La corte de Brasil golpea a Bolsonaro: investiga por tráfico de madera a su ministro de Ambiente
El Gobierno de Brasil recibió hoy un duro revés con la apertura de una investigación por contrabando de madera amazónica a Estados Unidos contra el ministro de Medio Ambiente, el ultraderechista Ricardo Salles, que incluyó un allanamiento en el ministerio y la destitución de 10 funcionarios del área sospechados de corrupción.
La medida fue tomada por el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes en el marco de una investigación iniciada en enero por una denuncia de la aduana de Estados Unidos, donde ingresó madera sin certificación de origen brasileño.
Moraes determinó la quiebra del secreto fiscal y bancario de Salles ya que hubo movimientos sospechosos en un estudio de abogados en el cual es socio, de 14 millones de reales -unos 2,6 millones de dólares- desde 2012 a 2019.
«Es una medida exagerada, creo que la Policía Federal indujo al error al juez de la corte», se defendió Salles al llegar a la sede policial de Brasilia para pedir explicaciones por los allanamientos, acompañado por un guardia armado.
Salles es uno de los más extremistas del bolsonarismo y la oposición pidió la apertura de una comisión parlamentaria para revisar la política medioambiental en el país que posee el 60% de la selva amazónica.
El presidente Jair Bolsonaro ya perdió a personas de ese perfil ideológico identificadas con Donald Trump, expresidente estadounidense, y Salles es uno de los puntales del ala ideológica del Gobierno, dominada por los hijos del mandatario y el gurú de la derecha, el astrólogo Olavo de Carvalho, residente en Virginia, Estados Unidos.
El nuevo escándalo, además, ocurre cuando el Gobierno de Bolsonaro se encuentra bajo investigación del Senado por sus omisiones durante el combate a la pandemia de coronavirus y el efecto que ellas pueden haber tenido en el desastre sanitario que atravesó el país el último año.
El operativo de hoy de la Policía Federal -con colaboración del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos (FWS)- comenzó a las 6 de la mañana cuando 160 policías federales allanaron el Ministerio de Medio Ambiente, en la Explanada de los Ministerios, el corazón de Brasilia.
En total, según la Policía Federal, se realizaron 35 allanamientos en Brasilia, San Pablo y y el estado amazónico de Pará -al norte-, donde actuaba la gavilla que traficaba madera supuestamente mediante empresas legalmente conformadas.
Policías salieron de la sede del Ministerio de Medio Ambiente con valijas y cajas con documentación que fue confiscada, según mostraron los canales de noticias.
El ultraderechista Salles, vinculado a los ruralistas, es el ministro famoso por decir en una reunión de gabinete filmada, en mayo de 2020, que Bolsonaro debería flexiibilizar la legislación ambiental aprovechando que la pandemia acaparaba la atención de la sociedad, y así beneficiar a los empresarios agropecuarios.
En el marco del operativo, el juez de la corte también determinó la quiebra del secreto fiscal, telefónico y telemático de Salles y de 10 de sus colaboradores, entre ellos el titular del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), Ricardo Bim, abanderado de la reducción de las multas ambientales.
La operación se armó en base a una resolución de febrero de 2020 del ministro Salles que permitió la exportación de productos forestales sin la necesidad de la emisión de autorizaciones de exportación.
«Se estima que esa resolución ministerial, elaborada a pedido de empresas que tuvieron cargas no autorizadas confiscadas en Estados Unidos y Europa, permitió regularizar a 8.000 cargas de madera exportada ilegalmente entre 2019 y 2020», argumentó el juez en el pedido de allanamiento.
Salles fue una de las figuras del ultraliberal o libertario Partido Novo, del que fue expulsado tras los incendios amazónicos de 2019. Además, está acusado de reducir la fiscalización ambiental en el país a pedido de Bolsonaro.
El presidente brasileño impulsa actualmente una nueva ley de minería en las reservas indígenas amazónicas y la semana pasada defendió el derecho de esa comunidad a explotar las riquezas naturales de los sitios originarios garantizados por la Constitución de 1988.
La operación se llama Akuanduba, en referencia a la mitología de los indígenas Araras, del estado norteño de Pará.
«Según la leyenda, si alguien de la tribu cometía algún exceso contra las normas, la divinidad hacía sonar una pequeña flauta restableciendo el orden», explicó el comunicado de la Policía Federal.
Grupos ambientalistas y opositores acusan a Salles de flexibilizar los controles y hasta animar ilegalidades en el campo brasileño a raíz del diálogo fluido que mantiene con madereros y organizaciones de mineros autónomos llamados ‘garimpeiros’ que actúan en reservas indígenas en busca de oro en los ríos amazónicos.(Télam)