Activista opositor fue detenido en Bielorrusia tras el desvío del vuelo en el que viajaba

El servicio de prensa presidencial informó que Lukashenko ordenó personalmente que un avión de combate MiG-29 escoltara al aeropuerto de la capital bielorrusa, Minsk, al avión de la aerolínea irlandesa Ryanair en el que el activista Raman Pratasevich volaba desde Atenas, Grecia, a Vilna, Lituania.

Un destacado opositor al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, que estaba exiliado, fue arrestado hoy luego de que el avión en el que viajaba fuera desviado al país por una supuesta amenaza de bomba, y la oposición y líderes europeos denunciaron su secuestro por parte del Gobierno.

El servicio de prensa presidencial informó que Lukashenko ordenó personalmente que un avión de combate MiG-29 escoltara al aeropuerto de la capital bielorrusa, Minsk, al avión de la aerolínea irlandesa Ryanair en el que el activista Raman Pratasevich volaba desde Atenas, Grecia, a Vilna, Lituania.

El comandante adjunto de la Fuerza Aérea, Andrei Gurtsevich, dijo que la tripulación del avión tomó la decisión de aterrizar en Minsk tras una amenaza de bomba, pero el presidente lituano, Gitanas Nauseda, afirmó que el avión se vio obligado a aterrizar allí, informó la cadena de noticias estadounidense CNN.

El «régimen de Bielorrusia está detrás de esto», publicó Nauseda a través de Twitter.

Pratasevich es cofundador del canal Nexta de la aplicación de mensajería Telegram que Bielorrusia declaró el año pasado como extremista después de que se utilizara para ayudar a organizar grandes protestas contra Lukashenko.

Pratasevich, que había huido del país rumbo a Polonia, enfrenta cargos que podrían conllevar una pena de prisión de hasta 15 años.

El servicio de prensa presidencial dijo que la amenaza de bomba fue recibida mientras el avión estaba sobre territorio bielorruso.

Los sitios de seguimiento de vuelos indican que el avión estaba a unos 10 kilómetros de la frontera con Lituania cuando cambió de rumbo.

Sin embargo, las autoridades del aeropuerto y la aerolínea dijeron que no se encontraron explosivos a bordo.

«No se halló nada inapropiado», informó Ryanair, y agregó que «notificó» del incidente a «las autoridades nacionales y europeas con competencias de seguridad», según la agencia de noticias Europa Press.

En tanto, Nexta aseguró que el aterrizaje de emergencia se produjo por una «pelea» originada por agentes de los servicios de seguridad bielorrusos a bordo, quienes afirmaron que había un artefacto explosivo en el aparato.

Horas después, el avión reanudó su vuelo y llegó a Vilna, pero sin Pratasevich entre los pasajeros, según Nauseda.

La detención de Pratasevich fue confirmada inicialmente por el Ministerio del Interior bielorruso en Telegram, pero más tarde eliminó el mensaje, según la agencia AFP.

Nexta acusó a los partidarios de Lukashenko del «secuestro» del avión y advirtió que a Pratasevich «le espera la pena de muerte en Bielorrusia».

La líder de la oposición exiliada en Lituania, Svetlana Tijanovskaya, pidió a la Organización de Aviación Civil Internacional que inicie una investigación.

«Es absolutamente obvio que esta es una operación de los servicios especiales para secuestrar un avión con el fin de detener al activista y bloguero Raman Pratasevich», dijo en un comunicado.

«Ni una sola persona que sobrevuela Bielorrusia puede estar segura de su seguridad», aseveró la exprofesora.

Varios países europeos, como Alemania, Francia y Lituania, denunciaron el incidente, que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó de «terrorismo de Estado» y para el que pidió «sanciones inmediatas».

El canciller del Reino Unido, Dominic Raab, advirtió a Lukashenko que se expone a «graves consecuencias».

Asimismo, la OTAN pidió una «investigación internacional» por este «incidente grave y peligroso», indicó su secretario general, Jens Stoltenberg.

Tijanovskaya decidió presentarse a las elecciones del 9 de agosto pasado, cuando su marido -un conocido bloguero- no pudo hacerlo, impedido por el Gobierno, afirma que ganó esos comicios.

Sin embargo, según los resultados oficiales, Lukashenko, en el poder desde 1994, ganó las presidenciales con más del 80% de los votos.

La principal detractora de Lukashenko fue acusada de querer derrocar a las autoridades de forma violenta y podría pasar 15 años en la cárcel si regresa a su país.

Después de las elecciones de agosto estallaron meses de protestas contra Lukashenko que la policía reprimió duramente y unas 30.000 personas fueron detenidas.

Aunque las protestas cesaron durante el invierno boreal, Bielorrusia siguió tomando medidas contra la oposición y los medios de comunicación independientes.

La semana pasada, la policía detuvo a 11 miembros del personal del sitio web de noticias TUT.by. (Télam)

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El Periodista