Pere Aragonès, un independentista moderado, elegido nuevo Presidente regional de Cataluña
"Este Gobierno tiene como objetivo hacer posible culminar la independencia de Cataluña", dijo este viernes durante la segunda jornada de su debate de investidura el Presidente más joven de la región.
La mayoría independentista del Parlamento catalán eligió hoy al dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Pere Aragonès, que representa al sector moderado del movimiento, como nuevo Presidente de esta región del noreste de España, escenario de un intento de secesión en 2017.
Aragonès se convirtió así en el Presidente número 132 de la Generalitat de Catalunya, en medio de una ovación de su bancada y la indiferencia de la oposición, gracias al apoyo en bloque de los 74 votos independentistas y los 61 en contra del resto del hemiciclo de 135 escaños.
El jurista de 38 años y vicepresidente regional en la anterior legislatura fue investido tras prometer entablar una negociación con el Gobierno español para obtener un referendo y «culminar» la independencia de esta región, la segunda más rica y poblada de España.
El Presidente electo, que hasta la fecha ejerció en funciones, prometió gobernar «con humildad personal y ambición colectiva» en base a los «valores republicanos» y «siempre al servicio de la ciudadanía de Cataluña».
«Este Gobierno tiene como objetivo hacer posible culminar la independencia de Cataluña», dijo este viernes durante la segunda jornada de su debate de investidura el Presidente más joven de la región.
«Ahora corresponde resolver este conflicto político con el diálogo, la negociación (…) Perseveraremos en una negociación que no será fácil», añadió, citado por la agencia de noticias AFP, marcando como metas el referéndum y la amnistía de los independentistas encarcelados o exiliados tras la fallida secesión de 2017.
Ambas cuestiones ya fueron descartadas de antemano por el Gobierno central del socialista Pedro Sánchez, en minoría en el Congreso y cuya estabilidad parlamentaria depende en parte del partido ERC de Aragonès.
ERC gobernará Cataluña por primera vez en décadas tras haber arrebatado el liderazgo del independentismo a Juntos por Cataluña (JXC), el partido del expresidente Carles Puigdemont, cabeza del intento separatista de 2017.
Ambas formaciones reeditarán la coalición vigente desde 2015 pero, en esta ocasión, comandada por ERC, que en los últimos años guardó los planes de ruptura unilateral y se abrió a pactos con el Gobierno central, facilitando incluso la investidura de Sánchez en 2020, lo que le provocó choques con la formación de Puigdemont que promueve la confrontación con Madrid.
Estos roces se manifestaron durante las largas negociaciones para formar Gobierno tras las elecciones de febrero y casi provocan una repetición de los sufragios.
En sus acuerdos con JXC y el otro partido independentista que lo apoyó, la anticapitalista CUP, Aragonès se comprometió a revisar esta apuesta en dos años si la negociación no da resultados.
Con 7,8 millones de habitantes, Cataluña lleva una década marcada por el auge del separatismo, que en octubre de 2017 impulsó un referendo -rechazado por el poder central de Madrid y marcado por la represión policial- y proclamó una fallida república independiente.
Los principales dirigentes regionales se marcharon al extranjero, como el entonces presidente y ahora eurodiputado en Bruselas Puigdemont, o fueron encarcelados provisionalmente y luego condenados en octubre de 2019 a penas de entre 9 y 13 años de cárcel.
La llegada al poder de Pedro Sánchez en junio de 2018, con una moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy que fue apoyada por los partidos separatistas, suavizó las relaciones y propició un acercamiento entre Madrid y Barcelona.