¿Te representa? CPC, Santiago y ministerio de la Mujer eligen primer monumento en homenaje a las mujeres de Chile
Más de 50 artistas participaron en el concurso convocado por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, el Ministerio de las Cultura, las Artes y el Patrimonio, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), la Municipalidad de Santiago y el Capítulo Chileno del Museo Nacional de la Mujer en las Artes (NMWA), iniciativa posible gracias al aporte de las empresas de Chile quienes, agrupadas en la CPC, buscan homenajear y reconocer a las mujeres por su gran aporte al desarrollo del país.
Tras una extensa jornada de deliberación, el jurado de esta iniciativa público-privada, integrado por Beatriz Bustos, directora del Centro Cultural La Moneda (CCLM); Bernardo Oyarzun, artista visual que representó a Chile en la 57 ª Bienal de Venecia 2017; Fernando Pérez, director del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA); María Irene Alcalde, directora del Museo de Artes Visuales (MAVI) y Silvia Westermann, presidenta de la Academia Chilena de Bellas Artes, comunicó la obra y artistas ganadoras en este inédito proyecto que tiene como finalidad la creación de una escultura que permita visibilizar el valioso aporte de las mujeres al desarrollo de nuestro país y mostrar su amplia diversidad
La obra que obtuvo el primer lugar por unanimidad del jurado es fruto de un trabajo colaborativo de las artistas Josefina Guilisasti, Cecilia Puga, Paula Velasco y Bárbara Barreda, quienes dispondrán de seis meses para ejecutar el proyecto que se instalará en el Parque los Reyes de la comuna de Santiago. Su inauguración se espera para enero de 2022.
El proyecto ganador consiste en un artefacto tridimensional de doble capa, tejido con barras lisas soldables de 12 mm de acero A360, que envuelve un espacio habitable, y que llega al suelo a través de tubos de de 1,5” de acero y espesor 3.63 mm, calidad ASTM A53.
La estructura de aproximadamente 13,5 metros de largo, 8,5 metros de ancho y 9,5 metros de altura, se ancla al suelo mediante una fundación corrida armada, en la que se insertan los tubos de 1,5” y cuyo diseño y dimensionamiento responde a las características particulares del suelo de relleno, de modo de asegurar estabilidad estructural al artefacto.
La propuesta tiene algo de mito y algo de hacer. En ella convive los conceptos de la intimidad y la protección, con la necesidad de construir un tejido social y de proyectarse al espacio público exterior, todo ello muy propio del ser femenino.
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Mónica Zalaquett, destacó la relevancia de esta iniciativa, inédita y pionera en el país, afirmando que “reconocer el enorme aporte de las mujeres en el desarrollo de nuestro país a través de una obra material en el espacio público era una deuda pendiente. A partir de ahora, con la elección de este proyecto artístico por parte del jurado, relevaremos y conmemoraremos con un monumento a todas mujeres de chile y la contribución han hecho históricamente y que siguen haciendo a la construcción de nuestra sociedad.”.
El presidente de la CPC, Juan Sutil, manifestó que “en Chile hemos estado en deuda con las mujeres al no reconocer suficientemente su esfuerzo, su trabajo, ser madres, luchadoras, muchas padres y madres, pilares de la sociedad. Tener un monumento y obra de arte destinada a rendirles el reconocimiento que se merecen nos llena de orgullo. Nos alegramos mucho de contar ahora con un proyecto ganador a cargo de un grupo de artistas tan destacadas que darán vida a este homenaje a todas las chilenas por su tremendo aporte al desarrollo de nuestro país. Desde el mundo empresarial estamos orgullosos de colaborar con la realización de esta escultura que refleja la fuerza, la diversidad y los valores de lo femenino, como son la capacidad de tejer redes, de construir en equipo, de acoger en lo íntimo y destacar en lo público”.
La Presidenta de NMWA, Drina Rendic, señaló que, “además de celebrar la iniciativa público-privada de construir un monumento que destaque la contribución de las mujeres de Chile a través de los siglos, destaco la prolífica participación de 38 escultoras, quienes en plena pandemia fueron capaces de diseñar y entregar sus proyectos con gran rigurosidad y calidad dentro de los plazos establecidos. Agradezco muy especialmente al jurado por su dedicación y oficio, los que se tradujeron en una selección muy equilibrada dentro de los diversos factores a considerar en la selección de obras de estas características. No me cabe duda de que este homenaje a las mujeres de Chile, logrará resistir los embates evolutivos de los tiempos”.
“Contar con elementos representativos de la cultura en el espacio público es tan importante como visibilizar a través de ellos el rol de las mujeres a lo largo de la historia. Y ese es precisamente uno de los méritos de esta convocatoria: poner en manos de las propias mujeres la posibilidad de mostrar distintas miradas de la identidad femenina, a partir de diversos formatos y materialidades. Es un orgullo ver que las artistas fueron capaces de captar el sentido de este reconocimiento y plasmarlo en una obra que materializará el reconocimiento a las mujeres chilenas”, destacó la Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La propuesta de las artistas
La metáfora de la propuesta representa que desde fuera nos atemoriza a quedar atrapados, y desde su interior se transforma en un espacio protegido, que provoca la experiencia de una nueva forma de habitar. Un lugar que nos enfrenta con nuestros temores ancestrales, pero que se configura en un espacio de negociación y riqueza, y se alimenta de los cambios que vivimos.
“Habiendo sido relegadas históricamente a los espacios privados, la relación de las mujeres con lo público es hoy un campo fundamental del debate. Las tensiones entre el adentro y el afuera funcionan como una dimensión primaria, pero potente para abordar el tema en cuestión”, explican las artistas ganadoras.
En consecuencia, la propuesta en su diseño acude a una re significación de los valores asociados a las mujeres (lo interno, lo íntimo, un lugar de refugio), desplegado en un espacio habitable que por su forma recibe, pero también se protege a sí mismo. De este modo, invierte la relación tradicional del monumento que se erige para ser contemplado, instalándose como una pieza que acoge en su interior, y se activa en un acto, ya no estático y de observación, sino sensorial y experiencial.
En un contexto en el que los valores que asociamos al monumento tradicional (hitos, personajes históricos, heroísmo) se ponen en cuestión y se develan como insuficientes, lo abierto, lo interno y lo sensorial ganan presencia y pertinencia.
Mirada del jurado
“Los jurados concuerdan en que su decisión está basada en que la obra posee un lenguaje visual original y potente para el lugar. Es una obra que destaca por su forma y materialidad como también por su apertura imaginativa y evocadora de libre interpretación que va más allá de los estereotipos. Mediante su carácter monumental y envolvente -y su posibilidad de recorrido interno- invita al espectador a una experiencia inmersiva de reflexión e interacción, lo cual será un aporte para su entorno tanto en lo visual como en lo simbólico. Su estructura de “trama” se relaciona metafórica y conceptualmente a la trama del pensamiento, al mundo del conocimiento y a la disciplina del tejido».
El concurso para realizar el monumento a las mujeres recibió 39 propuesta de proyectos, de las cuales 30 correspondieron a iniciativas individuales y 9 a trabajos colaborativos, sumando un total de 52 artistas participantes, entre escultoras, arquitectas y diseñadoras. El jurado apreció la diversidad de los proyectos, destacando la variedad de inspiraciones y estilos, con propuestas tanto clásicas como de vanguardia, generando una mixtura de transversalidad entre artistas consagradas y de mediana carrera.
En el concurso también fueron distinguidas en segundo lugar las artistas Ignacia Murtagh y Andrea Murtagh, y en tercer lugar, Norma Julieta Ramírez.