Grecia reabre cafés y restaurantes tras seis meses de cierre por coronavirus

Los cafés y restaurantes de toda Grecia reabrieron hoy tras seis meses de cierre a causa del coronavirus, en una jornada de temperaturas veraniegas y a la espera de la vuelta a clases presenciales en la próxima fase de desconfinamiento.

Ante una disminución de los contagios de coronavirus, el Gobierno griego comenzó a retirar las restricciones impuestas para frenar el avance de la pandemia.

Esta reapertura se produce con medidas estrictas: los empleados tendrán que realizar autocontroles una vez a la semana y llevar mascarillas.

Los bares podrán servir únicamente en veredas y espacios al aire libre con un máximo de seis personas por mesa y las medidas de distancia adecuadas.

Los establecimientos deberán cerrar a las 22:45 horas para cumplir con el toque de queda aún vigente desde las 23 a 5.

Los bares y restaurantes, sin embargo, no podrán poner música para evitar que la gente se acerque excesivamente para hablar.

Al menos 330.000 personas trabajan en el sector gastronómico.

Según el presidente del sindicato de gastronomía, Yorgos Kavvathas, ya cerraron decenas de restaurantes, bares y cafeterías en el centro de Atenas y Salónica.

Seis de cada diez establecimientos están amenazados de cierre.

Con estas medidas, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, espera poner en marcha un proceso de vuelta a la normalidad.

La próxima fase de la desescalada comenzará el 10 de mayo, cuando las escuelas primarias y secundarias reanuden las clases presenciales.

A partir del 14 de mayo, el país reabrirá las fronteras al turismo internacional -otro de los sectores más afectados por la pandemia y uno de los principales motores económicos del país heleno- y, un día después, permitirá los viajes entre las regiones y algunas actividades en el ámbito de la cultura.

Grecia tiene previsto gastar 13.900 millones de dólares este año para compensar los efectos de la pandemia, tras los 28.900 millones de dólares del año pasado.

En la plaza del lujoso barrio ateniense de Kolonaki, las veredas se llenaban de clientes este lunes, tras la festividad ortodoxa de Pascua.

Sentado en una mesa del café Da Capo, el jubilado Andreas Riminiotis se alegraba de volver a «su rutina normal» y a «una vida normal».

«Antes de que los cafés cerraran en noviembre, solía venir aquí todas las mañanas a tomar mi café y charlar con mis amigos. Era mi pasatiempo favorito, mi remedio para todas mis preocupaciones», explicó a la agencia de noticias AFP el hombre, que recibió las dos dosis de la vacuna de Pfizer hace unas semanas.

«Hoy me siento como si estuviera vivo de nuevo, como si hubiera resucitado», bromeó, refiriéndose a la Pascua ortodoxa celebrada en Grecia este fin de semana.

Para el mozo Yannis Karagiannakis, también es un alivio volver al trabajo.

«Llevaba seis meses sin trabajo, daba vueltas en círculos, estaba deprimido», dijo.

Grecia, con 10,8 millones de habitantes, registró desde el inicio de la pandemia unos 345.000 casos de coronavirus -3,19% de la población- y más de 10.400 muertes a causa de la enfermedad.

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El Periodista