Constituyentes Benito Baranda y Daniel Stingo fijan posiciones sobre indultos, migrantes y el rol del Estado
“Me duele una quema de Iglesias, pero me duele mucho más que la vida de niños y jóvenes se esté perdiendo en el país", dijo Baranda.
Los constituyentes Benito Baranda (distrito 12) y Daniel Stingo (distrito 8), dialogaron virtualmente con cerca de 200 sacerdotes y agentes pastorales, principalmente de la Zona Sur, ayer lunes 28 de junio.
Luego de contar aspectos biográficos de su vida eclesial, expusieron sus ideas y debatieron sus lineamientos de cara al inicio de la primera sesión de la Convención Constitucional en julio.
Ley de Indulto
Sobre la libertad a los presos políticos, Benito Baranda afirmó: “Yo no condiciono el inicio de la convención a la Ley de Indulto, pero que tiene que haber una ley de indulto tiene que haberla. Tú tienes que lograr, después de un conflicto social, una manera de solucionarlo. Piensen ustedes el desastre que genera que un hijo consuma drogas y que se descontrola producto de que no le entregaron afectos. Si hace pedazos la casa ¿ustedes le pegarían un balazo en la cabeza o pedirían que lo metan preso toda la vida, o quieren que ese hijo se pueda incluir, trabajar con el afecto y respetar sus derechos y decirle que duele el daño que hizo, pero mucho más duele su vida?”.
Visiblemente emocionado agregó: “Me duele una quema de Iglesias, pero me duele mucho más que la vida de niños y jóvenes se esté perdiendo en el país. Eso lo tenemos que resolver como país, esto no es una pelea entre los rojos o amarillos, es una pelea de dignidad humana, porque esas personas tienen que volver a la vida cotidiana. Por muchas de esas personas hoy no estaríamos en una convención. Si no se hubiese atemorizado el mundo político, no estaríamos en una convención, porque esto les produjo temor. Esta es una oportunidad para resolverlo en la Constitución, pero también por la vía política con una ley de amnistía. Esperamos que la Corte Suprema entregue un nuevo informe, yo no condiciono el inicio de la convención a que haya ley de indulto, pero tiene que haberlo”.
Migrantes
Daniel Stingo por su parte, puso gran parte del foco de su propuesta en la irregular situación migratoria que viven miles de extranjeros en el país: “Hay ciertos pensamientos de que los migrantes vienen a quitarnos el trabajo, pero eso no es cierto. El migrante que llega tiene que consumir pan, tiene que dormir en una cama y tiene que comprar ropa. Bueno, eso genera más pan, más gente que exporte y haga ropa, es decir, la migración en general, produce más actividad económica. Hay un mito que los migrantes viene a robar trabajo, pero si uno hace un análisis internacional, los migrantes lo que hacen es colaborar con los países, porque genera mayor actividad económica y se necesita mayor producción. Además, pagan impuesto, porque compran cosas y pagan el IVA. El migrante debe ser acogido, pero con cierto control sin que se le explote y con un buen pago”.
Añadió: “La Constitución debe tener dos características transversales. Uno el feminismo, porque basta de esa mirada machista, autocéntrica y homocéntrica que hemos tenido tantos años en Chile. El feminismo debe ser una igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Lo segundo, tiene que existir una protección los recursos naturales, vemos su mal uso, el calentamiento global y cómo lo estamos tratando en los ríos, las aguas y los glaciares. Tiene que haber una visión transversal del tema”.
Visiones de Estado
Para Daniel Stingo “La nueva Constitución nos permitirá dar un gran salto al desarrollo. Queremos cambiar la visión de sociedad; un estado que garantice derechos sociales. No un estado subsidiario que se eche para atrás y que vea como los particulares hacen todas las actividades económicas. La salud se privatizó y hay un sistema para ricos y pobres”. El Estado –agregó el abogado- debe hacerse cargo de la salud para todos. Hablamos de un seguro social de salud. La educación se entregó a los privados. El Estado tiene que hacerse cargo, como pasa en todos los países del mundo desarrollado. El agua en Chile está privatizada. El agua tiene que ser un bien nacional de uso público. El Estado tiene que hacerse cargo de la salud, vivienda, educación y pensiones.
Benito Baranda reflexionó que “La Constitución actual plantea que el Estado tiene un rol subsidiario, pero subsidiario a la chilena, no como lo propone la Iglesia, que es un estado subsidiario con base en la solidaridad, donde no todo está entregado al mercado. En el estado chileno se entiende la solidaridad como una entrega voluntaria”. El psicólogo y profesor fue enfático en señalar, en acuerdo con Stingo que “necesitamos un estado social democrático de derechos, para que el Estado no se repliegue. El estado dejó en manos del mercado la política habitacional y miren lo que ocurrió, el dolor que causó”.
Stingo concluyó que “Hay además un excesivo presidencialismo. Hay que conversar que gobierno queremos, por qué tenemos dos cámaras e intentar que las regiones tengan más autonomía en el manejo de sus finanzas y proyectos. Queremos que Chile empiece a ser paritario. Que sean hombre y mujeres en el mismo número en todos los poderes públicos. Una democracia paritaria. Caminar hacia una democracia más directa, como iniciativas populares de ley”.
Llamado a participar
Baranda pidió a los asistentes y a los fieles cristianos en general que “estén atentos a los mecanismos de participación. Cuando se apruebe el reglamento, lo más probable es que tendrán que haber cabildos que van a ir acompañando el proceso constituyente. Habrá una metodología y habrá muchos caminos para participar. Los católicos podrían plegarse”.
Además, hizo un llamado a los colegios católicos: “El segundo semestre de este año y el primer semestre del próximo los estudiantes deberían abocarse a lo que sucede en la convención. Este es el momento más importante de la historia de Chile en relación a educación cívica. Nuestros establecimientos católicos deberían estar trabajando lo que va a pasar en la Constitución. Comparar las constituciones de España, Portugal, Bolivia, etcétera”.
Finalmente, pidió a los fieles de “nuestras parroquias que nos vayan acompañando con reflexiones. Por ejemplo, cuando hablemos de la dignidad humana, de respetarla en todo el arco de la vida. La Iglesia tiene una reflexión y patrimonio importante. No tengamos miedo. La oración nos va a acompañar en este proceso, y de la oración surgirá la reflexión, el análisis de la realidad, el discernimiento y el cómo me vínculo con los demás. Ahí va a estar el juego de lo que ocurra después, como nos vamos a relacionar dignamente”.
Monseñor Julio Larrondo, vicario de la Zona Sur, agradeció el espacio y la oportunidad de reflexionar en temas tan importantes para la sociedad: “Este dialogo nos ayuda a entender lo que es la Constitución, a que los laicos puedan tener una tarea activa en la materia y nos motiva a que realmente uno se pueda interesar y no dejar la pega a otros. Nos hemos acostumbrados a dejarle la pega a otros en el último tiempo”, analizó.