Unidad Constituyente logra sobrevivir con victoria a lo Pirro

Por Héctor VERA V . Periodista, Dr. En Comunicación Social.

Finalmente, después de muchas vacilaciones, incertidumbres y negociaciones, llegó la hora de la verdad para el pacto Unidad Constituyente (PPD, PS, PR, PRO y PDC), ex Concertación o ex Nueva Mayoría.

Pasada las primarias presidenciales legales anuncia que el sábado 21 de agosto se hará una “primaria convencional” con tres candidatos: Paula Narvaéz Ojeda (PS), Carlos Maldonado Curti (PR) y Yasna Provoste Campillai (PDC).

Con esto se alcanza a mantener de pie una coalición política que está viviendo una profunda crisis de identidad, organizacional y electoral, pero aun no asegura su porvenir político para los próximos meses.

Sin duda que sus dirigentes y militantes han visto el horror del abismo bajo sus pies estos últimos meses y en especial después de la contundente votación lograda por Gabriel Boric Font que obtuvo 1.058.389 y Daniel Jadue Jadue 693.833 votos. Un total de 1 millón 751 mil sufragios logró la alianza Apruebo Dignidad. Superó la votación de los cuatro candidatos de Chile Vamos que en total obtuvieron 1 millón 340 mil votos.

Difícil tarea tiene la Unidad Constituyente para competir o compararse con semejante apoyo popular logrado por Apruebo Dignidad en las primarias legales, realizado en una votación regulada por el Servel y que da garantías de seriedad y excluye el fraude.

Nadie de esta coalición, que ha dominado la escena política de estos últimos 30 años, ha querido detenerse a analizar el por qué no lograron ponerse de acuerdo en los plazos legales y porqué disminuyen sus apoyos electorales.

Brevemente recordemos que la DC debió olvidarse de la elección interna que designó a Ximena Rincón (enero 2020) como candidata presidencial. Votaron cerca de 30.000 militantes, pero la DC puso en su lugar a Yasna Provoste basada en auspiciosas encuestas, que no siempre han sido acertadas. Aún no hay explicación pública de esta decisión que ningunea a sus propios militantes.

Por su parte, la directiva del Partido Socialista designó a Paula Narvaéz y lo propio hizo el Partido Radical con Carlos Maldonado, que sigue siendo Presidente de su colectividad. El PPD bajó a su candidato Heraldo Muñoz que había sido elegido en votación interna con un total de 13.325 votos de militantes, superando a Francisco Vidal. El Partido Nuevo Trato venido del Frente Amplio con Pablo Vidal como candidato se bajó para apoyar a Paula Narvaéz. Luego el Partido Socialista anunciaba una primaria presidencial con Apruebo Dignidad. Sin embargo fueron vetados por sus aliados del PC y por Comunes. Un fiasco mayor.

Por este fracaso político y moral , incluyendo el no respeto de sus propias votaciones internas, estos partidos de la Unidad Constituyente, quedaron en la desorientación completa y ahora tratan de sobrevivir como coalición, para asegurar cupos parlamentarios, mantener la ilusión de alternativa presidencial, pero… ¿con qué proyecto país? .

¿Se trata de continuar con lo que han hecho en los gobiernos anteriores o hacer un nuevo proyecto? Aún no lo sabemos porque todo está por redefinirse.

La candidatura de Narvaéz y de Maldonado tienen un programa de gobierno, pero Yasna Provoste, hasta la fecha de esta columna, no tiene un programa público. El PRO de Miguel Enríquez Ominami no participará de estas primarias, argumentado, nada menos, que no están las garantías para asegurar la validez de los registros electorales.

La Unidad Constituyente ha querido mostrar que no quiere hacer una cocina política y por ello llama a la “consulta ciudadana”, llena de dificultades prácticas y técnicas. Aquí de nuevo surge la incertidumbre y el abismo ¿Con cuánta votación se evita la sensación pública de no repetir la desprestigiada cocina política? ¿Son fiables los registros electorales de los partidos?¿Lograrán que sus propios militantes y sus antiguos adherentes vayan a votar a una o dos mesas por comuna? ¿Lograrán hacer creer a los ciudadanos que son un mejor proyecto de cambio que Apruebo Dignidad? ¿Cuántos de los militantes y simpatizantes de Unidad Constituyente, que ya fueron a votar, lo volverán hacer para darle vida a una coalición que no se puso de acuerdo cuando correspondía?

Puede que los cuatro partidos de la Unidad Constituyente logren mantenerse unidos en medio de un apoyo ciudadano discreto, después del 21 de agosto. Este sería el escenario más optimista para esta coalición y es lo que esperan sus dirigentes.

Sin embargo el precio de esta unidad puede ser muy alto. Puede tratarse de una victoria a lo Pirro donde el costo de la guerra puede ser peor que los resultados buscados. (“Otra victoria como esta y volveré solo a casa”). Esto porque esta operación de consulta ciudadana, que si bien no es un simulacro, es un salto tardío y desconocido por buscar la cara de la ciudadanía y recuperar la moral. Provoste, que se sugiere como la candidata más fuerte, no quiere dejar la presidencia del Senado “mientras sea precandidata”, como indicando que no está muy segura de lo que pasará, aferrándose a una barra de sobrevivencia pública.

Esta operación electoral de la Unidad Constituyente de consulta ciudadana, puede terminar en una especie de lapida vergonzosa para sus integrantes si la votación es escuálida o cuestionada por los perdedores. La candidata o candidato ganador del 21 de agosto, puede entrar a la carrera presidencial de primera vuelta de noviembre en peores condiciones que si hubiera llegado sin esta “primaria convencional” .

La buscada unidad se volvería a resentir con el natural rodado de las cabezas dirigenciales. ¿Los proyectos de estos partidos son similares como para arriesgar todo en esta operación? Al menos en el seno del Partido Socialista hay serios cuestionamientos a la alianza con el PDC que abiertamente frenó las reformas del segundo gobierno de Michelle Bachelet y ha hecho negociaciones a espalda de la coalición con Sebastián Piñera.

Importantes sectores del socialismo están por una alianza amplia con Apruebo Dignidad para asegurar que se harán transformaciones profundas y ganar las elecciones presidenciales en noviembre(21) o diciembre.(19)

En el PDC hay todavía una unidad formal, pero la convivencia de los Walker, Burgos y Aylwin con las Provoste o Rincón, no tiene buen pronóstico, tampoco el “camino propio”. El PPD está cada vez más debilitado con la larga tutela de Girardi y hay serias tendencias de ejecutar la postergada disolución del “partido instrumental”. El PR tiene un rol poco influyente en la coyuntura actual.

El pronóstico no es nada de bueno. Incluso muchos sectores que regularmente le han dado el respaldo ven la presencia de esta coalición en la elección presidencial no como un aporte sino como un estorbo a la amplia unidad de la izquierda que lidera Boric.

Una convocatoria exigua o ridícula de participantes el 21 de agosto de Unidad Constituyente, que no sea ni la mitad de los votos obtenidos por Apruebo Dignidad, puede ser la lápida definitiva a 30 años del proyecto concertacionista.

De este modo el aparente éxito de la ex Concertación de montar sus propias primarias presidenciales puede ser el nudo que desnude la descomposición completa de la denominada Unidad Constituyente. Queda poco tiempo para saberlo.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista