Espacio Público valora propuesta de cortocircuito epidémico del Colmed
Señala que "trae aire fresco a una urgente discusión sobre cómo optimizar la estrategia de control de la pandemia" y permitiría enfrentar la fatiga pandémica que hacen poco efectivas las cuarentenas.
En el Informe sobre la evolución de la epidemia de Covid-19 en Chile, elaborado por Eduardo Engel, Catalina Gómez, Soledad Martínez, Flavia Mosciatti, Pablo Simonetti y Eduardo Undurraga, se valora la propuesta entregada el lunes por el Colegio Médico (Colmed) para enfrentar la pandemia con una estrategia COVID CERO.
«La propuesta es sin duda un importante aporte a la discusión en torno al control de la pandemia, en particular porque propone un balance entre la eficacia epidemiológica y la salud mental de las personas» señala el informe de Espacio Público.
El plan del Colmed, dado a conocer por Izkia Siches, junto con otras medidas, se propone una modificación del plan Paso a Paso, de modo que comience por una fase de confinamiento muy estricto y corto, a la que llaman “cortocircuito epidémico”.
«Esta primera fase no es una cuarentena de Fase 1, porque es estricta y acotada temporalmente, lo que permitiría revertir la curva epidemiológica de manera drástica, y minimizar el impacto socioeconómico y en salud mental al ser breve. Para aumentar la efectividad de la medida, se propone una ayuda financiera a las familias y la redefinición de unidades territoriales del plan, dejando de lado las restricciones por comunas, en particular en conurbaciones. El fin es lograr el real aislamiento entre comunidades con diferentes niveles de incidencia de casos. Se propone, además, permitir actividades al aire libre en todas las etapas, lo que ayudaría a mejorar la salud mental con bajo riesgo», señala el informe.
Espacio Público, como lo ha recalcado en informes anteriores, reitera que la fatiga pandémica produce una disminución en el cumplimiento de las estrategias de control de la transmisión del virus en el tiempo.
«Este cansancio no incluye solo el agotamiento, sino también la falta de motivación para cumplir con las recomendaciones de la autoridad sanitaria. La motivación es el resultado del valor que atribuimos a una tarea (e.g., evitar el contagio) y los costos asociados a la tarea (v.g., no salir). Los costos reales y percibidos de prolongar una estrategia van aumentando: por ejemplo, no poder trabajar (si tienes que salir) o estar con niños en la casa y trabajar en un mismo espacio (si puedes hacerlo desde la casa). La percepción del riesgo —y por lo tanto del potencial beneficio de evitar contagios— también disminuye en el tiempo, al pasar la novedad de una amenaza. Por otro lado, mientras más alto sea el costo percibido, necesitamos que la efectividad de la tarea sea también más alta para que cumplamos».
Para los autores «si no estamos seguros de la efectividad de una estrategia (e.g., cuarentenas), es menos probable que la cumplamos. Por ejemplo, hay comunas en la Región Metropolitana como El Bosque, La Florida, Lo Prado, Padre Hurtado, Quinta Normal, Renca y San Miguel, que llevan tres meses en cuarentena. La movilidad, sin embargo, disminuyó las primeras semanas y hoy nuevamente es muy alta, y la carga de infectados se mantiene en niveles críticos. Esto deja a estas comunas en el peor escenario: sin la ganancia epidemiológica de la cuarentena y pagando sus costos económicos y sociales. Por último, si las reglas no tienen criterios claros y estables, no percibimos que una estrategia es efectiva, los costos superan ampliamente los beneficios percibidos y las personas racionalmente no cumplen. Si sumamos una comunicación de riesgo inconsistente y confusa, esta ‘fatiga pandémica’ probablemente explica en parte que tengamos un nivel tan alto de contagios».
Y agregan: «En este sentido, la propuesta del Colmed trae aire fresco a una urgente discusión sobre cómo optimizar la estrategia de control de la pandemia.