Comisión Mixta desestima la obligatoriedad de Kinder
Tras sendas sesiones de análisis, la instancia conformada para resolver las divergencias entre ambas Cámaras rechazó, por mayoría de votos, las normas referidas al carácter obligatorio de la educación parvularia.
Cuatro fueron las sesiones que llevó a cabo la Comisión Mixta -presidida por el senador Jaime Quintana- encargada de resolver las diferencias entre ambas Cámaras, en torno al proyecto de ley que modifica la ley General de Educación con el objeto de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de Educación Parvularia y que concluyó su cometido desestimando aspectos centrales de la iniciativa, tales como la obligatoriedad.
El senador Jaime Quintana señaló que, tras conversaciones con el alcalde de Lonquimay, existen aspectos como la lejanía, climáticos y de oferta que hacen que los padres no envíen a sus hijos a kínder. “En la práctica el kínder es obligatorio y este 4% que no envía a sus hijos, por distintas razones, tienen que ver con la oferta”.
En una línea similar, la senadora Yasna Provoste advirtió que “el debate no tiene que ver con la obligatoriedad, sino que en la oferta pública. Esta discusión esconde un falso debate del acceso al segundo nivel de transición y se pretender ver como si esto fuera una magnitud muy distinta a la que es. ¿Cuáles son los sectores que no acceden a kínder? Los que están en condiciones de ruralidad de lejanía. (…) Llama la atención que los programas alternativos de los lugares más aparatados y de mayor vulnerabilidad han disminuido y el gobierno durante toda la tramitación no ha podido demostrar que esto no es así”.
Por su parte, el senador Carlos Montes insistió en que se debe recoger la preocupación sobre esta iniciativa y proteger a los menores de una sobre escolarización para evitar “ir afectando los espacios como el recreo, el valor de juego”.
Una opinión distinta expresó el senador Claudio Alvarado quien precisó que “me llama la atención que las argumentaciones para votar en contra sean totalmente ajenas a lo que promueve este proyecto de ley”.
A su vez, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, manifestó que «en 2013 se aprobó una reforma constitucional, que establece en la Constitución la obligatoriedad de kínder; esa misma reforma señala que una ley debe hacerse cargo de la implementación de esta política, y para ello se requería modificar la Ley General de Educación; este proyecto modificaba la Ley General de Educación para implementar la obligatoriedad del kínder y ésos son los cambios que se rechazaron».
El informe de la Comisión Mixta deberá ser analizado ahora por las Salas de la Cámara y luego por la del Senado.
Por mayoría de votos, se rechazaron todas las normas referidas al carácter obligatorio del kínder. En contra votaron los senadores Yasna Provoste y Jaime Quintana y los diputados Camila Rojas, Juan Santana y Víctor Torres. A favor senadores se pronunciaron los senadores José García y Claudio Alvarado y los diputados Luis Pardo y Juan Manuel Fuenzalida.
Luego, se aprobó por 9 votos a favor y 1 abstención la propuesta para evitar la escolarización del kínder; sin embargo, se reiteró que “aquí no se aporta nada nuevo de lo que dice la ley” y “no hay garantías de que no será un proceso de escolarización”.
Con respecto a la entrada a primero básico, sin la necesidad del kínder se precisó que la enmienda “ya no es necesaria a la luz de lo rechazado”, por lo que se desestimó por 6 votos en contra y 4 abstenciones.
Otras de las votaciones estuvo referida información y se respaldó por unanimidad que “(…) el Ministerio de Educación deberá presentar a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, un informe sobre la matrícula, cobertura en relación a la población de la edad correspondiente, que cursan tanto el primer como segundo nivel de transición en establecimientos financiados con aportes o subvención del Estado (…)”.
Senadores y diputados de oposición habían hecho presente en otras sesiones sus dudas y reparos a la obligatoriedad, en “donde la responsabilidad se deja caer en los padres y apoderados” y lo coercitiva de la medida, lo que podría “incidir en una eventual desescolarización de quienes no asistan a kínder».
Sin embargo, desde el oficialismo se recalcó la importancia de este nivel de transición, principalmente por “lo clave que es el aprendizaje en los primeros años”.