Martín Gore, el arquitecto de Depeche Mode, cumple 60 años
El compositor y guitarrista británico Martin Lee Gore, el alma y cerebro de Depeche Mode, una de las bandas pioneras de la música electrónica, cumple este 23 de julio 60 años.
Por Verónica Rodríguez y Javier Berro
Con su estilo único, en el que supo combinar lo sado en los 80 y años más tarde coquetear con el glam, es el compositor principal de la la emblemática banda inglesa que el año pasado cumplió cuatro décadas de trayectoria.
Martin Lee Gore nació el 23 de julio de 1961 en Londres, Reino Unido, aunque su infancia la transitó en Basildon, una ciudad más pequeña donde conoció a Andrew Fletcher y a Vince Clarke, con quienes a finales de los 70 formó la banda Composition of Sound.
En 1980 conocieron a David Gahan, quien se transformó al poco tiempo en el vocalista de la agrupación y en uno de los «frontman» más importantes hasta la actualidad. Fue él, en ese momento, el que sugirió el cambio de nombre a Depeche Mode y que reemplazaran los instrumentos tradicionales por sintetizadores.
Depeche Mode, que es considerada para muchos la pionera del rock electrónico, comenzaba a irrumpir dentro de la escena del synth-pop británico a partir de «Speak & Spell» y sellaba una alianza inquebrantable con Mute Records y su fundador Daniel Miller, pero un año después, en noviembre de 1981, Clarke anunciaría oficialmente su salida del grupo.
Con la incorporación de Alan Wilder, quien estuvo en la agrupación hasta 1995, Gore se iba a transformar en el principal compositor de la banda y comenzaría a construir una impronta que mantiene hasta hoy junto a sus compañeros Gahan y Fletcher.
Para ese entonces, el músico -quien ya componía desde los 14 años y había liderado durante su adolescencia el grupo Norman and The Worms- recurriría a algunas canciones de su repertorio personal para darle forma a «A Broken Frame» (1982), un disco que marcaría un tiempo de transición y experimentación para Depeche Mode, con canciones como «Leave in Silence», que sentaría las bases en la búsqueda de una estética musical cada vez más oscura.
Antes de encarar un nuevo proyecto, el grupo publicaría el single de «Get The Balance Right», que terminaría siendo una influencia fundamental en la creación de la música techno que se estaba desarrollando en Estados Unidos, según lo reconocería años más tarde a productores como Derrick May y Juan Atkins, pioneros de ese nuevo subgénero de la música electrónica que se caracterizaría por su sonido agresivo en las pistas de baile de Detroit.
Con la llegada de nuevas tecnologías en los estudios de grabación y el uso al máximo de lo samplers, la nueva hegemonía artística hizo que fueran apareciendo en las composiciones sonidos grabados a partir de martillar sobre metales durante sus inocentes incursiones por los edificios en construcción.
En esa época, el grupo se acercaría al sonido más industrial que quedaría plasmado en «Construction Time Again» (1983), donde Gore comenzaría a autopercibirse como un «compositor completo».
Sus composiciones intimistas, que empezaban a mostrar una poética oscura y luminosa al mismo tiempo y desnudaban la personalidad de alguien que pareciera haber vivido tanto en el cielo como en el infierno, dieron inicio a un cambio sonoro que rompía moldes y que se nutría del contexto social histórico de aquellos años.
«Creo que Martin componía acerca de su entorno. Adolescentes que están creciendo, un mal gobierno y ese tipo de cosas. Creo que al resto eso nos daba un poco de miedo», señaló Gahan en uno de los tantos documentales sobre la banda.
«Nos estábamos haciendo un poco más mayores, teníamos más mundo. Habíamos estado hasta en Asia. Nos hacíamos más conscientes del universo en su conjunto. Todo lo que hacés en determinada época afecta a las canciones que componés», reconoció Gore, sobre la lírica de aquellos años.
En ese momento, Berlín sería su residencia de tiempo completo y el lugar donde se terminaría de definir el carácter industrial de la nueva búsqueda en el estudio, incorporando de esa cultura referencias del racismo, el sadomasoquismo y la iconografía del fascismo.
Con «Black Celebration» (1986), Depeche Mode se mostró ante el mundo con un disco cargado de texturas oscuras y letras más sombrías y consolidaba una estética que es su marca registrada hasta la actualidad.
Esa etapa significó, además, la llegada del fotógrafo Anton Corbjin, que supo plasmar la estética de las composiciones de Gore en los varios videoclips que dirigió y en la creación de las escenografías que la banda utiliza desde entonces en sus giras mundiales.
«Music for the Masses» (1987) los terminaría de convertir en un grupo de enorme éxito comercial e introdujo nuevos cambios de sonido en la banda y en sus métodos de trabajo, todos impulsados por su compositor principal.
Tres años más tarde, con la salida de «Violator», el álbum más vendido de su historia y el más elogiado por la prensa, terminaron por coronarse como uno de los grupos más importantes e influyentes del planeta.
En ese disco, donde las guitarras comenzaban a encontrar su lugar entre los sintetizadores, el músico compuso los hits «Personal Jesus», «Enjoy the Silence» y «Policy of Truth».
Para Gore, la religión, el sexo y el amor son los temas recurrentes en sus letras, abordados con su sello tan único y personal, donde lo raro y lo cotidiano queda plasmado en una lírica que pareciera transparentar esa lucha con sus propios demonios y donde queda en evidencia la ambigüedad que siempre lo caracterizó.
En las últimas décadas, además de sus trabajos con Depeche incursionó como DJ y produjo distintos materiales solistas adentrándose más en la electrónica instrumental.
Como así también realizó versiones de clásicos de sus héroes musicales como John Lennon, David Bowie y Lou Reed, además de un reencuentro con su ex compañero Clarke para darle forma al disco «Ssss» (2012) y a comienzos de este año lanzó su último EP «The Third Chimpanzee».(Télam)