Cae Gobierno sueco, derrotado en votación en el Parlamento
El primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Lofven, en el poder desde 2014, perdió hoy una histórica votación en el Parlamento sobre su continuidad en el cargo, y ahora tiene una semana para presentar su renuncia o convocar elecciones anticipadas.
La moción de censura, aprobada por 181 de los 349 diputados, es la primera que pierde un jefe de Gobierno sueco y surgió la semana pasada, cuando el Partido de Izquierda decidió retirar el apoyo puntual que otorgaba al Ejecutivo liderado por Lofven.
El motivo que originó esta moción de censura fue un proyecto, todavía preliminar, sobre una reforma de los precios de los alquileres, algo que la izquierda se niega a tocar por considerarlo un pilar del modelo social sueco.
La propuesta, que figura en el acuerdo de Gobierno firmado por los socialdemócratas y sus socios de coalición del Partido Verde, prevé alquileres libres para las nuevas construcciones y, por lo tanto, alquileres más caros.
Ya en la presentación del acuerdo, muchos comentaristas habían subrayado que la liberalización del mercado de la vivienda era una bomba de tiempo.
La coalición de centroizquierda asumió las riendas del país en 2019 tras cuatro meses de negociaciones, pero era un Gobierno en minoría, que no controlaba la mitad más uno de las bancas del Parlamento.
Para conseguir la mayoría, Lofven llegó a acuerdos de apoyo puntual con otras tres fuerzas, entre ellas el Partido de la Izquierda.
Este último es aficionado a dar ultimátums al Gobierno, en particular para protestar contra la flexibilización de los despidos, pero se limitaba a eso hasta que la diputada Nooshi Dadgostar asumió su jefatura en octubre, endureciendo el tono.
Para derrocar al Gobierno, el expartido comunista se alineó con las formaciones de derecha, Partido Conservador de los Moderados y Demócrata Cristianos, y los Demócratas de Suecia de extrema derecha.
Tras once mociones de censura infructuosas en la política de este país escandinavo, Lofven, quien se distinguía por su capacidad de sobrevivir a crisis políticas desde su llegada al cargo el 3 de octubre de 2014, se convirtió en el primer jefe de Gobierno destituido mediante un voto de confianza.
«Colocar a Suecia en una grave crisis política en este momento no es lo que nuestro país necesita», argumentó Lofven en conferencia de prensa tras conocerse su cese, informó la agencia de noticias AFP.
«Es el interés del país lo que está en juego» agregó el exlíder sindical, sin dar detalles de si dimitirá o llamará a nuevos comicios.
Si dimitiera el primer ministro, se le encomendaría al presidente del Parlamento abrir negociaciones con un partido para encontrar un nuevo jefe de Gobierno, quien también podría ser de nuevo Lofven en caso de un nuevo acuerdo político.
Debido a una sutileza de la Constitución sueca, en caso de elecciones anticipadas, se añadirían al escrutinio previsto en septiembre de 2022, lo que supondría dos legislativas en poco más de un año.(Télam)