Isabel, la serie: La escritora que se atrevió a ser mujer

Por Miguel Reyes Almarza, periodista e investigador en pensamiento crítico

★★★★☆ (4 sobre 5)

Reconocer al autor tras su obra siempre es una tarea titánica, ya que entre las alucinaciones y la realidad hay una línea muy fina que difícilmente el lector avezado logra definir. Es el caso de la escritora Isabel Allende que ha sabido jugar, cual rayuela, entre las casillas de la vida y la ficción con un admirable juego de pies, sin embargo, todo y nada de eso que está en sus libros es producto de una vida con circunstancias comunes, como la de todos, y a la vez con un trasfondo histórico tristemente célebre.

Es ese el mundo que aborda la miniserie Isabel, en tres episodios sin desperdicio, que relatan -espíritus mediante- la admirable vida de la escritora chilena. Cubriendo el amplio espacio desde su infancia con un padre ausente hasta la carta que abre las líneas de Paula, la novela dedicada a su hija que agonizaba lentamente en un hospital de Madrid a causa de la porfiria.

Es allí donde se encuentra la máquina de fabricar universos de Isabel, entre las pérdidas y la pasión amarrada al conservadurismo pacato de la época, entre pequeños éxitos periodísticos, la luz de un feminismo incipiente, una mujer que se negó rotundamente a anular sus emociones y la sombra de la dictadura militar que la empujó a salir del país mucho antes de que sus historias se convirtieran en patrimonio mundial.

En la rigurosa dirección de Rodrigo Bazaes (Temporada 6 y 7 de los 80’s) quien no dudó en utilizar para sí la fascinación del flashback en la obra de Allende y desde allí construir un relato ‘in extrema res’, la cinematografía se pasea por distintas épocas, distintos escenarios en una especie de ‘crescendo’ programado de emociones fuertes y alegrías simples.

Para el protagónico la elección no pudo ser mejor, Daniela Ramírez (Altazor, mejor actriz de TV, Los Archivos del Cardenal 2012) se viste de la autora con un dominio que no deja espacios a la duda, resolviendo muy bien el paso del tiempo en el personaje y ese espacio pequeño, pero intenso, entre la pasión y el dolor. La actriz no falla en darle vida a cada una de las intimidades de la escritora, a su rebeldía, a sus errores y su libertad creativa que nacía de un empoderamiento difícilmente visto en sus días. En el soporte destacan los papeles de Néstor Cantillana, como su primer esposo, Rodolfo Pulgar y Rosario Zamora como su abuelo y su madre respectivamente, Catalina Silva como su hija Paula y la aparición mágica y peligrosa de Paola Volpato y Gregory Cohen. La fotografía y el vestuario no se quedan atrás arropando las escenas y a sus personajes con una milimétrica adecuación.

Sin duda una de las mejores miniseries del año y candidata seria a cuanto galardón sea nominada. Alabada por la misma Isabel Allende, quién la visualizó con pudor, pero sin censura y que a la hora de emitir un juicio solo tuvo buenas palabras para la producción nacional.

Disponible hace un par de semanas para Estados Unidos en HBO Max y ahora para Latinoamérica y España en la plataforma Amazon Prime desde esta semana, sumándose la televisora MEGA en Chile que la incluye en su parrilla de televisión abierta desde el 3 de junio, liberando un capítulo por semana.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista