Subastan rareza de Matisse que permaneció oculta durante 50 años en un altillo
El dibujo -que fue reencontrado por la dueña de casa en forma casual, enrollado en el altillo de un armario-, tiene como protagonista a Hèléne Mercier, la hija del príncipe ruso Lev Golitsyn y de Helena Gagarine, una de las musas que tuvo el pintor, informó el diario español ABC.
Un boceto del pintor francés Henri Matisse (1869-1954) que estuvo perdido desde 1948, fue hallado en el altillo de una casa familiar de Monasque, Francia y cotizado por la subastadora Barneby’s entre 300.000 y 400.000 euros, calificado como «gran rareza de mercado».
El dibujo -que fue reencontrado por la dueña de casa en forma casual, enrollado en el altillo de un armario-, tiene como protagonista a Hèléne Mercier, la hija del príncipe ruso Lev Golitsyn y de Helena Gagarine, una de las musas que tuvo el pintor, informó el diario español ABC.
Exhibido en la gran retrospectiva del artista en el Museo de Arte de Filadelfia, en la primavera de 1948, el rastro de ese boceto había permanecido oculto hasta ahora, cuando reapareció para ser subastado.
Con este preámbulo, entonces, se presenta la pieza que será subastada el próximo 26 de junio por la casa Ivory Manosque, una obra «cargada de historia» según la rematadora Barneby’s que, tras valuar la obra, recordó que «un dibujo más pequeño del pintor francés acababa de ser vendido por 1,39 millones de euros en Christie’s».
Esa carga histórica hace referencia a que el boceto sería parte de los «meticulosos» estudios que hizo Matisse como preliminares de una obra que le había encargado el célebre millonario John Davison Rockefeller, para decorar uno de los pisos que había añadido a su ático de Manhattan, en 1938.
«Este dibujo no sólo es un redescubrimiento, sino que, lo que es más importante, es de una calidad poco común. Hacía mucho tiempo que no veíamos un dibujo tan bonito en el mercado», dijo Agnès Sevestre-Barbé, desde la subastadora Barneby’s.
Henri Émile Benoît Matisse es reconocido como uno de los grandes artistas del siglo XX por su uso original y fluido del dibujo y del color: «No pinto cosas, pinto la diferencia entre las cosas», decía este pintor, dibujante, grabador y escultor ineludible del arte moderno, autor de obras emblemática como la pintura «Desnudo azul».
Nacido el 31 de diciembre de 1869 en Le Cateau-Cambrésis, Matisse fue el mayor de los hijos de Anna Heloise Matisse y Emile Hippolyte Matisse, un próspero comerciante de granos de clase media. Empezó a pintar por casualidad, a los 20 años, mientras se recuperaba de una apendicitis, con elementos que le había acercado su madre para que pasara la convalecencia.
Decepcionando profundamente a su padre dejó abogacía y en 1892 entró en la Escuela de Bellas Artes de París y pintó bodegones y paisajes de gran solidez estructural hasta 1904, como parte de su periodo oscuro, aunque influenciado por Gauguin, Cézanne y van Gogh.
La diferencia llegó con el Fauvismo un año más tarde, movimiento que debe su nombre a la expresión «les fauves», las fieras, que le daban a quienes nutrían esa corriente, dentro del cual Matisse produjo cuadros como «Vista de Colliure», «Raya verde». Lo particular era el uso disruptivo del colore, estridente y libre, y la distorsión de las formas en pos de captar las emociones.
Lideró el radicalismo artístico de la época y así ganó la aprobación de la crítica y coleccionistas como la escritora estadounidense Gertrude Stein. Entre los encargos más destacados que recibió están los grandes murales de «La Música» y «La Danza», expuestos en el Museo Ermitage de San Petersburgo, Rusia, y la decoración de la capilla de Santa María del Rosario en Vence, cerca de Cannes, Francia.
Tuvo una hija con la modelo Caroline Joblau, Marguerite, nacida en 1894, que se convirtió en referente de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial; y se casó en 1898 con Amélie Noéllie Parayre, con quien tuvo a Jean y a Pierre. Murió en Niza el 3 de noviembre de 1954 de un ataque al corazón. Tenía 84 años. (Télam)