Adiós al horario de invierno: 6 consejos para adaptarse y no dormirse en el intento
El principal afectado en estos procesos es el dormir de las personas, pues influye directamente en el reloj biológico de cada una
Mañanas más oscuras y tardes luminosas traerá consigo un nuevo cambio de horario en nuestro país, a excepción de la Región de Magallanes y la Antártica chilena. Este 4 de septiembre nuevamente los relojes deberán adelantarse 60 minutos, lo que provoca la sensación de tener una hora menos de sueño, por lo que especialistas entregan recomendaciones para adaptarse y preparar el organismo a este ajuste.
Desde Clínica Somno indican que el principal afectado en estos procesos es el dormir de las personas, pues influye directamente en el reloj biológico de cada una. “Nuestro cuerpo intenta adaptarse a las nuevas horas de descanso y vigilia, lo que puede demorar hasta dos semanas. Durante este periodo es clave poner atención a nuestra higiene del sueño para disminuir los impactos producidos por los trastornos de éste, como la irritabilidad, somnolencia, jaquecas o falta de concentración”, indicó Pablo Guzmán, neurólogo de la principal clínica del sueño en Chile.
En esta línea, el especialista entrega seis recomendaciones para familiarizarse rápidamente al cambio y lidiar de la mejor forma con los conflictos que puede producir el nuevo horario.
1. Anticipar las rutinas habituales: un buen consejo es adelantar periódicamente en 15 minutos diarios la hora de acostarse y levantarse, con el fin de ir adaptando nuestro organismo al ajuste horario.
2. Generar un hábito constante: con el fin de indicar al cuerpo que es momento de ir a dormir: cerrar cortinas, lavarse los dientes, ducharse, etc.
3. Si es necesario, siesta corta y refrescante: de no más de 20 a 25 minutos, para que tengan un efecto reactivador y no afecten el sueño nocturno.
4. Reducir el consumo de bebidas estimulantes: como el café y alcohol en las últimas 5 horas antes de acostarse y durante los días previos al cambio de hora.
5. Retomar el ejercicio: aprovechando que los días volverán paulatinamente a ser más largos. Idealmente en la mañana si es una actividad que involucra mucho esfuerzo físico. Para la tarde o noche son recomendables disciplinas de bajo impacto como yoga o meditación.
6. Ojo con la ropa de cama: ya que las noches aún son heladas. Debemos evitar sentir mucho frío o calor mientras dormimos, ya que esto genera despertares nocturnos e interrupciones del sueño.