo.

La Asociación Civil Transparencia, en tanto, indicó que no se puede poner en debate cómo fue el inicio de los atentados, combates y la ola de violencia que azotó al país, una cuestión que consideró ya saldada por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), que atribuyó esa responsabilidad a la maoísta organización Sendero Luminoso.

Cancillería intentó relativizar las palabras de Béjar con un comunicado en el que se quejó de que las palabras del canciller saliente estaban siendo «manipuladas, editadas, recortadas y sacadas de contexto» para confundir a la opinión pública y «obtener la censura del ministro de Relaciones Exteriores».

Carrasco Millones, titular del Ministerio del Interior, en cambio, expresó su «apoyo total» a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional.

«Soy enfático en señalar que nunca estaremos de acuerdo con el terrorismo, el narcotráfico ni la corrupción, que es el terrorismo del siglo XXI; si logramos reducir la corrupción alcanzaremos un gran objetivo para mirar a un futuro mejor», afirmó, según la agencia de noticias estatal Andina.

La parlamentaria de Avanza País Patricia Chirinos, por su parte, envió un oficio con carácter de urgencia a la presidenta del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, para pedir que se convoque a la Junta de Portavoces para discutir qué medidas adoptar por las declaraciones.

Otros legisladores, en paralelo, preparaban antes de la renuncia oficial un pedido de interpelación a Béjar y el vocero de la bancada de la fujimorista Fuerza Popular, Hernando Guerra-García, consideró que lo mejor era que el ahora excanciller diera «un paso al costado, para aliviar la crisis que ha generado en el Consejo de Ministros».(Télam)

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