Jovenel Moise, el empresario bananero que intentó gobernar la crisis de Haití
El presidente de Haití, Jovenel Moise, asesinado hoy en un ataque a su residencia privada, era un político y empresario bananero nacido en la localidad de Trou du Nord, en el noreste del país caribeño, que gobernó por decreto durante más de dos años buscando infructuosamente controlar una crisis política en el país más pobre del continente.
Nacido el 26 de junio de 1968, con orígenes ligados al campo, Moise emigró con su familia en julio de 1974 a Puerto Príncipe, donde realizó sus estudios primarios y secundarios para posteriormente estudiar ciencias de la educación en la Universidad Quisqueya.
Tras crecer rápidamente en la actividad empresarial vinculada a plantaciones de bananos y provisión de agua limpia a las áreas rurales, en el año 2004, Moise -de 53 años- se convirtió en miembro de la Cámara de Comercio e Industria del Noroeste haitiano (Ccino), organización que después presidió.
Más tarde se convirtió en secretario general de la Cámara de Comercio e Industria de Haití (CCIH).
En 2015, el entonces presidente Michel Martelly designó a Moise como el candidato a la Presidencia del partido político que fundó, el Partido Haitiano Tèt Kale (PHTK), de centroderecha.
Para esa campaña, Moise se centró en la promoción de la agricultura bioecológica como motor económico para el país, el más pobre de América, cuya población rural está por encima de 50%.
También centró su discurso en la idea del éxito personal, basado en su propio origen rural y se puso como un «ejemplo de éxito posible».
Durante la campaña aprovechó el sobrenombre por el que muchos le llaman en su país: «el hombre banana».
También expresó su apoyo a las políticas de Martelly: la educación universal y la salud, la reforma energética, el estado de derecho, la creación de empleos sostenibles, la protección del medio ambiente y el desarrollo de Haití como destino para el ecoturismo y el agroturismo.
Tras una ardua campaña, el 15 de octubre de 2015 Moise recibió el 32,8% de los votos en la primera ronda de las elecciones y pasó a una segunda vuelta junto a con Jude Célestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (Lapeh).
Célestin se negó a participar en la segunda vuelta el 24 de enero de 2016, tras acusar al órgano electoral de parcialidad y de consentir el supuesto fraude.
En consecuencia, Haití permaneció sin presidente al expirar el mandato de Martelly el 7 de febrero de 2016, por lo que días después ese cargo fue ocupado de forma interina por Jocelerme Privert, presidente del Senado.
El 6 de junio de ese año el nuevo Consejo Electoral Provisional (CEP) invalidó los resultados de octubre de 2015 y convocó nuevas presidenciales para el 9 de octubre, a las que concurrió Moise por el PHTK, pero el paso del huracán «Matthew» días antes de los comicios, que causó casi seiscientos muertos, obligó a su aplazamiento.
Moise ganó finalmente la elección presidencial en la primera vuelta en noviembre de 2016, con el 55,60% de los votos y relevó al frente del país al interino Privert.
El 23 de febrero nombró primer ministro al médico Jack Guy Lafontant, sin experiencia política.
En 2018, el anuncio del alza de combustibles desató una ola de protestas en todo el país que empujaron la dimisión Lafontant.
Las manifestaciones no se aplacaron y los haitianos exigieron conocer el destino de los fondos de Petrocaribe, una alianza petrolera con varios países del Caribe como signatarios, en medio de crecientes sospechas de corrupción.
Si bien Moise respaldó que se investigara al respecto, las protestas arreciaron desde el 7 de febrero de 2019, coincidiendo con su segundo aniversario en el poder.
El 31 de mayo de 2019, la Corte Superior de Cuentas envió al Parlamento su informe sobre el destino de los fondos de Petrocaribe y apuntó que las empresas de Moise y de su predecesor Martelly habían sido beneficiadas con proyectos millonarios que no se ejecutaron, lo que encendió a un más las protestas y la violencia callejera.
Desde septiembre de 2019 se sucedieron olas de manifestaciones en demanda de la dimisión del presidente, en unos momentos de crisis por la corrupción, la escasez de combustible, el hambre y la inseguridad.
Ello llevó a la suspensión de las elecciones previstas para octubre, por lo que en enero de 2020 se clausuró el Congreso por finalización del mandato.
Pese a ese vacío, en marzo de 2020, nombró como primer ministro a Joute Joseph, que llevaba dirigiendo de forma interina el país desde hacía un año.
Para este año están previstas que se celebren las aplazadas elecciones legislativas, así como la convocatoria de presidenciales, para septiembre y noviembre respectivamente, en las que Moise no podía ser candidato.
Con una gran oposición de distintos sectores que querían que dejara el poder el 7 de febrero de 2021, ante una distinta interpretación de su mandato presidencial, que él consideraba que finalizaba en 2022, el Consejo Superior del Poder Judicial dictó ese día una resolución que daba por concluido su mandato.
Moise tildó esa decisión de intento de golpe de Estado y pidió el apoyo internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad para acabar con la violencia de las bandas armadas.
El 5 de julio pasado, apenas dos días antes de su asesinato, había nombrado a Ariel Henry como nuevo primer ministro con la tarea de formar un Gobierno de consenso que integre a diferentes sectores de la vida política del país.
Sin embargo, no había llegado todavía a asumir su rol cuando hoy se produjo el magnicidio. De hecho, fue el primer ministro saliente, Claude Joseph, quien se encargó de dar a conocer la noticia del asesinato.
Moise estaba casado desde 1996 con Marie Martine Etienne Joseph, antigua compañera de estudios.(Télam)