La importancia de la Educación Parvularia durante la niñez
¿Qué aprenden los niños en este sistema educativo?
Este sistema educativo, primero en el escalón de la enseñanza, impulsa el desarrollo y a la socialización de los niños de temprana edad y cuenta con tres niveles que lo organizan.
En primer lugar, se debe reconocer que la Educación Parvularia es un espacio valioso para los niños de entre 0 y 6 años, a quienes está destinada.
Durante los primeros años de la infancia, los niños son capaces de aprender con facilidad, pueden distinguir sus necesidades e intereses y con la estimulación adecuada pueden establecer vínculos afectivos sanos, de confianza en el otro; construir su autoestima, su identidad y formar valores e inteligencia emocional.
En cada nivel de aprendizaje de la Educación Parvularia se plantean diferentes objetivos que van a depender de la institución donde se trabaje. A su vez, estos objetivos van a cambiar con los meses, semanas o días. Puede que al final de una jornada un niño haya logrado una meta según el diagnóstico planificado por el maestro y eso también vale como logro de enseñanza.
Las evaluaciones diagnósticas de cada niño parten de enumerar los objetivos de aprendizaje correspondientes a su nivel y, a través de diferentes herramientas pedagógicas, poder cumplirlos durante el año. Las claves para entender la importancia de la Educación Parvularia es saber que este sistema alienta a los niños en el proceso de aprendizaje.
¿Dónde se estudia y qué se aprende en la carrera de Educación Parvularia?
Esta carrera se estudia en la universidad y tiene un promedio de duración de diez semestres. El educador de párvulos promueve el desarrollo de los niños y niñas desde su nacimiento hasta los seis años a través de propuestas pedagógicas que se relacionan con el juego como medio de mayor importancia sobre todo en esta etapa.
El educador tiene un compromiso con el niño durante sus primeros años que, a su vez, son los fundamentales para generar experiencias inolvidables. Al ser la escuela uno de los primeros espacios de socialización, que las infancias conozcan lazos de confianza con otros niños y con los docentes es fundamental además de trabajar esto mismo desde el hogar.
¿Cuál es el campo laboral de un Educador Parvulario?
El educador parvulario puede trabajar en jardines infantes y colegios, las instituciones educativas donde se desempeñe pueden ser públicas, privadas o subvencionadas por el Estado. Una vez terminada la carrera, el egresado puede hacer prácticas profesionales en estos institutos para conocer el ritmo de cada uno.
Además de trabajar en escuelas, el educador parvulario puede participar en otros ámbitos como la comunicación o ludotecas, salas cunas y programas de Educación Parvularia impulsados por el Ministerio de Educación de Chile y principalmente desde la Subsecretaría de Educación Parvularia.
La producción de contenido didáctico es fundamental en este campo laboral, por lo que un educador puede participar de proyectos que busquen generar contenido escrito y audiovisual para otras instituciones, o incluso la elaboración de material curricular para diversas escuelas o institutos públicos o privados.
La clave del juego en la Educación Parvularia
La posibilidad de que un niño se entretenga y divierta muchas veces depende del adulto mayor que lo acompaña, que este pueda disponer de elementos y herramientas que lo animen e inviten a pensar a través de métodos didácticos que se proponen, en primer lugar, en la institución educativa.
La Educación Parvularia no es una guardería, es una instancia fundamental que compone la red de aprendizajes que va desde los educadores hasta la familia. El juego con sus pares y la correcta creación de un ambiente lleno de estímulos generan intereses en los niños y de allí se desprenden formas naturales del juego.
El juego, en este caso, es el puente para el aprendizaje, una excusa o un motivo por el que los niños llegan a diferentes habilidades, a través del disfrute y no ante una mirada prejuiciosas que los nivele mediante actividades estáticas o cuadradas que no requieren ingenio.
Se debe tener en cuenta que, en esta etapa, de los 0 a los seis años, los niños se distraen con facilidad ya que aprenden día a día cosas nuevas y todo es una aventura y un estímulo para ellos, por eso es importante tomar al juego en serio y no como una forma de simple de distracción sino valiosa herramienta para su crecimiento.