Xi Jinping en el Tíbet: primera visita de un presidente chino en 31 años
El presidente de China, Xi Jinping, realizó una visita a la región del Tibet, la primera de un mandatario en los últimos 31 años, y la primera en el marco de un aniversario de la llamada por Beijing “liberación pacífica” de la zona.
La visita fue desde el miércoles hasta hoy y la agencia de noticias oficial Xinhua dio cuenta de ella hoy. Según publicó, Xi viajó por el “70º aniversario de la liberación pacífica del Tíbet”, esto es, la incorporación de esa región autónoma a la República Popular.
De acuerdo con la agencia estatal, Xi desatacó en la ocasión “la plena implementación de las directrices del Partido Comunista de China (PCCh) para gobernar el Tíbet en una nueva era y escribir un nuevo capítulo de estabilidad duradera y desarrollo de alta calidad para esa región de la meseta”.
Xi dijo que durante los últimos 70 años, el Tíbet consiguió “avances históricos en el sistema social y un pleno desarrollo económico y social, con una mejora significativa en el nivel de vida de la gente”.
«Se ha demostrado que sin el PCCh no habría habido ni una Nueva China ni un nuevo Tíbet. Las directrices y políticas del Comité Central del PCCh sobre el trabajo en el Tíbet son completamente correctas», destacó.
El sitio del diario español El País, en tanto, detalló que el líder chino voló el miércoles a Nyingchi, donde presenció los trabajos de conservación medioambiental en dos ríos de la región y que desde allí fue en tren a la capital, Lhasa, ubicada a 3656 metros sobre el nivel del mar.
Esta línea ferroviaria de alta velocidad, recién estrenada, constituye uno de los grandes proyectos con los que el Gobierno pretende mejorar la comunicación de Tíbet con el resto del país.
En Lhasa, Xi visitó el Palacio de Potala, residencia tradicional del líder espiritual del budismo tibetano, el Dalai Lama, exiliado en la ciudad india de Dharamshala desde 1959 y a quien el Partido Comunista considera un separatista y enemigo del Estado.
Xi también remarcó la necesidad de que el budismo tibetano “se adapte a la sociedad socialista” e instó a los funcionarios locales a fortalecer la unidad nacional y la educación patriótica como mecanismos para contrarrestar el “separatismo”.
El Tibet, independiente desde 1912, se incorporó a China ese mismo año por un acuerdo que le garantizaba una amplia autonomía, pero en 1959 ante una serie de protestas Beijing envió al Ejército y el Dalai Lama huyó a la India.(Télam)