Chile protege a un aliado de Guaidó en su embajada de Caracas y genera el repudio de Venezuela
"El gobierno de Chile informa que el dirigente de la oposición venezolana Emilio Graterón ha sido acogido en calidad de huésped en la residencia de la embajada de Chile", señaló un comunicado divulgado a última hora del viernes por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Chile recibió en las últimas hora en su embajada en Caracas a un colaborador del líder opositor venezolano Juan Guaidó, «para brindarle protección», en una decisión que despertó el rechazo del Gobierno de Nicolás Maduro que lo acusa de promover hechos recientes de violencia.
«El gobierno de Chile informa que el dirigente de la oposición venezolana Emilio Graterón ha sido acogido en calidad de huésped en la residencia de la embajada de Chile», señaló un comunicado divulgado a última hora del viernes por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Graterón, exalcalde del municipio Chacao, en Caracas, es acusado por el gobierno de Maduro de promover hechos de violencia que tuvieron lugar entre el 7 y 8 de julio pasado, cuando bandas atacaron con armas de guerra a fuerzas de seguridad y a civiles.
«La decisión del gobierno de Chile obedece a una solicitud del líder de la oposición Juan Guaidó y tiene por objeto brindar protección a esta persona, quien sufre persecución política por parte del régimen de Nicolás Maduro», añadió el texto chileno.
La respuesta de Venezuela no tardó en llegar: «Rechazamos la decisión del gobierno de Chile al contribuir a blanquear la violencia sufrida por la población caraqueña en las últimas semanas, brindando acogida en su sede en Caracas a uno de sus principales promotores, solicitado desde hace días por la justicia venezolana».
A través de un comunicado de la Cancillería, se acusó al Ejecutivo que lidera Sebastián Piñera de ser «cómplice» de acciones violentas que dejaron unos 22 delincuentes abatidos, cuatro agentes del Estado caídos y un número no precisado de civiles muertos, en su mayoría por «balas perdidas», según las autoridades.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, fue más allá y durante una entrevista brindada al canal TeleSur vinculó la decisión a la reunión que mantuvieron ayer su par chileno, Andrés Allamand, y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
«No nos extraña, es parte de la disputa. El secretario de Estado le pidió proteger a este señor», indicó el funcionario en un extracto destacado en su cuenta de la red social Twitter.
Graterón y otro grupo de opositores son vinculados por el gobierno de Maduro con una operación en la que aseguran participaron «paramilitares colombianos» para concretar un magnicidio, una acusación recurrente desde el chavismo, precisó la agencia de noticias AFP.
Lo ocurrido con Graterón recuerda el caso del exdiputado Freddy Guevara, un cercano colaborador de Guaidó, acusado en el pasado de incentivar la violencia en protestas que buscaban la salida de Maduro y dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017.
Tras la autorización para enjuiciarlo, se refugió en la embajada de Chile hasta que Maduro lo indultó en septiembre de 2020, pero el lunes fue arrestado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) e imputado por «traición a la patria» y «terrorismo».
La detención de Guevara y las acusaciones contra varios aliados de Guaidó, reconocido como presidente interino por unos 60 países, ocurren en medio de una tentativa de diálogo entre gobierno y oposición, auspiciada por Noruega, que tendría como sede México.
Según el presidente del Parlamento, de mayoría chavista, Jorge Rodríguez, tanto Guevara como Graterón integraban un supuesto plan para asesinar a Maduro con «cuatro drones» el pasado 22 de junio durante un acto en Carabobo.
«Tienen que ir presos», dijo Rodríguez el martes tras nombrar a varios dirigentes opositores.