Suspenden en Francia la obligatoriedad del uso de mascarilla en sitios donde exigen pase sanitario

La medida, aprobada por decreto, fue publicada hoy en el Boletín Oficial francés y entra en vigor mañana.

El Gobierno francés suspendió por decreto la obligatoriedad de las mascarillas en cines, museos o instalaciones deportivas que requieran un pase sanitario para ingresar, una medida criticada por numerosos científicos debido a los riesgos que puede acarrear a personas inmunideprimidas y en medio de la aumento de casos de coronavirus -más de 18.000 en las últimas 24 horas- provocado por la variante Delta.

«Allá donde se necesite el pase sanitario» anti Covid-19, las personas «podrán quitarse el tapabocas», «salvo orden expresa de los prefectos de los departamentos en función de la situación epidemiológica», declaró hoy el ministro de Salud, Olivier Véran, a la radio RTL.

El pase sanitario contra la Covid-19 informa si el poseedor completó la pauta de vacunación, si está inmunizado o si dio negativo en un test PCR reciente.

La medida, aprobada por decreto, fue publicada hoy en el Boletín Oficial francés y entra en vigor mañana.

Esta decisión se conoce el mismo día en que el Parlamento comienza el estudio de una ley que obliga a vacunarse al personal sanitario y que extiende el uso del pase sanitario a más establecimientos, como bares y restaurantes, lo que provocó manifestaciones contrarias en la calle el sábado, aunque una mayoría sigue apoyando, según los últimos sondeos.

Para Véran, el tapabocas ya no es necesario porque con el pase sanitario se está «seguro de que todas las personas que entran están completamente vacunadas o tienen un test negativo reciente», recogió la agencia de noticias AFP.

Al contrario del público, los empleados de estos establecimientos tendrán que seguir llevando el tapabocas, precisó el Ministerio de Trabajo.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con la medida.

La epidemióloga Dominique Costagliola afirmó haber recibido la medida «con estupor».

«Es una mala idea», aseguró en la radio France Inter.

«Hay que andar con pies de plomo para combatir esta pandemia, y no retirar algunas medidas cuando llegan otras nuevas», agregó.

«Esta decisión impide el acceso a estos lugares a 250.000 personas inmunodeprimidas graves, que tienen el pase sanitario, vacunadas, pero con un riesgo alto y (…) que solo pueden contar con que todos porten tapabocas para protegerse», reaccionó, por su parte, la asociación de trasplantados de hígado, Renaloo.

Bajo el impacto de la nueva variante Delta, más de dos veces más contagiosa que la cepa original, el Gobierno francés habla ya de una «cuarta ola», con una media diaria de 8.000 casos en los últimos siete días, contra 1.850 en junio.

Véran alertó hoy que en las últimas 24 horas los contagios se situaron en 18.000, contra menos de 7.000 una semana antes, y consideró a que este aumento, provocado por la variante Delta, es inédito.

«Esto significa que tenemos un aumento de la circulación del virus en torno al 150% en una semana», dijo Véran ante la Asamblea Nacional.

Ese nivel de casos positivos no se había registrado desde mediados de mayo.

Para el ministro de Salud, Francia «nunca registró esto, ni con la Covid (su cepa original) ni con la variante inglesa ni con la sudafricana ni con la brasileña».

«Solo tenemos una arma, la vacunación (…) para deshacernos de la Covid de una vez por todas», agregó el ministro.

El Gobierno teme que esta progresión, que afecta especialmente a los jóvenes, acabe extendiéndose a las personas mayores o de riesgo no vacunadas y aumente las hospitalizaciones.

Francia acumula desde el inicio de la pandemia 5,87 millones de casos y más de 112.000 fallecimientos a causa de la enfermedad. (Télam)

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El Periodista