Charlottesville retira la estatua de un general confederado que inspiró marchas racistas en EEUU

"Es un pequeño paso para acercarnos al objetivo de ayudar a Charlottesville, Virginia y Estados Unidos a lidiar con el pecado de haber estado dispuesto a destruir los afroamericanos para lograr beneficios económicos", expresó la alcaldesa del lugar.

Las autoridades de la ciudad estadounidense de Charlottesville, en el estado de Virginia, retiraron hoy la estatua del general confederado Robert E. Lee, que fue epicentro de las protestas organizadas en 2017 por supremacistas blancos y colectivos de ultraderecha, y la de otro general confederado.

La alcaldesa de Charlottesville, Nikuyah Walker, pronunció un discurso frente a reporteros y observadores mientras la grúa se acercaba al monumento.

«Es un pequeño paso para acercarnos al objetivo de ayudar a Charlottesville, Virginia y Estados Unidos a lidiar con el pecado de haber estado dispuesto a destruir los afroamericanos para lograr beneficios económicos», expresó Walker, citada por CBS News.

Poco después, las autoridades también quitaron la estatua de otro general confederado, Thomas J. «Stonewall» Jackson.

Las dos estatuas, erigidas en 1920, se almacenarán en un lugar seguro en propiedad de la ciudad hasta que el consejo tome una decisión final sobre su entrega a algún museo o sociedad histórica.

También existe una demanda parecida en la capital de Virginia, Richmond, donde se eliminaron varios monumentos a lo largo de la prominente avenida Monument.

Charlotsville, de unos 47.000 habitantes, fue escenario de enfrentamientos después de movilizaciones convocadas por supremacistas blancos en agosto de 2017 en las que una manifestante pacifica murió atropellada por un supremacista blanco -luego condenado a cadena perpetua- y 19 personas resultaron heridas.

La marcha «Unite a la derecha» de 2017 fue una de las reuniones más grandes de este tipo en décadas y atrajo a cientos de neonazis, nacionalistas blancos y miembros del Ku Klux Klan.

El bando confederado, que perdió la guerra civil de Estados Unidos (1861-1865), estaba formado por estados secesionistas que no querían poner fin a la esclavitud.

Donald Trump firmó en 2020 un decreto que ordenaba perseguir cualquier acto de vandalismo contra propiedades federales, en medio de las protestas contra el racismo que sacudieron a Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, un afroamericano que murió asfixiado por un policía blanco.

El actual presidente, Joe Biden, revocó este año una serie de decretos de su antecesor, entre ellos el referido a las estatuas confederadas.

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El Periodista