Muere de coronavirus actor Paulo Gustavo, el comediante más popular de Brasil

El humorista más popular de Brasil y protagonista de la película más taquillera de la historia del país, Paulo Gustavo, murió a los 42 años víctima de coronavirus, un deceso que causó gran conmoción en medio de renovada atención sobre las acusaciones por el manejo de la pandemia por parte del presidente Jair Bolsonaro.

Paulo Gustavo Amaral de Barros falleció en Río de Janeiro el martes por la noche luego de 13 días de internación y en el cenit de su carrera, luego de su proyección nacional como el cómico número uno del país por la trilogía ‘Mi madre es un caso» (Minha mãe é uma peça), la película más taquillera de la historia, de 2013.

Fanáticos se reunieron frente al hospital de Río de Janeiro para despedir al actor.

El presidente Bolsonaro fue fustigado por millones de usuarios de redes sociales por haber lamentado la muerte en sus propias redes, horas después de que una comisión del Senado que investiga su gestión de la pandemia comenzara a interrogar a sus exministros de Salud.

Casado con el dermatólogo Thales Bretas, con el que había adoptado a gemelos hace un año, Paulo Gustavo fue recordado por todas las figuras de Brasil, entre ellas el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien dijo que Brasil pierde un «talento único».

«Paulo Gustavo es la expresión de la alegría brasileña. Es significativo que su muerte llegue cuando comienza la comisión parlamentaria de investigación sobre la pandemia en el Senado», escribió por su parte Caetano Veloso.

«El pueblo que llenó los cines está de luto y debe levantarse contra los responsables por la vulnerabilidad frente a la pandemia que nos sacó esa persona amada con vocación para el ‘sí'», agregó.

El escritor Paulo Coelho reaccionó acusando al Gobierno por su manejo de la pandemia. «Los asesinos de Paulo Gustavo son los que decían que era una gripecita, que no iba a pasar de 200 muertes, que la cloroquina resuelve, que muertos hay todos los días, que el confinamiento destruye al país, que el barbijo nos hace respirar aire viciado y los que dicen yo obedezco al comandante. Canallas de la peor especie», dijo.(Télam)

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El Periodista